domingo, 31 de julio de 2016

El Papa Francisco tiene claro quién es el mejor jugador de la historia

El Pontífice asegura que no es ni Maradona ni Pelé

El Papa Francisco tiene claro quién es el mejor jugador de la historia
Messi es el mejor jugador de la historia según el Papa Francisco EFE
SPORT.ES
31-7-2016 | 20:13 H.
El Papa Francisco ha expresado que Messi es el mejor futbolista de todos los tiempos. Incluso mejor que dos grandes destacados como son Maradona Pelé, contradiciendo así la opinión de Arrigo Sacchi.
En un almuerzo en el arzobispado de Cracovia (Polonia) en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa estaba reunido con 12 jóvenes en un almuerzo y uno de ellos le preguntó: “¿Es mejor Maradona o Pelé?”. A lo que el Papa Francisco respondió: “Para mí, Messi”, sin dar más explicaciones.
Una respuesta que alegró a los participantes en el almuerzo. Y eso que ninguno de ellos era argentino.

SERENESE AMIGO QUE ES DOMINGO DE VERANO

Serena Williams coge fuerzas en la piscina

EL GRAN QUILOMBO DEL FUTBOL ARGENTINO

› LEJOS DE ENCAUZARSE POR LA GESTION DE ARMANDO PEREZ, LA CRISIS PROMETE NUEVOS CAPITULOS

Globos amarillos sobre el fútbol caído

La AFA está rendida a los pies del gobierno nacional. Sin plata y con clubes en peores condiciones. No responde a una oferta presentada hace diez días por el Grupo Turner como si le sobrara el dinero. Al Gobierno no le importa lo que pase con los clubes del Ascenso. Ni tampoco con sus empleados (desde los jugadores hasta el canchero).
 Por Gustavo Veiga

Pérez sigue buscando técnico.
Antiguos socios en el Badajoz español, Mauricio Macri y Marcelo Tinelli se reunieron la semana pasada, en el marco de una AFA devastada.
Imagen: Télam, EFE & DyN.
Sobre el esqueleto de un fútbol caído vuelan globos amarillos. El presidente Mauricio Macri y Marcelo Tinelli sonríen, mimetizan sus caras con una aplicación de celular y parecen transportados a fines de los años 90. En aquella época los unía el club Badajoz, donde eran socios. También un personaje español, Javier Tebas, el gurú de las sociedades anónimas deportivas. La aventura se transmitía por VideoMatch. Hoy unos y otros son mucho más poderosos. Los tres nos permiten acercar a una obra sin terminar, que no tiene dueño, de la que nadie quiere hacerse cargo. Como si el costo político a pagar fuera muy alto. La AFA está rendida a los pies del gobierno nacional. Sin plata y con clubes en peores condiciones. No responde a una oferta presentada hace diez días por el Grupo Turner como si le sobrara el dinero. Pensaba en la Superliga como la salvación, pero sus profetas (Angelici, D’Onofrio, Blanco…) se evaporaron. Se ve eso y mucho más, pero sobre todo una estrategia para dejar al fútbol a merced de los que vinieron a cambiarlo para que nada cambie. O peor, para que se lo repartan en pedacitos.
Abundan los diagnósticos y en eso no difieren demasiado dirigentes y funcionarios. Repetirlos acá sería muy árido. Pero vamos a escoger tres definiciones. Una por política, otra por realista y la restante por cínica. Se trata de vincular a sus autores con las frases siguientes. Están mezclados. Hay que ponerlos en orden: el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; el representante de la B Nacional, Daniel Ferreiro, y el de la B Metropolitana, Gabriel Fernández. Lo que dijeron fue: “La AFA sufrió un golpe de Estado. Nadie eligió a Armando Pérez para que esté al frente”. “Cada vez el fútbol argentino está peor, cada vez la AFA está peor”. “Cuando yo voy a mi club, nadie me pregunta por Sampaoli o Bauza. Me preguntan cuándo vamos a cobrar”.
El juego de relaciones es sencillo. Todos hablan de lo mismo, aunque se diferencian en algo. Al Gobierno no le importa lo que pase con los clubes del Ascenso. Ni tampoco con sus empleados (desde los jugadores hasta el canchero). A estos últimos sí. No cobran sus sueldos hace dos, tres y más meses.
Alejandro Korz, el vicepresidente de Atlanta, comenta: “Estamos unidos. Si no aparece la plata no van a empezar los campeonatos. Nuestra posición se reforzó con la de diez clubes de Primera que, como Temperley, hoy tienen un pensamiento parecido al nuestro. En nuestro club les debemos dos meses de sueldo a los jugadores”.
El Gobierno anunció por sus voceros que ya le transfirió a la AFA 300 millones de pesos como adelanto de lo que le corresponde pagar por este segundo semestre. El dinero a su vez se depositará, según De Andreis, en cuentas que se les abrirán a los clubes en el Banco Nación.
La continuidad jurídica del Estado no se extingue porque desaparezca el Fútbol para Todos. Todavía está vigente un contrato firmado. Pero, ¿qué puede pedírsele al Gobierno que despidió a miles de empleados estatales y a los que no les pagó varios meses trabajados? Está claro que nada. Y mucho menos el aumento que los dirigentes –sobre todo del Ascenso– pretendían.
Los clubes son asociaciones civiles sin fines de lucro a las que el ingeniero Macri siempre quiso borronearle su encuadramiento jurídico o extraerle sus recursos. La historia lo demuestra. Cuando era presidente de Boca, sus albaceas no pudieron concretarlo porque se trataba de Boca, un grande. Apenas pudo hacer circular un borrador de anteproyecto con ISL Worldwide, la compañía suiza que quebró y era socia de la FIFA. Decía que la institución “otorga en forma exclusiva a ISL ciertos derechos comerciales asociados con el club, junto con el derecho exclusivo a sublicenciar tales derechos a terceros o de cualquier forma explotar los derechos por cualquier medio”.
El ex presidente de Boca que ahora gobierna el país desde la Casa Rosada volvió a la carga con éxito relativo. Consiguió a través de su delegado en AFA, Daniel Angelici, agregarle al estatuto un artículo nuevo y modificar otro.
En el proyecto de Superliga figura que estará “integrada exclusiva y obligatoriamente por todos los clubes –organizados bajo el régimen de asociaciones civiles y/o bajo cualquier otra forma jurídica permitida por la legislación aplicable siempre que fuera aprobado por sus respectivos socios de conformidad con lo previsto en sus estatutos– que participen en competiciones oficiales de fútbol de carácter profesional en la Argentina…”
Mientras un equipo jurídico trabaja en los nuevos estatutos de la Superliga y otro en la parte económica (en el primero hay abogados colocados por Boca, River y Argentinos Juniors), algo va quedando claro. En los últimos meses de gestión hasta que asumió la comisión normalizadora y/o regularizadora, en la AFA hubo hijos y entenados. El presidente de Defensores de Belgrano, Marcelo Achile, declara: “Nos deben casi cuatro meses de los derechos de televisión. Enero, mayo, junio y julio, que debería cobrarse ahora. Pero hubo clubes de Primera que en diciembre recibieron millones, como Independiente y Banfield, y a nosotros no nos pagaron ni enero. Lo que indigna es que la deuda más importante con la AFA es de las instituciones más grandes”.
Una gota rebasó el vaso en la última semana. Fue la comprobación de que Jorge Sampaoli, el técnico que más seduce a Pérez para la Selección, tiene una cláusula millonaria para poder salir del Sevilla. Enterados los dirigentes del Ascenso de que estaba en marcha el desprolijo operativo de contratación, marcaron la cancha. Ferreiro dijo: “Ojalá la comisión regularizadora no use los recursos del contrato de Adidas para contratar a un técnico cuando el Ascenso está en estado crítico”. En efecto, le deben en conjunto cerca de 75 millones de pesos y a la B Nacional ni siquiera le cubrirán el costo de los pasajes en avión si se dan partidos como, por ejemplo, Gimnasia de Jujuy y Brown de Puerto Madryn. Esto genera que el torneo sea inviable.
Parecería que el fútbol se debate entre conseguir un técnico para la Selección –por ahora sin Messi– o que se disputen los campeonatos de la B Nacional para abajo. Un contrasentido que se extiende al meneado tema de los derechos de televisión. Existe una propuesta del Grupo Turner que recibieron sucesivamente el ex presidente Luis Segura, el gobierno nacional y el normalizador Pérez. Ninguno la respondió. O porque estaba en plena retirada, no era el dueño del producto o porque la búsqueda de candidatos para reemplazar a Gerardo Martino se convirtió en un sainete.

“Si Clarín quiere…”

Carlos Avila, el ex dueño de Torneos y Competencias y los derechos del fútbol, habla convencido al otro lado de la línea: “Si Clarín quiere se queda con el fútbol”. Acaso lo diga por experiencia propia. El oligopolio lo desplazó del control del negocio el 27 de septiembre de 2006. “Gracias y hasta mañana”, escribió en su carta de despedida. Se acerca el décimo aniversario de su salida y ahora recuerda cómo su ex socio levantó el emporio del fútbol televisado que duró hasta agosto de 2009: “Con los derechos del fútbol iba al interior y en la ciudad que había dos canales de cable, a uno le vendía el producto y al otro no. Este último se fundía y después lo compraba. Pasó en un montón de lados. Ahora Turner necesita de un carrier y Clarín lo tiene en Cablevisión, como Torneos con Direct TV”.
Pasado mañana se reunirá en Buenos Aires una comitiva de la Turner que llega de Estados Unidos para definir los pasos a seguir. Va a cerrar la operación de derechos del fútbol, negociar con su futuro socio y además continuar con las gestiones por la compra de Telefe, donde tiene dos competidores: el grupo venezolano Cisneros, con sede en Miami, y la programadora Viacom Media Networks.
En la compra de los derechos del fútbol todavía no se sabe si habrá una licitación. Nunca la hubo en el pasado. Lo recuerda Avila, quien de eso sabe bastante: “TyC y TSC (Televisión Satelital Codificada) nunca ganaron una”. Si se asocia finalmente con la AFA y Clarín –con la primera para adquirir los derechos de TV y con el segundo para usar como plataforma a Cablevisión–, el grupo Turner adelantaría millones de dólares que le permitirían al Estado formalizar su salida del Fútbol para Todos. Esta alquimia económico-financiera está en pleno desarrollo, según le cuenta a Página/12 una fuente con acceso a las negociaciones. El grupo de la calle Piedras recuperaría el producto para comercializarlo, aunque no sería su dueño. Así ocurrió entre 1991 y 2009 a través de TSC, la sociedad que mantenía con TyC que monopolizaba el mercado del fútbol televisado.
Cuando todas las piezas se acomoden –como se descuenta– en la AFA no quedará casi nadie de los dirigentes, gerentes y varios empleados que acompañaron la mayor parte del período que lideró Julio Grondona durante 35 años. No están más los históricos Hugo Cotz –sufrió un serio accidente de tránsito– y Roberto Lorenzo, ya jubilado, las dos ruedas de auxilio del ex presidente fallecido. Tampoco el último asesor letrado de la casa, Mario Schmoisman, cuyos dictámenes ajustados a derecho nunca digirieron los directivos de más peso. Ni siquiera quedó el experimentado periodista Ernesto Cherquis Bialo, el vocero de la asociación. El vendedor de cosméticos y presidente de la comisión normalizadora le mandó a avisar que prescindían de sus servicios. No le concedió una audiencia. En su lugar llegaría otro periodista renombrado: Santo Biasatti, quien también ocupa el cargo de prosecretario de Belgrano de Córdoba.
En la AFA ya hay un adelantado que responde a su máxima autoridad en ejercicio. Víctor Tabuada, un ex funcionario que pasó por la agencia Télam durante el gobierno menemista y sobre el que Clarín se preguntó en un título de su edición virtual: ¿Quién es el cazador de ñoquis de Armando Pérez en la AFA?
La situación es crítica, el fútbol está de rodillas y en el Gobierno se frotan las manos. Pero el molde discursivo de la herencia recibida ya atrasa. Los argumentos de que no habrá más dinero porque ahora las prioridades son otras resultan banales en boca de los funcionarios de Cambiemos. Al rebaño mayoritario de dirigentes que cometió y toleró en silencio toda clase de estropicios, también le cabe el repudio del socio que paga su cuota social o el hincha que abona una entrada. La imagen de Mario Giammaría, el presidente de la Liga rosarina que perdió 70 a 1 cuando se votó la Superliga, no redime a quienes lo felicitaron por su valentía y fueron incapaces de mantener los pantalones en su sitio. Es todo demasiado obsceno como para que los beneficiarios y afectados por el desastre den ahora sermones de decencia o lloren miseria.

miércoles, 27 de julio de 2016

CUANDO LAS OLIMPIADAS NO ERAN UN NEGOCIO

1936.

Ezequiel Fernandez Mores
Ezequiel Fernández Moores

Foto: LA NACION / Sebastián Domenec

Llegaron deportistas obreros, intelectuales, desocupados, políticos, periodistas y poetas. Seis mil inscriptos de 23 países. Del gobierno amigo de Francia, que aportó 600.000 francos y envió a 1500 deportistas. De Estados Unidos, Inglaterra, Bélgica, Suiza, Polonia, Dinamarca, Noruega, Alemania y varios más. Se sumaron delegaciones regionales (vascos, catalanes, gallegos) y de otros pueblos locales. Casi como sucedía en los viejos Juegos griegos. Iban a competir en fútbol, tenis, rugby, remo, básquetbol, boxeo, atletismo, lucha, pelota vasca, ajedrez. 16 disciplinas en total. La mayoría eran afiliados a sindicatos y partidos políticos de izquierda. De ateneos populares, clubes obreros y asociaciones deportivas. Pero estallaron los tiros. El tenista Bernard Bamber y sus compañeros de Estados Unidos vieron disparar desde la torre de la iglesia pegada a su hotel. Adentro, el cadáver de un sacerdote quemado. Había destrozos y disparos en muchos puntos de la ciudad. Los equipos de Estados Unidos y Gran Bretaña, entre otros, fueron a entrenarse. El día previo a la apertura, aviones ametrallaron el Estadio Olímpico en pleno ensayo, que además fue suspendido por un sabotaje eléctrico. Manolo Torres, velocista, siguió entrenándose igual. Cientos de atletas cambiaron zapatillas por fusiles y murieron en batalla. Cataluña resistió, pero España iniciaba su Guerra Civil. La Olimpíada Popular de Barcelona quedaba cancelada. Trece días después, el 1° de agosto de 1936 (el lunes próximo se cumplen 80 años), el Comité Olímpico Internacional (COI) inauguraba sus Juegos oficiales en Berlín. Los Juegos de Hitler.
Barcelona, escenario del comicio, era la gran candidata a ganar la elección de abril de 1931 como sede de los Juegos del '36. Pero diez días antes de la votación se había proclamado la República. Y al COI no le gustó el nuevo gobierno. Acudieron sólo 19 de sus casi 70 miembros. La votación terminó haciéndose por correo al mes siguiente. Ganó Berlín. Hitler, es cierto, asumió en 1933. Pero en el '36 ya había mostrado los dientes. Y el COI miró hacia otro lado. Barcelona no. Fortalecidos por un nuevo triunfo electoral, bases obreras del Comité Catalán pro Deporte Popular (CCEP) organizan primero la Copa Thaelman, homenaje a un deportista alemán encarcelado por comunista. Deciden luego que el deporte debe celebrar un gran acto antifascista en contra de Berlín 36: la Olimpíada Popular. "Sería mejor decir Olimpíada Roja", critica La Veu de Catalunya. "Por culpa de izquierdistas y de los comunistas", que usan el término "Olimpíadas" sin autorización del COI, Barcelona, añade el diario, perderá "para siempre" la posibilidad de organizar Juegos Olímpicos. Hay un alivio, dice el articulista: "Mientras los comunistas y socialistas de todos los países se distraen jugando a pelota, boxeando, nadando, cansándose corriendo, podemos estar seguros de que no harán la revolución". El que la hizo fue el general Francisco Franco.
La sublevación militar obliga a suspender también la Olimpíada Cultural. El 18 de julio, en el Palau de la Música, el gran Pau Casals ensaya con su orquesta la Novena Sinfonía de Beethoven, que debe interpretar al día siguiente en el Teatro Griego de Montjuic, en paralelo con el inicio de las competencias. Cuando el coro sube al escenario, un hombre entra corriendo a la sala y le entrega un sobre. Casals lee en voz alta. "Se espera un alzamiento de un momento a otro", avisaba un ministro. "Queridos amigos -dice Casals a los demás músicos- no sé cuándo volveremos a estar juntos de nuevo. ¿Podemos tocar el final?". La orquesta tocó y el coro -recordó Casals en sus memorias- "cantó como nunca. Las lágrimas no me dejaban ver las notas. Cantábamos el himno inmortal a la hermandad, el Himno a la Alegría, mientras en las calles se preparaba una lucha fratricida". Se juró "volver a tocar la Novena en Barcelona "tan pronto resurgiera la concordia". Dejó Barcelona en 1938, cuando el Ejército franquista ya se acercaba a la ciudad. Nunca más volvió a España. Barcelona vive meses de colectivizaciones y autogestión. Un poder paralelo de anarcosindicalismo. Una utopía libertaria que termina a los tiros, y no sólo rivales. Los primeros deportistas de la Olimpíada heridos son franceses. El primer muerto es un austríaco. Otros, como los italianos Fernando Rosa y Nino Nanneti, mueren en combate. Pasó más de medio siglo para que Barcelona pudiera organizar Juegos Olímpicos. Fue en 1992, con un rey en el palco. El presidente COI, Juan Antonio Samaranch, era catalán. En 1936 tenía 16 años. Cuenta Julián García Candau en su libro "El deporte en la Guerra Civil" que Samaranch debió esconderse cuando estalló la guerra. Mostraba la cruz gamada a sus compañeros del Colegio Alemán. "Esto -les decía- es el futuro".
"¿Vamos a permitir que los comunistas ensucien el sueño olímpico de nuestros atletas?". Avery Brundage, entonces presidente del Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) y luego del COI, no hablaba de la Olimpíada Popular de Barcelona. Lo decía para defender a los Juegos de Berlín 36. Afirmaba, textual, que, además de los "comunistas", también los "judíos" querían boicotear los Juegos de Berlín porque buscaban derribar a Hitler. Y que el olimpismo, entonces, debía mantenerse "al margen de la política". "Yo declaro abiertos los Juegos de la undécima Olimpíada de la era moderna". Lo dijo el Führer el 1° de agosto de 1936, ante 110.000 personas que colmaron el Estadio Olímpico de Berlín, un festival de cruces gamadas con asistencia perfecta de 49 países y 4066 atletas. Sin gitanos en las calles, recluídos en el ghetto de Marzahn, y (excepto Helene Mayer, una esgrimista rubia, residente en Estados Unidos y de saludo nazi) sin judíos en el equipo alemán. Porque los judíos comenzaban a ser enviados al campo de concentración de Sachsenhausen, a 29 kilómetros de Berlín, construido en plena disputa de los Juegos. El inicio del horror. En Buenos Aires, el Comité Contra la Participación Argentina en las Olimpíadas de Berlín, compuesto por jóvenes de izquierda de la comunidad judía, promovió una campaña pero de alcance limitado, según me cuenta César Torres, gran historiador olímpico. El Comité escuchó elogios para Alemania, su "raza sana y vigorosa". Berlín, escribió El Gráfico, será una "calificada, excepcional asamblea del deporte".
Jesse Owens, el atleta negro de Estados Unidos que venció a sus rivales de raza aria, es recordado históricamente como el gran héroe de Berlín 36. Como el deportista que humilló a Hitler. Elijo al luchador Werner Seelenbinder. Cuando en 1933 ganó el campeonato alemán, sonó el himno nazi, la multitud estalló y él fue el único del podio que rechazó saludar con el brazo erguido. A los ocho días cayó la Gestapo. Hijo de un albañil desocupado, Seelenbinder, portero en un hotel lujoso de niño, carpintero luego, pasó a ser un ícono en clubes de lucha, que pegaban fotos dándole su apoyo. El régimen le permitió volver a competir escasos meses antes de los Juegos. Seelenbinder quería boicotear la cita, pero sus compañeros del Grupo comunista Uhrig lo convencieron de que sería mucho mejor estar, ganar y aprovechar la entrevista en el podio para denunciar a Hitler. El plan incluía escape inmediato con ayuda de atletas suecos. Sus compañeros del Uhrig cayeron a comienzos de 1936. Seelenbinder ganó su clasificación a Berlín. Imaginó que, ya descartado el plan de la entrevista, su gesto sería no hacer el saludo nazi. Pero perdió en una dramática semifinal de los Juegos y ni siquiera pudo subir al podio. Seelenbinder volvió a ser campeón alemán en 1940 y 41. Siguió colaborando como correo del Grupo Uhrig. Los nazis lo arrestaron en 1942. Fue torturado ocho días. Pasó por nueve campos de concentración. El 24 de octubre de 1944 fue decapitado con un hacha en la prisión de Brandenburgo. "Compañeros del deporte -escribió antes de morir-, querría volver a vivir aquellos buenos viejos tiempos, pero, después de sufrir la peor tortura posible, el destino, lamentablemente, decidió otra cosa. Sé que tengo un lugar en sus corazones"

martes, 26 de julio de 2016

Según Menotti, Cristiano Ronaldo podría haber sido mejor jugador de lo que es: la culpa fue de Mourinho

Para el ex entrenador de la selección argentina, si el portugués hubiese jugado en Barcelona y Messi en Real Madrid, serían jugadores diferentes; además, su crítica a Mourinho y lo que opina de Simeone y Guardiola

Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, los mejores del mundo
Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, los mejores del mundo. Foto: Archiv

César Luis Menotti
 suele arriesgar en sus definiciones. En una extensa entrevista con LA NACION, el ex entrenador de la selección argentina tocó varios temas. Y, entre tantos, también se refirió a la "rivalidad" entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Según su teoría, el portugués podría haber sido mucho mejor jugador si hubiese jugado en Barcelona. ¿Y Messi? También -todo en base a sus palabras- habría sido un futbolista diferente si su destino hubiera sido Real Madrid.
"Si Cristiano hubiese ido al Barcelona y Messi al Madrid, yo no sé si Messi hubiese sido el que es y si Cristiano no hubiese sido mucho mejor de lo que es. ¿Vos conocés a algún jugador de la jerarquía de Iniesta, que siempre habla bajito y en la cancha te come el culo? Bueno, ahí se crió Messi, en un lugar donde la pelota es sagrada. El otro se crió con Mourinho... Pero es un jugador de la puta madre, te mete 50 goles por año", explicó Menotti.
Claro, José Mourinho no forma parte de sus preferidos. "Es un personaje atractivo, me cuentan que trabaja bien, pero todo eso que dice, es un estilo de vida el de él... Ha tenido, como todos hemos tenido, una cuota muy grande de suerte. No me gusta ese estilo, los que gritan... Me parece irrespetuoso", opinó.
En contraposición, llenó de elogios a Pep Guardiola, a quien definió como el mejo DT de los últimos 30 años. "Guardiola es un enfermito, un obsesivo, pero también un revolucionario, el mejor entrenador de los últimos 30 años, sin dudas. Todo el mundo habla de Guardiola y no sé cuántos se dan cuenta que todo el éxito lo tuvo a los 40 años. para esta profesión sos un pibe. Yo fui campeón del mundo con 39, pero me sentí realmente buen entrenador cuando dirigí al Barcelona".

No le gusta ver jugar al equipo de Simeone

"En el cine hay películas que a mí no me gustan, pero son muy buenas. Por ejemplo, las películas de terror. Yo no me las banco, como las de los muñequitos que hablan, la que hizo Campanella, ¿Metegol? No las puedo ni ver. Pero esto no quiere decir que no sean grandes películas. Una vez pusieron que yo dije 'A mí no me gustan las películas de terror, por eso no voy a ver al Atlético de Madrid. No, no, eso yo no lo diría jamás. Yo siempre pienso como jugador: cuando jugaba y pasaban 5 minutos sin agarrar la pelota, sentía que mis amigos se estaban riendo de mí. Simeone gana y pierde como cualquiera. En primer lugar, tiene un gran equipo, con grandes inversiones, no es un equipito. Tiene una idea clara de cómo jugar, y eso es bueno. Ahora, a mí, no me gusta verlo jugar. Yo creo que podría jugar 50 veces mejor, pero esa es una cosa mía. Pero es un pibe que trabaja, que entrena, que se desvive por el fútbol".

Lo que le dejaron la Copa América y la Eurocopa

"En la Copa América me gustó Ecuador, al técnico que es argentino no lo conozco, pero tenía ideas. Hay alguna recuperación de valores históricos del fútbol peruano, se reencontraron un poco con lo que eran, pero individualmente más que los conocidos, los que juegan en Europa, no ví nada que me sorprendiera. Me pareció tétrico lo de Brasil, increíble, como lo de Inglaterra perder con Islandia, yo ni sabía que existían, 330 mil habitantes, como para preguntarse de dónde salieron éstos, nunca los había visto jugar."
"De la Eurocopa, no me entusiasmó nada, más que lo conocido, no. Los que juegan siempre bien. Los franceses juegan en joda. los belgas son como los argentinos; un belga te ayuda, dos te salvan, tres belgas ya. Te juntan once jugadores bárbaros, pero juntos no van a ningún lado. Y estos portugueses ganaron de pedo. "

lunes, 25 de julio de 2016

GANA PUTIN

El COI no veta a los rusos y deja la decisión en manos de las
federaciones internacionales

El Comité Olímpico Internacional decide no sancionar a todo el equipo olímpico por el escándalo de dopaje. Cada federación de cada modalidad deportiva decidirá qué deportistas rusos compiten en los Juegos de Río.


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Putin, durante la apertura de los Juegos Olimpicos de invierno de Sochi en 2014. REUTERS

Moscú, 24 jul (EFE).- El Comité Olímpico Internacional (COI) resolvió este domingo queserán las federaciones internacionales de cada modalidad deportiva las que decidirán qué deportistas rusos podrán competir en los Juegos de Río, según el comunicado oficial del organismo.

"La decisión relativa a la participación el equipo olímpico de Rusia en los Juegos de Río fue adoptada prácticamente por unanimidad, con una sola abstención", dijo el presidente del COI, Thomas Bach, en un teleconferencia celebrada en Lausana (Suiza).

Se mostró convencido de que la decisión adoptada este domingo es la correcta y destacó que muchos deportistas de todo el mundo la respaldan: "Por un parte, podíamos haber marginado a todo el equipo de Rusia, pero por otra al final del día hay que enfrentarse a la mirada de los atletas que se ven afectados por la decisión", subrayó.

Bach indicó que en la reunión del Comité Ejecutivo del COI no se planteó la marginación de los deportistas rusos de los Juegos de Invierno de 2018.

Tras estudiar la situación de los deportistas rusos, el Comité Ejecutivo del COI decidió que ningún deportista de Rusia podrá competir en Río a menos que cumpla una serie de condiciones.

La primera de ella es que el deportista debe satisfacer las exigencias de sus respectivas federaciones internacionales en materia antidopaje.

Según el COI, la ausencia de positivos en pruebas verificadas por la agencia nacional no se considera suficiente por las federaciones internacionales.

Además, el Comité Olímpico Ruso no podrá enviar a los Juegos de Río a ningún deportista sancionado anteriormente por dopaje, incluso en el caso de que ya haya cumplido el castigo.

Los deportistas rusos que sean finalmente aceptados por el COI serán sometidos a unriguroso control antidopaje que realizará la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en coordinación con la respectiva federación internacional.

domingo, 24 de julio de 2016

ASI GANARON LOS INGLESES SU UNICO MUNDIAL DE LA HISTORIA


El día que echaron a Rattin en Wembley, una expulsión que ya es mito

Partido inolvidable en el Mundial 66
Se cumple medio siglo del día en que un árbitro alemán echó al argentino, en los cuartos de final con Inglaterra.

Iban 39 minutos del primer tiempo. Inglaterra tenía el control mayoritario de la pelota, pero no inquietaba a una Argentina afirmada en su línea de cuatro. Antonio Ubaldo Rattin, erguido en el círculo central, cuestionaba todos los fallos arbitrales. Cerca suyo, el incansable Alberto González, Gonzalito, le daba aire. Por algo le decían el Ventilador... El Rata venía de hacerle sentir el rigor a la estrella local, Bobby Charlton, mediante un quite desde atrás que acabó con el balón en los pies de un entonces joven Roberto Perfumo, en vías de graduarse de Mariscal, y el inglés revolcándose en el césped prolijamente cuadriculado de Wembley.
Silvio Marzolini, consagrado en ese mismo torneo como el mejor lateral izquierdo del mundo, controló un pase y se aprestaba a salir jugando cuando observó que, al otro lado de la cancha, el Rata discutía con Rudolf Kreitlein, árbitro alemán (una anomalía en aquellos cuartos de final: árbitro alemán dirigió a Inglaterra y árbitro inglés a Alemania con Uruguay...).
Aquel fue el último Mundial sin tarjetas. Los jueces señalizaban las expulsiones -una rareza- con el dedo índice. Kreitlein le mostró a Rattin el camino del vestuario. “¡Off, off!”, repelían desde las tribunas al gigantesco centre half argentino. El capitán de nuestra Selección miraba desafiante. ¡”Off, off!”, le gritaban cada vez más fuerte. Antonio golpeaba con los nudillos sobre la palma izquierda: ¿cuánto le pagaron?. “¡Off, off!”, lo mandaban a las duchas.
Hasta los 47 minutos continuaron las discusiones. Increpaba el técnico Juan Carlos Lorenzo, el Toto, siempre mascando chicle; pedía explicaciones el talentoso Ermindo Onega, el Ronco, con las medias bajas como era habitual; se metía el suplente José Omar Pastoriza, el Pato, todavía joven pero ya un caudillo...
Rattin se fue dando una vuelta olímpica al campo y su imagen dio la vuelta al mundo. No se privó de apretar el banderín del córner -de colores británicos- e interactuar con los exaltados plateístas.
Ese primer tiempo duró casi hasta los 55. Los visitantes le pasaron diez veces la pelota al Tano Roma, quien desprovisto de guantes, con sus manos tarzanescas, intentaba sacarla lo más lejos posible para que no le volviera tan rápido. No había caso: los ingleses la recuperaban pronto y se le venían encima. Fue así hasta 12 minutos antes del final, cuando un cabezazo de Geoffrey Hurst decretó el 1-0.
Hubo una chance nítida para Argentina, con el parcial aún en cero, pero Oscar Más (el Mono, Pinino) la tiró afuera cuando solo le quedaba enfrente el arquero Banks.
Aquella Selección, integrada por mayoría de Boca y River, regresó con fama de equipo bravo, peleador y con recursos humanos para llegar más arriba, de no haber sido injustamente eliminado por la conspiración anglo-germana.
“Cuando nos fuimos a Europa el presidente era (Arturo Umberto) Illia y cuando volvimos ya estaba (Juan Carlos) Onganía, que nos recibió en la Casa de Gobierno”, suele contar el Rata, poniendo en perspectiva una frustración futbolera que nutre el libro gordo de las anécdotas mundialistas.
Como es habitual en los culiblancos europeos,ganan con trampa o matan al contrario...

sábado, 23 de julio de 2016

EL KGB LO AUTORIZA

Vladimir Putin sustituirá a los deportistas rusos vetados en los Juegos de Río

EL MANDATARIO COMPETIRÁ EN LAS CATEGORÍAS DE ATLETISMO Y LANZAMIENTO DE OSO

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Por qué el fútbol debe ser gratuito

La utilización del programa Fútbol para Todos en beneficio de los negocios privados dejará a la ciudadanía sin un derecho ganado.

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“Desde el principio defendimos la idea del fútbol gratuito”. No lo dijo un fanático K. Tampoco un dirigente político del Frente para la Victoria. El autor de esta frase a favor de uno de los programas más visiblemente igualitarios y quien sostuvo dicho pensamiento a lo largo de la permanencia de Fútbol Para Todos, fue el precandidato a vicepresidente de Ernesto Sanz en las PASO de 2015, Lucas Llach, en el artículo titulado: “Lo bueno es correcto: viva el fútbol gratis”, del blog de La Nación "La ciencia maldita".
Las razones en defensa del programa Fútbol Para Todos, que permitía ver el fútbol de primera división de manera gratuita desde mediados de 2009, y que no tendrá continuidad, no sólo eran de los sectores más beneficiados por el sistema implementado durante la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Las virtudes del sistema que dejaba sin efecto el fútbol codificado, en muchas ocasiones ni siquiera fueron analizadas y sencillamente eran denostadas por el sector del que provenía. “¿Se acuerdan cuando los domingos la televisión mostraba una tribuna llena de hinchas mirando el partido, gritando o sacándose los mocos?”, sostuvo en más de una ocasión el actual viceministro del Banco Central de la República Argentina.
Los argumentos del economista y fanático hincha de Rosario Central, no son más que los objetivos del Programa: Acceso a todo el país mediante los canales de aire y el sistema TDA (Televisión Digital Terrestre), sin costo alguno para los televidentes, como la desmonopolización de las transmisiones de los partidos, entre otras igualdades, para quienes antes debían huir de sus casas para ver un partido de fútbol.
Lucas Llach argumentó su defensa de la gratuidad del fútbol, incluso refutando la exigencia que ahora muchos quieren implementar. “¿Es mejor usar esa plata para hospitales y escuelas?. Usá para hospitales y escuelas toda la plata que te guste, y más también. Pero llegado ese punto, en que estamos satisfechos con el nivel de impuestos y gastos para hospitales y escuelas, seguiremos preguntándonos: ¿Es razonable que exista un monopolio del fútbol, que maximice ingresos, cobrando a una minoría que lo contratará y dejando sin una pequeña felicidad dominguera a gente que no costaría nada, literalmente, proveerle el servicio?”, sostenía el hijo de Juan José Llach quien fue ministro de Educación durante el gobierno de Fernando de La Rúa y viceministro de Domingo Cavallo durante el gobierno de Carlos Saúl Menem.
Que el fútbol no mejoró en su concepción, se sabe y no será su televisación la que lo cambie. Que la sustentabilidad del programa, podría haberse modificado sin siquiera llegar a la actual invasión de comerciales hasta con la intervención de los propios relatores o comentaristas al mejor estilo llame ya, también podría ser considerada por su amplio apoyo de la mayoría. Sin embargo la solución al problema parece ser eliminarlo. O simplemente una excusa del actual Gobierno de Mauricio Macri para volver a hacer negocios multimillonarios mediante la utilización de la pelota y abusando del bolsillo de los pasionales ciudadanos.