miércoles, 31 de enero de 2018

LA PUTA PELA QUERIDO ,PIQUE TE HA HECHO MEDIO FACHA

Piqué y el clasismo

Piqué, durante la rueda de prensa de su renovación. ALBERT GEAREUTERS
Piqué y el Espanyol se criaron en el mismo distrito: Sarrià-Sant Gervasi. Era imposible, pues, que la declaración del jugador respondiera a un equívoco. La reiteración delataba la intencionalidad de menospreciar al adversario, seguramente como venganza por los insultos de una parte de los aficionados blanquiazules hacia su familia, pero el arma elegida es peligrosa: clasismo.
En las leyes y reglamentos el clasismo no aparece entre las conductas a reprimir en el fútbol, como suelen hacerlo el racismo, la xenofobia, el sexismo o la homofobia, pero, en realidad, obedece a un mecanismo de discriminación similar. Lo peor de la declaración de Piqué no es situar al Espanyol en Cornellà, que, pese a ser un club de la capital, como dice su escudo, es donde juega por razones económicas, logísticas y estratégicas. Muy cerca, en Sant Joan Despí, se entrena todos los días el Barcelona. Lo grave es utilizar a Cornellà, una población obrera del cinturón de Barcelona, como si se tratara de un lugar de categoría inferior. Habría que saber qué piensa de las palabras de su compañero Jordi Alba, jugador de l'Hospitalet que debe su salto a la élite a su paso por el Cornellà tras ser descartado en la cantera azulgrana. O Busquets, de Ciutat Badia, similar a la Ciudad Satélite de Cornellà, pero en la margen del Besós en lugar del Llobregat. Por suerte, con la pelota en los pies no hay clasismo posible.
Recuerdo los partidos que los niños disputábamos en el campo del Rayo Amarillo, a pocos metros del bar del padre de los EstopaLa Española. Posteriormente, fue utilizado por la Fundación Martorell, una gran cantera. Hoy es un improvisado aparcamiento. Se encontraba a la entrada de la Ciudad Satétile, un enjambre de edificios dormitorio construidos durante los planes de desarrollo del alcalde Porcioles, en el inicio de los 60, para absorber a la inmigración. Eso sí fue un desarrollismo clasista, con la creación de guetos donde la mayoría de la población, mi familia, procedía de Andalucía y Extremadura.
Cornellà ha cambiado, como su población, más transversal, y a la que se ha incorporado la segunda inmigración. En lo que no lo ha hecho es en su condición obrera. Con un PSC de vainilla durante años frente al nacionalismo, a su gente le ha faltado representación política, pero lo que no puede tolerarse es una falta de respeto. Si Piqué no la repara, debería hacerlo su club.

martes, 30 de enero de 2018

Contéxtame si puedes. Entrevista a Ignacio Sánchez-Cuenca, por Willy Veleta


'Petrofutbolistas' para La Liga

TARIQ ALALI / REUTERS
Parecía que la noticia causaría algo más de revuelo. No ha sido así. El fútbol ha rotado 359 grados sobre el mismo eje en torno al que se mueve: el negocio. En tiempos, un presidente bajaba al vestuario y ordenaba: "Este juega, ha costado una millonada". También se ha dado el caso de un club que recibía una módica cantidad del equipo local al que visitaba para que sus aficionados viesen jugar a su estrella declinante. En 2016, el Milan ganó la Supercopa de Italia en Doha. Por segunda vez Qatar acogía el torneo. Antes se disputó en Estados Unidos, Libia y China.
La Liga ha firmado un convenio con la Federación de Arabia Saudí para la promoción de sus jugadores. El planeta fútbol no es ajeno a la globalización y a las nuevas oportunidades de mercado. Se equivoca el sindicato AFE al reprochar que el acuerdo impide la formación y promoción de la cantera. Actualmente hay más de 200 futbolistas españoles repartidos por el mundo: Australia, Azerbaiyán, Filipinas, India, Maldivas, Tailandia y Jordania son algunas de las exóticas ligas donde se ganan la vida. Chipre es el campeonato con más españoles. La mayoría no hubieran podido vivir del fútbol sin la globalización.
Los clubes han decidido incorporar a sus plantillas a estas desconocidas promesasárabes. En los 80 venían montones de brasileños tras la estela de los pocos astros. Igualmente había mercadeo alrededor pero ajeno al talento. Y se ha traficado con los sueños de muchos chicos africanos. Este convenio parece serio. La Liga, que ha hecho de intermediaria, ofrece métodos e instalaciones españolas a cambio de esponsorización y patrocinios para los clubes. En Primera lo han aceptado Villarreal, Leganés y Levante. Se rumorea que de los nueve jugadores que llegan a las dos categorías, sólo el del Levante posee cierto nivel. Se llama Fahad Al Muwallad, tiene 23 años y según el sitio web alemán Transfermarkt es el futbolista más caro de Arabia y el 2.184 del mundo.
Asegura la Ser que los equipos percibirán entre uno y tres millones de euros. No está mal por seis meses. Palia agravios. Porque el problema que aqueja al fútbol español es otro: las abismales distancias que los derechos televisivos generan entre los equipos. No es la globalización sino la tiranía del magnate del fútbol y su complaciente satélite en La Liga lo que daña la competición. Pronto veremos una petroLiga itinerante. Entonces el aficionado se planteará con melancolía si el negocio le compensa. Siempre le quedará añorar el barrio y el barro.

EL MONSTRUO SUIZO QUE ECLIPSO A NADAL

Federer consiguió en Australia frente a Cilic su 20º título de Grand Slam
“Es un absoluto sueño, el cuento de hadas continúa”
A sus 36 años, el suizo sigue quebrando barreras. Remontó su partido frente al gigante croata, que hoy debutará como tres del mundo, y con los puntos obtenidos en Melbourne quedó a sólo 155 unidades de Rafa Nadal. Si Roger lo alcanza, será el número uno más veterano de la historia.
Roger Federer, con lágrimas en los ojos, y su sexto título de Australia, segundo consecutivo.
Roger Federer, con lágrimas en los ojos, y su sexto título de Australia, segundo consecutivo. 
Imagen: AFP
Uno, dos, tres, cuatro... veinte. Apenas alcanzan los dedos de las manos y de los pies juntos para contar la cantidad de trofeos de Grand Slam que atesora ya Roger Federer, quien ayer llevó al tenis a una dimensión desconocida con la conquista de su vigésimo grande.
La victoria sobre el croata Marin Cilic por 6-2, 6-7 (5), 6-3, 3-6 y 6-1 significó mucho más que la conquista del Abierto de Australia para el suizo. Así lo demostró el llanto en el que estalló tras recibir su trofeo en el estadio Rod Laver. “Es un absoluto sueño, el cuento de hadas continúa”, señaló antes de romper a llorar como si fuera un novato ganando su primer torneo.
A sus 36 años, Federer sigue quebrando barreras que parecían imposibles. El suizo está habituado a batir récords, pero haber llegado a los 20 Grand Slams constituye un hito tan importante que hasta el propio Federer reconoció haber estado “comido por los nervios” antes de la final.
“Estaba terriblemente nervioso todo el día. Por eso cuando todo terminó sentí tanto alivio”, explicaría luego el suizo, ya más tranquilo y con el trofeo acompañándolo por todos los rincones de Melbourne Park.
Con la victoria de ayer, Federer ingresa al exclusivo “club de los 20” y extiende a cuatro su ventaja sobre el español Rafael Nadal (16 Grand Slams) en la que es tal vez la estadística más significativa del tenis. Ocho Wimbledon, seis Australia, cinco US Open y un Roland Garros lucen en las vitrinas del de Basilea. Por delante suyo solo figuran tres mujeres: la australiana Margaret Court, ganadora de 24 Grand Slams, la estadounidense Serena Williams (23) y la alemana Steffi Graf (22). 
Con su sexto título en Australia –segundo consecutivo–, el suizo se convierte además en el tenista con más trofeos en el Grand Slam inaugural de la temporada junto al serbio Novak Djokovic y al local Roy Emerson. 
Pero las marcas no acaban ahí. Hoy se convirtió a los 36 años y 173 días en el segundo campeón de Grand Slam más veterano en la Era Abierta después del australiano Ken Rosewal, que ganó Australia 1972 con 37 años y 62 días.
El triunfo deja además a Federer a un paso de regresar al número uno del mundo después de más de cinco años. El lunes, cuando se actualice el ranking, sumará 9.605 puntos por los 9.760 de Nadal, eliminado en cuartos de final en Australia. Apenas 155 unidades de diferencia. De conseguirlo, se convertirá en el número uno más veterano de la historia.
Ante Cilic, tal como se esperaba, el suizo afrontó su prueba más dura
del torneo. El croata, campeón del US Open 2014, buscaba revancha tras la final perdida el año pasado ante Federer en Wimbledon. En aquel encuentro, Cilic apenas presentó resistencia por culpa de unas ampollas. Ayer la historia fue muy diferente, aunque el resultado el mismo al de casi siempre. El suizo lidera ahora 9-1 el historial. 
El décimo enfrentamiento entre Federer y Cilic, para empezar, se jugó en un escenario diferente al imaginado. No porque el estadio no fuera el Rod Laver, sino porque los organizadores decidieron desplegar el techo retráctil y encender el aire acondicionado ante el intenso calor y la altísima humedad registrada en Melbourne.
La temperatura marcaba todavía 38 grados centígrados cuando el suizo y el croata salieron al estadio. Después de que la rumana Simona Halep debiera pasar unas horas en el hospital por un cuadro de deshidratación tras perder la final femenina el sábado, la organización aplicó ayer finalmente la muy discutida política de calor extremo.
Federer, mimetizado con el ambiente, salió a la pista prendido fuego y arrasó a Cilic en el comienzo del partido. Volvió loco al croata con todo su repertorio de golpes –slices, drops, globos, subidas a la red– y en 16 minutos ya estaba 4-0. El suizo no le dejaba golpear dos bolas seguidas en la misma posición y ocho minutos después cerraba el set.
En el segundo capítulo, sin embargo, Cilic elevó su nivel y se hizo fuerte con su servicio. Llegaron así al tie-break, donde el campeón del US Open 2014 impuso condiciones para igualar las acciones con un smash. Era el primer set que perdía Federer en todo el torneo. 
Cilic creció en confianza y sus golpes comenzaron a causar cada vez más daño. Sin embargo, Federer dio el golpe en el momento justo para frenar el ascenso del gigante. Quebró para 4-2 tras un error de Cilic y lo gritó con un fuerte “come on”.
El partido volvía a estar en control de Federer, que cerró el set con un ace y volvió a quebrar de entrada en el inicio del cuarto. Sin embargo, Cilic se recuperó cuando perdía 3-1 y con un tenis furioso encadenó cinco games para dar vuelta el set y llevar el encuentro a un quinto y definitivo capítulo.
El croata estaba hecho un torbellino y llegó a disponer de punto de quiebre en el arranque del quinto set. El panorama lucía muy complicado para Federer. “Let’s go Roger, let’s go”, comenzó a gritar el público en la Rod Laver, inclinado claramente por el suizo. Federer escapó y logró quebrar al juego siguiente el potente saque del croata. Todo estaba nuevamente bajo control para el suizo, que puso el pie en el acelerador para no soltar ya a su presa y agigantar aún más la leyenda, si es que cabe tal posibilidad.

lunes, 29 de enero de 2018

LE GANA A SU ETERNO ENEMIGO Y SE VA BARRANCA ABAJO

El River de Marcelo Gallardo se hunde en la Superliga: la comparación con el último puesto del Cholo Simeone

El River de Gallardo no puede hacer pie en el torneo local
El River de Gallardo no puede hacer pie en el torneo local

domingo, 28 de enero de 2018

CIERRE DE UNA EPOCA

Adrenalina
La peluquería quedaba en Almagro, justo en la esquina de Yatay y Potosí. El dueño y único peluquero se llamaba Eduardo, pero en el barrio era más conocido como Engañabaldosas, porque su renguera lo hacía apuntar hacia una para finalmente apoyar el pie en otra. Engañabaldosas estuvo más de cincuenta años en esa esquina, y muchos de sus clientes los consiguió porque siempre tenía en su local el último ejemplar de la revista El Gráfico, además de la colección completa de los años anteriores. Don Eduardo los cuidaba como la reliquia se merecía, y no se los dejaba leer a cualquiera. Había que tener varios años en el barrio y muchos cortes a la “americana” en su viejo sillón para tener derecho a acceder a ese tesoro.
Los miércoles salía El Gráfico y ese era el día más concurrido. El ejemplar nuevo era sostenido por alguno de los clientes que, sentado en una silla desvencijada, compartía con el resto los comentarios sobre las notas o mostraba las fotos a los que lo rodeaban ansiosos. En ese local sólo se hablaba de fútbol y la única excepción permitida eran los números que habían salido a la quiniela, levantada de puerta en puerta por “Lapicito”, otro personaje de esas cuadras que era petiso, delgadísimo y usaba tiradores tan anchos que le permitían enganchar una libreta con tapas de cuerina negra, sucia y desprolija, donde anotaba las apuestas de los vecinos con un lápiz muy finito que calzaba en su oreja o sostenía en su boca, de dientes desparejos y amarillos que parecían más grandes que su lápiz.
Un día no vino más y en el barrio se decía que alguien acertó una cifra que el tipo no podía pagar, pero nunca se supo qué vecino fue el estafado. Lapicito también se cortaba el pelo en lo de Don Eduardo, pero él llegaba con su propio ejemplar de El Gráfico bajo el brazo y, con el mismo lápiz que anotaba la quiniela, señalaba las estadísticas de goleadores, promedios, triunfos locales o visitantes y puntaje de cada jugador. “Siempre fui bueno para los números –se ufanaba–. Mi vieja decía que debería haber sido ingeniero”, y nadie se animaba a contradecirlo.
A veces la tapa de El Gráfico era sobre alguna pelea de Box importante, y por algunos momentos el fútbol cedía su espacio en las charlas. Eran los años de Horacio Acavallo, campeón del mundo en Tokio, cuando le ganó en fallo dividido al japonés Takayama, o meses después en su defensa del título en el Luna Park, frente al mexicano José Alacrán Torres, que le dejó la cara deformada en una pelea intensa que el argentino ganó por puntos en un fallo muy discutido.
Poco antes o poco después, Ringo Bonavena hacía de las suyas contra Goyo Peralta, duelo que fue un clásico de aquellos tiempos, o frente a José Georgetti, apodado “Kid Tutara”, campeón argentino de peso pesado,  pelea que significó mi debut en el Luna Park, cuando tenía doce años y mi padre, el Capitán Soriani, decidió que ya era hora de que me interesara también por el boxeo, deporte que a él lo apasionaba casi tanto como el fútbol. La pelea fue pésima y a partir del 5ª round el Capitán empezó a gritarle a Ringo y al otro “¡¡Bolsas di patatis, bolsas di patatis!!”, expresión de la que solo intuí el significado y que hasta el día de hoy nunca volví a escuchar, pero que tuvo mucho éxito esa noche en aquella tribuna del Luna.
Pocos años después Nicolino Locche volvía loco a Paul Fuji y Argentina tenía otro campeón del mundo. Mi padre admiraba la técnica del gran Nicolino pero prefería los puños de Carlos Monzón, que noqueaba a todo el que se le pusiera adelante y que en 1970 sentó a Nino Benvenutti primero sobre las cuerdas y luego sobre la lona, de la que no se levantó nunca más.
Mi viejo veía una y otra vez los noticieros de la época imitando los golpes y movimientos de quien se había convertido en su nuevo ídolo. Y ensayaba jugando conmigo en peleas que a veces terminaban mal, porqué a él se le escapaba algún golpe que me dolía, o porque yo colaba alguna cachetada que él consideraba irrespetuosa. También levantaba la guardia y se quedaba inmóvil frente al espejo, “como salió Monzón en la tapa de El Gráfico”, repetía el Capitán muy divertido.
Al fútbol de aquellos años no lo rodeaban fortunas ni existían las transferencias millonarias. Los jugadores no esperaban ser vendidos al Barcelona, al Manchester o al Real Madrid y sólo tenían un sueño: salir en la tapa de El Gráfico. Esa foto era la gloria. Alguna vez Roberto Perfumo, siendo jugador de Racing, contó que un domingo a la noche, luego de un clásico contra Independiente, un periodista le anunció por teléfono que sería tapa del próximo número de la revista. El inolvidable Mariscal se emocionaba recordando que no pudo pegar un ojo durante los días previos y que cuando vio el ejemplar con su foto, compró todos los que el canillita tenía: “lo había soñado desde que me puse por primera vez los botines”, afirmaba Perfumo.
Con mi padre coleccionamos El Gráfico hasta entrados los 70. Fue un rito que seguimos compartiendo y disfrutando aún cuando nuestras diferencias políticas comenzaron a distanciarnos. El Capitán la leía con pasión, mientras yo empezaba a cambiar su lectura por otras: Cristianismo y Revolución, Nuevo Hombre, Militancia y algún título más de los que editaban las organizaciones políticas con las que simpatizaba.
Los domingos a la mañana seguíamos yendo juntos al parque Rivadavia, y mientras él fumaba distraído su cigarrillo, hojeando los ejemplares más antiguos de El Gráfico, Así, Goles o Selecciones del Reader’s Digest, yo compraba los libros del Centro Editor de América Latina o algún clásico de Mao y Ho Chi Minh.
Todos ellos, más algunas colecciones de revistas que salieron luego, como Pinap, Pelo, Satiricón o Chaupinela, fueron secuestradas por la policía cuando fui detenido y allanaron nuestra casa de la calle Yatay. Algunos años después, en una de sus visitas a la cárcel de Magdalena, donde me habían llevado, el Capitán Soriani me contó que pudo convencer al oficial a cargo del operativo que no se llevaran la colección de El Gráfico. El hombre, futbolero al fin, y quizás influenciado por la condición militar de mi papá, prefirió dejarlas a pelearse con él, que no dejaba de ser un camarada de armas.
Durante los años en prisión sólo llegaron a mis manos algunos ejemplares de la revista de manera salteada. Por largos períodos la lectura en la cárcel estuvo prohibida, pero las manos solidarias de detenidos “comunes”, o de guardianes más humanos, a veces nos acercaban algún número. Los compañeros del interior o hinchas de equipos chicos siempre se quejaron de que a esos cuadros la revista les daba poca importancia. Y era muy cierto. Las razones del mercado hacían que la editorial centrara su atención en los clubes más importantes, así que River, Boca, San Lorenzo, Racing o Independiente se llevaban las mejores notas, los grandes espacios y las fotos más espectaculares. De todos modos, eso no impedía que luego de su lectura, nos metiéramos en discusiones sobre partidos o jugadores como si hubiéramos ido a la cancha. Es un curioso y buen ejemplo del papel de los medios como formadores de opinión: Un grupo de presos con años de encierro, discutiendo apasionadamente sobre fútbol con sólo haber leído los comentarios de una revista.
El Gráfico acaba de cerrar luego de una larga agonía. Las tapas de la revista que adornaron las paredes de mi cuarto cuando era pibe, las que usé más tarde para forrar mis carpetas de la escuela secundaria o las que pegué en los muros de las celdas a las que me llevó la dictadura ya no estarán en los kioscos.
Nosotros, lectores, nos quedamos sin ellas. Pero los millones de dólares que hay en juego o los miles de seguidores que consigan en las redes sociales, jamás podrán reemplazar en los jugadores esa adrenalina que sintió Perfumo cuando se enteró por primera vez de que saldría en la tapa de El Gráfico.

LA CAIDA DEL PP ARRASTRA AL REAL MADRID QUE SE QUEDA SIN PASTA PARA COMPRAR TITULOS

Forges

UM GRANDE QUE NUNCA SE FOI

Flamengo marca cedo, segura São Paulo e é tetracampeão da Copinha

Rubro-negro consegue abrir o placar no começo, suporta ataque tricolor durante todo o jogo e segue invicto em finais da Copa São Paulo de Futebol Júnior

Final da copinha Flamengo campeão
Flamengo vence São Paulo e comemora título da Copinha no Pacaembu. DIVULGAÇÃO/FLAMENGO

sábado, 27 de enero de 2018

ASENSIO SE DEPILA Y EMBLANQUECE EL ANO

SEGÚN UN ESTUDIO ESTADOUNIDENSE

Depilarse el vello púbico tiene sus riesgos y estos son algunos de ellos

El método que utilices, la frecuencia y hasta la postura que adoptes cuando realizas esta práctica puede influir en la proliferación de lesiones en la zona púbica

Foto: Foto: Istock.

El Real Madrid prefirió no dar muchas explicaciones a la baja de Asensiocontra el APOEL, pero en los medios trascendió el motivo de su ausencia: un problema tras haberse depilado. No es extraño, un estudio de la revista JAMA Dermatology señala que casi un 26% de las personas que eliminan el vello de la zona púbica acaban teniendo alguna lesión asociada a esta práctica.
La dolencia que en ese septiembre de 2017 le impidió a Asensio jugar el partido de Champions es un ejemplo de lo necesario que es tomar precauciones. Así, una vez descritos los hábitos de higiene del vello púbico, la investigación identifica los riesgos que entraña la depilación y ayuda a evitar lamentos.
DEL FÚTBOL A LA POLÍTICA

George Weah, al ataque

El único africano Balón de Oro afronta la aventura de presidir su país, Liberia, con el objetivo de acabar con la corrupción política

Javier Triana

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El nuevo presidente de Liberia, el exfutbolista George Weah, disputa un partido en Monrovia días antes de la toma de posesión.  / ISSOUF SANOGO
El problema de las expectativas es que pueden llenar una mochila muy difícil de cargar. Pero George Tawlen Manneh Oppong Ousman Weah (Monrovia, 1966), que creció en un barrio chabolista de la capital liberiana, que gracias a sus habilidades con el balón logró salir del hoyo de la pobreza, que marcó en casi la mitad de los partidos que jugó en su primera temporada en Europa (con el Mónaco, en 1988), que ha ganado una decena de ligas y copas, que obtuvo el Balón de Oro en 1995 (primer y único africano en lograrlo hasta la fecha) y que fue jugador africano del año en tres ocasiones, no se amedrenta. Con una historia de película de Disney, cómo podría.
“Mi tarea será liderar esta nación de la división a la unidad. No os decepcionaré”, dijo a sus seguidores durante su investidura como presidente de Liberia, el último de sus fichajes. Nunca un internacional liberiano se había sentado en el despacho presidencial, pero es Liberia un país pionero en África: fue el primero del África subsahariana en obtener su independencia, en 1847. También fue el primero en elegir a una mujer como presidenta en todo el continente, en 2005, dos años después del fin de la última de sus guerras civiles.

El relevo de una mujer brillante

Suceder a Ellen Johnson Sirleaf puede ser una tarea complicada para el exfutbolista: aparte de haber sido la primera jefa de estado electa de África, recibió el premio Nobel de la Paz en 2011 y gestionó la reciente crisis del ébola (Liberia fue uno de los países más afectados).
Retrato del nuevo presidente de Liberia. / JOEL SAGET
Además, Sirleaf había estudiado en Harvard y ocupado cargos de responsabilidad en el Banco Mundial y las Naciones Unidas. Este contraste hizo que los votantes se inclinaran por Sirleaf en 2005, cuando Weah optó por primera vez a la presidencia como candidato del Congreso por el Cambio Democrático (CDC).
En esta ocasión, la Coalición por el Cambio Democrático (una unión de tres partidos, entre ellos el CDC, de ideología un tanto indefinida y tendente hacia la derecha) ha logrado la victoria con más de un 60% de los votos en la segunda ronda, con Sirleaf fuera de la carrera presidencial al limitar la Constitución la presidencia a dos mandatos de seis años.
"Para reducir la brecha entre los ricos y los pobres hay asegurarse de que el dinero público no acaba en los bolsillos de los funcionarios"
George Weah
Presidente de Liberia
Y donde Sirleaf falló (en la batalla anti-corrupción y contra la pobreza), Weah espera marcar por la escuadra. “Creo que la manera más efectiva de ayudar a los pobres y de reducir la brecha entre los ricos y los pobres es asegurarse de que los recursos públicos no terminan en los bolsillos de los funcionarios del gobierno”, apuntó al jurar el cargo Weah, que ha hecho de la lucha contra la corrupción su bandera. Lograrlo no va a serle fácil.
Según el último Índice de Percepción de la Corrupción que elabora cada año Transparencia Internacional, Liberia se encuentra a mitad de tabla en cuestión de corruptelas, en el puesto 90 de 176 países analizados, con una nota de 3,7 sobre 10 (España ocupa el puesto 44 con un 5,8).

Contraste vital: premio pese al puñetazo

Mucho trabajo por delante para Weah y los suyos hasta alcanzar al menos un aprobado, aunque el vigésimo cuarto presidente liberiano ya tiene experiencia en imposibles: en 1996 le partió la nariz al defensa portugués Jorge Costa (quien habría proferido insultos racistas contra él) y aun así ganó el Premio al Juego Limpio de ese año.
La celebración multitudinaria el día de la toma de posesión como presidente del país. / AFP / ISSOUF SANOGO
En Clara, la favela de la capital liberiana donde Weah creció a cargo de su abuela, la gente se ve representada en él y creen que dará la batalla por personas desfavorecidas como ellos. Al menos, les regaló algunas alegrías frente al televisor mientras el ahora presidente pateaba un balón en distintas parte del mundo cuando varias guerras civiles arrasaban el país. Aunque George se libró de sufrirlas de manera directa al estar jugando en el extranjero, no se olvidó de Liberia y se involucró para ayudar a los afectados. Llegó a ser embajador de buena voluntad de la ONU para la causa.
Y eso que todo parece haber empezado por casualidad: llegó al Mónaco porque el entonces seleccionador camerunés era francés y supo de su destreza a finales de los 80. Se lo recomendó a Arsene Wegner, que por entonces estaba a cargo del conjunto monegasco, y el equipo del Principado lo contrató.
Weah alargó su carrera deportiva hasta los 37 años. Hoy no ha olvidado su pasión por el fútbol. / AFP / ISSOUF SANOGO
Su capacidad de trabajo y su puntería con la pelota le llevaría después a París, a Milán (a las órdenes de Fabio Capello y compartiendo vestuario con Roberto Baggio), a Londres, a Manchester, donde algunas fuentes aseguran que el delantero liberiano alternaba su carrera de futbolista con la de pinchadiscos en las discotecas de esas ciudades. No así en Marsella, en el ocaso de su carrera, o en Abu Dhabi, donde jugó hasta retirarse, a los 37 años.

Otros deportistas metidos en política

Ahora, con 14 más y tras una vida de éxito improbable, toma las riendas del país. La política no es una novedad en su carrera: tras presentarse como candidato a presidente en 2005, y a vicepresidente en 2011 (en ambas ocasiones, de manera fallida) se había convertido en senador en 2015, engrosando una larga lista de deportistas de élite que se metieron a política. Como Romario (senador en Brasil desde 2015) o Manny Pacquiao (diputado en Filipinas entre 2010 y 2016, y senador desde 2016). O como aspira a hacer el corredor etíope Haile Gebrselassie en su país.
Pero George les ha ganado la galopada hasta la cima del poder ejecutivo. Ahora solo falta por ver si su velocidad, su regate y su capacidad de anotar sirven de algo en ese otro estadio. Weah vuelve al césped.