martes, 31 de enero de 2017

Diego Maradona dará una charla en la Universidad Harvard

Fue invitado y disertará sobre fútbol en septiembre. "Estoy encantado de la vida", admitió Diego que ya había estado en Oxford en 1995.

lunes, 30 de enero de 2017

La abogada que pidió prisión para 

Lionel Messi, en el palco del Real Madrid

Bronca en los hinchas de Barcelona porque Marta Silva de Lapuerta se sentó muy cerca de Florentino Perez en el Bernabéu. También había arremetido contra Neymar.
La abogada que pidió prisión para Lionel Messi, en el palco del Real Madrid
Marta Silva en el palco del estadio Santiago Bernabéu, cerca de Florentino Perez

Los hinchas del Barcelona estallaron por las redes sociales luego de ver una imagen del palco del estadio Santiago Bernabéu correspondiente al encuentro entre Real Madrid 3 - Real Sociedad 0. En el pantallazo (luego capturado por manos rápidas y virales) se vio a una mujer rubia cercana al presidente madrilista, Florentino Pérez, pero no se trataría de una invitada más al campo Merengue, según informó el periódico catalán Sport.

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Se trata de Marta Silva de Lapuerta quien fuera la abogada que representó a la Hacienda española y que pidió prisión para Lionel Messi por evasión fiscal a pesar de que la fiscalía no veía motivos para hacerlo. Fue por insistencia de ella que La Pulga tuvo que ver al jurado cara a cara. También la -por entonces- representante de la Agencia Tributaria condenó a Sandro Rosell Josep Maria Bartomeu a prisión por el caso Neymar, aunque finalmente fueron exonerados por un pacto con la fiscalía.

Un grosero error del árbitro le impidió al Barcelona alcanzar la cima de la liga española

A pesar de las reacciones en la Web, no debería ser sorpresa lo de Silva de Lapuerta ya que su vinculación con el Real Madrid data de años atrás. Según precisó el diario catalán La Vanguardia, la abogada formó parte de la directiva del Real Madrid entre 2000 y 2006, y su estrecha relación con Florentino Pérez la llevó a ocupar durante un tiempo un alto cargo en la constructora Sacyr.






Hija del ministro franquista de Obras Públicas, Federico Silva Muñoz, es también sobrina del extesorero del PP Álvaro Lapuerta. La mujer fue relevada de su cargo por el Consejo de Ministros en noviembre pasado y fue sustituída por Eugenio López Álvarez. La decisión coincide sospechosamente con el conocimiento del caso por el que se lo acusa de fraude a Cristiano Ronaldo.

domingo, 29 de enero de 2017

derrota de la intervencion de obama

Video: Alepo celebra su primer partido de fútbol tras cinco años de guerra


El partido amistoso se llevó a cabo a tan solo semanas de que la ciudad fuera retomada por las fuerzas gubernamentales.
Video: Alepo celebra su primer partido de fútbol tras cinco años de guerra

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BETIS-BARÇA

Un punto de caraja


POBRE BOSTA,EMPIEZAN MAL,IGUAL QUE MACRI

River fue más eficaz y tumbó a Boca con los goles de Driussi y Mina

En Mar del Plata, en el único partido que los enfrentará en el verano, el Millonario derrotó al equipo xeneize por 2 a 0; fue un encuentro caliente de principio a fin, con tres expulsiones

El festejo de penal de Driussi
El festejo de penal de Driussi. Foto: FotoBAIRES
MAR DEL PLATA.- En una ráfaga, y gracias a un penal de Driussi y un cabezazo de Mina, River le ganó el Superclásico a Boca en esta ciudad. Desde la primera jugada -infracción táctica de Pablo Pérez en la mitad de la cancha tras perder la pelota- hasta la última, River y Boca pensaron más en agredirse física y no futbolísticamente. Hubo sobredosis de energía y escasez de neuronas. El árbitro, Néstor Pitana, repartió amarillas para intentar aplacar los ánimos, pero el estadio repleto y dos tribunas exultantes le aportaban todo el condimento a un partido absorbido por la escenografía.
El fútbol apareció en cuentagotas. Los tres mediocampistas centrales de Boca (Gago, Pablo y Sebastián Pérez) fueron la usina del equipo xeneize. Dos pases filtrados, ambos a Pavón (el primero de Pablo Pérez, el segundo de Gago) fueron el preludio de las dos jugadas más elaboradas de la noche. En ambas, el arquero Batalla salvó a River.
En ese primer tiempo, Boca apostó por la elaboración y el desborde de Pavón. River puso sus fichas en el contragolpe. Y casi encuentra un pleno en un cabezazo del uruguayo Mora, quien jugó en lugar del lesionado Lucas Alario. El arquero Werner evitó el gol millonario con la palma de su mano derecha.
En el segundo tiempo, ambos salieron con ganas de ganar. Pitana tuvo sus minutos de fama antes de que se reanudara el juego al expulsar a Gustavo Barros Schelotto y a Marcelo Gallardo por regresar tarde al campo. Guillermo ya miraba el encuentro desde afuera. Conclusión: River terminó con Matías Biscay como DT y Boca, con Ariel Pereyra.
Una acción abrió el partido: Pitana vio mano de Insaurralde al intentar despejar el peligro en el área de Boca. Driussi, asentado en su papel de goleador, no falló desde los doce pasos. Saberse en desventaja hizo que Boca se rebelara contra el resultado. Apretó las marcas y fue para adelante. Hasta que, luego de un córner, el ecuatoriano Mina se redimió de todos sus errores en la noche marplatense y encontró el segundo gol con un cabezazo. Para Boca, esos goles fueron golpes. Y de nocaut. Porque por más que buscó por todos los medios vulnerar a Batalla, no llegó ni siquiera al descuento.
El triunfo le permite a River encarar con un empuje anímico adicional la semana previa a la final de la Supercopa Argentina ante Lanús, prevista para el próximo sábado en el estadio Único de La Plata. Habrá entrenamientos, pero no se prevén amistosos antes del choque contra el Granate. Copero como se ha caracterizado en toda su gestión, el objetivo de Gallardo es sumar una copa más a las vitrinas del Monumental.
Las victorias traen confianza y alejan fantasmas, aún cuando es evidente que el equipo de Núñez debe mejorar en su funcionamiento. Más allá de los resultados, el conjunto millonario no ha conformado, y Gallardo sabe que aún hay mucho por mejorar rumbo al debut en la Copa Libertadores (previsto para el 15 de marzo ante Independiente Medellín, en Colombia), el máximo objetivo de 2017.
Además, y aún cuando este superclásico no fue oficial, la victoria tiene un sabor a pequeña revancha, 49 días después del gran triunfo de Boca en el estadio Monumental, la tarde en la que Carlos Tevez brilló como nunca en toda su segunda etapa con la camiseta azul y oro, y el equipo de la Ribera ganó 4 a 2.
Para Boca, que viajó a Buenos Aires directamente desde el estadio, fue un llamado de atención. La derrota no borrará lo expuesto frente a Estudiantes (2-1) y San Lorenzo (2-2), ni puede decirse que hoy el equipo lo extrañó a Carlos Tevez. Es un tropiezo que fastidia, pero que no debería prolongarse en el tiempo. El equipo estaba muy bien, con varios integrantes en alto nivel (Gago, Pablo Pérez, Centurión), y muy rápidos y precisos con el balón.
El conjunto que conduce Guillermo se despidió de Mar del Plata, pero la actividad de pretemporada continúa. Mañana y el martes habrá trabajos intensos en el Complejo Pompilio, y en los primeros minutos del miércoles el club de la Ribera despegará desde Ezeiza rumbo a Guadalajara, donde el jueves 2 enfrentará a Chivas, en un encuentro que en la Argentina sólo se verá por streaming vía internet, a un precio de 5 dólares. La decisión causó malestar entre los hinchas xeneizes. Y si bien la propuesta de televisar de esa forma fue del equipo mexicano, lo cierto es que ni Boca ni ninguna señal de TV argentina compró los derechos.

viernes, 27 de enero de 2017

Messi presidente

El Barça vive en estado de pánico por la (no) renovación de su gran estrella

Messi, en el partido de Copa ante la Real Sociedad.  GETTY IMAGES
Antes de nada, una aclaración: en este artículo se va a hablar de fútbol terrenal. Y también de Messi.
Incluso en medio de esta ola de frío polar que vivimos, eso que antes se llamaba invierno, la prensa deportiva no necesita demasiado para calentarse. Sin solución de continuidad pasamos de Sergio Ramos, al que el sevillismo más cavernario llama “hijo de puta” y el resto de los mortales llamamos el mejor defensa goleador del mundo, a la macrocrisis de Cristiano, cuyo diagnóstico es bien sencillo. Falto de velocidad y de regate, no le quedan más que los goles, asunto al parecer de cierta importancia en esto del fútbol. Y si aquellos no llegan, por mucho que se rasque ahí no encontramos más que lucha y esfuerzo, exactamente lo mismo que ofrece, pongamos, algún afanoso delantero del Puerta Bonita. Por no hablar de la plaga de lesiones, 19 en lo que va de temporada, que se ha adueñado del equipo, que de golpe tiene que sobrevivir sin los que, para quien esto escribe, son de largo sus tres mejores jugadores, Marcelo, Modric y Bale.
Pero no hay noticia que haga sombra a la (no) renovación de Messi. Malvive el Barça cada vez que le toca negociar el contrato del argentino, que suele ser cada martes. El último que se atrevió a opinar al respecto, un directivo llamado Pere Gratacós, está buscando trabajo. Se le ocurrió decir a este hombre que Messi no sería quien es sin la compañía, esto es, sin los Piqué, Iniesta, Neymar y demás. En mala hora dijo aquello. Un par de minutos tardó Josep Maria Bartomeu, ese señor que tanto sonríe quizá por haber convertido al club que todavía preside en reo de la justicia, en poner en la calle al citado Gratacós. Uno cree, claro que sí, que Messi no sería quien es sin esa gente a su lado. Pero también cree, y aquí está lo mollar del asunto, que el Barça no sería quien es sin Messi. Sin entrar a filosofar sobre el huevo y la gallina, uno opina que sin Messi el Barça no habría conquistado 29 títulos en las últimas 13 temporadas. Ni de lejos. No habría enamorado con su juego. No formaría parte de la lista de equipos de leyenda. Tener en tus filas a Messi implica no ya tener al mejor futbolista del planeta sino a uno de los más grandes de todos los tiempos. Nada sería igual sin Messi. Tanto es así que, sin él, hoy el Barça no viajaría en la clasificación cerca del líder, el Madrid, y del extraordinario Sevilla. Y no estaría en los cuartos de final de la Copa. “El día que Messi falte se acabaron los tripletes”. La frase pertenece a Pep Guardiola, que de fútbol británico no sabrá (eso al menos dice él), pero que del Barça y de Messi es catedrático.
Desconocemos qué opina al respecto el portavoz oficioso del club, Gerard Piqué, ese chico que sabe cómo funciona esto, pero no nos lo cuenta, y que ha dejado de llorar por el mucho daño que a su club inflige la canallesca arbitral. Sí sabemos, en cambio, lo que opina el técnico, Luis Enrique, que ha explicado que la clave del asunto reside en “la tranquilidad”. La sensatez del entrenador contrasta con el pánico que invade a otros estamentos del club. Es paradójico cómo le cuesta al Barça ser feliz. Dicen quienes siguen la información del equipo que ni siquiera han comenzado las negociaciones para la renovación del argentino. Que no se le ha contado cuál va a ser el proyecto deportivo, más que nada porque no está claro quién va a ser el futuro entrenador. Messi, mientras, calla. Él tiene la sartén por el mango. Porque él tiene el poder. El poder que le da ser irremplazable. El poder que le da estar muy, pero muy por encima del propio presidente. El poder, en fin, que le da ser el futbolista más importante que ha tenido el Barça en sus 118 años de vida.

miércoles, 25 de enero de 2017

LA U DE CHILE

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En este verano, los peloteros tienen la posibilidad de leer o releer un buen libro con historias de fútbol para leer durante las vacaciones. Aquí, van cuatro títulos de Editorial Forja que les pueden gustar.
 
Un gol es mucho más que el hecho de que una pelota cruce la línea del arco rival. Es el clímax de un verdadero juego de pasiones, que puede llevar a un hincha hasta el cielo o a un verdadero infierno.
 
Dice el escritor Joaquín Barañao, que “los fanáticos del tenis pueden celebrar unas 30 veces por set. Los incondicionales del básquetbol de la NBA, 55 por partido. Las hinchadas del último mundial de rugby, 7,3 por encuentro. Sin embargo, los parroquianos de Wembley o del Maracaná solo pueden liberar sus gritos contenidos 1,3 ocasiones por match. Exiguas 1,3 exaltaciones por cada noventa minutos de dientes apretados y uñas desgastadas. La escasez vuelve al gol la gema suprema de la experiencia deportiva, el diamante esquivo, la cúspide de las epopeyas de los tiempos de paz”.
 
El primero de estos libros “Goles son historia” de Juan Moya y Sebastián Ubilla que repasan las grandes joyitas del fútbol internacional, recordando 60 goles realmente memorables de la historia, y también 18 goles que no fueron, haciendo relucir los mejores momentos del balompié chileno y mundial, ideal para quienes vibran, gritan, sueñan, sienten y viven el fútbol.
 
Para los amantes del Club Deportivo de la Universidad de Chile, está el libro Ballet Azul: orígenes y referentes de la U 1959-1969, de Guillermo Acuña.
 
En él, el periodista azul se sumerge en las historias de los protagonistas de una de las épocas doradas de la U, en el cual el autor postula que el histórico plantel de los 60 “tenía un concepto de éxito muy distinto al de Azul Azul”.
 
En la otra gradería, los colocolinos de corazón pueden leer el libro “Origen de una pasión: los albos y las claves de su popularidad” de Roberto Guidotti Zersi.
 
Este narra la historia de Colo Colo y las razones de su popularidad. Tras una exhaustiva revisión de grandes episodios, hitos, ídolos, problemas y opiniones de especialistas, el periodista detalla en forma simple lo que ha llevado al cuadro del cacique a ser lo que es y lo que significa para su hinchada y para la historia del deporte chileno.
 
Y para los de alma cruzada, que la semana pasada recordaron que el futbolista Raimundo Tupper habría cumplido 47 años, está “Mumo por siempre”, de Luis Avendaño y Hugo Pinto. 
 
El libro cuenta la vida del ex futbolista profesional de la Universidad Católica, que murió a los 26 años en Costa Rica tras sufrir una depresión endógena. Este relata las vivencias del jugador, quien llegó a obtener tres campeonatos con su club, un subcampeonato de la Copa Libertadores de América y un cuarto lugar con la Selección Nacional Juvenil en el Mundial de 1987.

martes, 24 de enero de 2017

domingo, 22 de enero de 2017

Disfrutando de las penas de Pep

Guardiola, en el partido ante el Tottenham.  GETTY IMAGES
“No hay mayor dolor que recordar los tiempos felices desde la miseria.” Dante Alighieri

El sentimiento es especialmente intenso en aquellos que padecen el virus
 Brexit, definido por la profesión médica como una condición mental específicamente inglesa que combina la paranoia, la megalomanía, la insularidad y el nacionalismo. El origen de todo es el miedo que sienten los pacientes hacia todo lo que no es nativo, un miedo que se compensa, o se intenta inmunizar, con una actitud agresivamente despectiva hacia los extranjeros. Cuando el fútbol penetra en el organismo los síntomas del virus se recrudecen.Schadenfreude
es una de las palabras alemanas que Pep Guardiola habría aprendido cuando entrenaba el Bayern Múnich. Significa regocijarse en el mal ajeno y es lo que han estado sintiendo desde Navidad muchos ingleses al ver sufrir al Manchester City, el equipo al que Guardiola se mudó en el verano. La derrota del City contra el Everton por 4 a 0 el fin de semana pasado les causó especial satisfacción.
La reacción a la llegada de Pep Guardiola a la Premier League en el verano escenificó la división entre aquellos que son vulnerables al virus y aquellos que no.
La reacción de los que sucumben a la brexitis fue: “¡Ja! ¿Este finolis del juego bonito se cree que nos va a dar lecciones de fútbol a nosotros los inventores del deporte? ¿Se cree que porque triunfó en España y Alemania va a hacerse dueño de nuestra liga? ¡Pues ya verá! La Premier League es cosa de hombres. Es dura, es intensa, es la mejor del mundo y ya verá ese listillo español cómo todas esas teorías sofisticadas que tiene sobre la posesión del balón y tal naufragan contra las rocas del agresivo juego inglés”.
La reacción al arribo de Guardiola a tierras inglesas fue otra entre aquellos cuyos sistemas corporales resisten las embestidas del virus Brexit: “!Qué suerte que tenemos los ingleses de tener entre nosotros al arquitecto catalán del gran Barça, el mejor equipo de los últimos tiempos! ¡Qué afortunados somos de tener aquí en Inglaterra un entrenador cuyos dos clubes anteriores formaron el núcleo de las dos últimas selecciones ganadoras de la Copa del Mundo! Guardiola aportará una inteligencia y un refinamiento nunca vistos en la Premier. Mejorará el City y subirá el nivel de los demás equipos ingleses. Con su ayuda y su ejemplo, volveremos a ser competitivos en Europa”.
En el fútbol, siendo lo que es, absurdamente imprevisible, ambos bandos han tenido motivos esta temporada para conseguir aquello a lo que los futboleros más aspiran: reivindicar sus opiniones o prejuicios. El City empezó como un tren. Guardiola no había tenido un mejor comienzo como entrenador ni en el Barcelona, ni en el Bayern. El City ganó sus primeros diez partidos marcando 30 goles y concediendo solo seis. Los que padecen la brexitis se callaron; los otros celebraron: “¡Por fin un equipo inglés que juega como los mejores del continente!”.
Pero en octubre todo cambió. La derrota por 4 a 0 contra el Barcelona en la Champions ofreció una chispa de optimismo a los que estaban al acecho, atentos a señales de debilidad en el proyecto Pep. Por favor, que sigan perdiendo, pensaban, como si fueran aficionados del Real Madrid cuando Guardiola estaba al mando del Barça.
Pero se recompuso el navío en noviembre, un mes en el que no perdió el City y consiguió la revancha contra el Barcelona, una admirada victoria en casa por 3 a 1. Diciembre, en cambio, fue el mes más cruel con derrotas contra el Chelsea, el Leicester y el Liverpool. La debacle contra el Everton hace una semana redondeó un feliz comienzo de año para los que ansían que Guardiola fracase.
El consenso entre los comentaristas de prensa y televisión ha sido que la defensa del City es un flan, que —para enorme deleite del sector brexitero— Guardiola cometió un error enorme cuando fichó a Claudio Bravo del Barcelona en el verano para remplazar a Joe Hart, el portero titular de la selección inglesa. Muchos se regocijan hoy ante la creciente percepción de que Bravo es el peor portero de la Premier.
Los que disfrutan de las penas de Pep tuvieron otra ocasión de festejar este fin de semana cuando el City desperdició un 2 a 0 a favor y acabó empatando en casa 2-2 contra el Tottenham. Una vez más, el schadenfreude: una vez más se celebró la falta en el City de lo que el sector brexitero se jacta de ver como la mayor virtud del fútbol inglés, la viril rudeza defensiva.