viernes, 29 de junio de 2018


Todo un Argentina-Francia suena a clásico del fútbol, a partidos épicos en busca del título mundial. Pero no, estos dos campeones del mundo tan solo se han citado en dos torneos mundialistas y ambas fueron en la fase de grupos. Se acaban de cumplir 40 años del último duelo. Vamos a repasar cómo y cuándo se midieron, los sudamericanos parten con un mejor balance de cara a los octavos de final de Rusia.
PRIMER DUELO: MUNDIAL DE URUGUAY 1930
Contexto
No existía la expectación actual, pero sí había cierta tensión por saber quién iba a ser el primer campeón del mundo. Tan solo participaron 13 selecciones en el torneo y por primera vez, al ser el primer mundial de la historia, no hubo una clasificación previa. Nueve de los trece participantes eran del continente americano, tan solo Bélgica, Francia, Rumanía y Yugoslavia se atrevieron a cruzar el charco. Los grupos se confeccionaron de la siguiente manera: cuatro grupos y el mejor de cada uno pasaba directamente a las semifinales. Qué pensarían aquellos futbolistas al ver el actual formato o el que se quiere implantar en Qatar. Los locales eran los grandes favoritos al título, pese a estar tan solo en 1930 ya habían logrado seis Copas de América y dos títulos Olímpicos.
Partido
Como hemos dicho antes, el Mundial de 1930 se dividió en cuatro grupos; tres de ellos con tres equipos y un último con cuatro. En el más numeroso estaban Argentina, Chile, Francia y México. La selección argentina partía como una de las favoritas al título, para en 1930 ya llevaba ganadas cuatro Copas de América y había sido dos años atrás subcampeona olímpica, perdieron la final ante Uruguay. Francia, sin embargo, no tenía ese palmarés. Su papel en los Juegos Olímpicos no había sido positivo, venían de quedar eliminados en 1928 en primera ronda en Ámsterdam. El primer partido en la historia de los mundiales fue un Francia-México celebrado en Montevideo. Resulta curioso que el equipo local no jugara hasta cinco días después. El francés Lucien Laurent tiene el honor de haber anotado el primer gol en la historia de los mundiales, Francia terminaría derrotando por 4-1 al equipo mexicano.
El segundo duelo del grupo fue el Argentina-Francia. Sí, los franceses disputaron dos encuentros seguidos y dos días después de haber vencido a México. El partido se celebró un 15 de julio en Montevideo, muchos argentinos viajaron con su selección y un tanto de Luis Monti a nueve minutos del final decantó la victoria para los sudamericanos. Francia perdió ante Chile y Argentina logró otras dos victorias que le llevaron hasta las semifinales. Ahí derrotó por 6-1 a los Estados Unidos pero en la final cayó ante Uruguay por 4-2. 30.000 argentinos asistieron al partido definitivo. La final se disputó con dos balones, uno en cada parte, cada selección eligió uno. Así es como Argentina quedó subcampeona en el primer Mundial de la historia, y Francia al menos tiene el honor de haber participado en él y haber anotado el primer gol mundialista.
SEGUNDO DUELO: MUNDIAL DE ARGENTINA 1978
Contexto
Dos años antes de la celebración del Mundial, Jorge Videla se convirtió en presidente de Argentina gracias a un golpe de estado. No era la situación idónea para celebrar un acontecimiento así, había muchas dudas alrededor de la dictadura militar. Si en 1930 había tan solo 13 participantes, por increíble que parezca en 1978 tan solo hubo tres más, a partir de aquí el número se incrementó. El método de clasificación es distinto al actual: pasaban los dos mejores de cada grupo y después se volvían a hacer dos grupos con cuatro selecciones. Posteriormente los mejores de cada uno iban directos a las final. No se complicaron demasiado.
Partido
Las dos selecciones vivían realidades muy distintas. Argentina tenía la presión social, política y deportiva de ganar el Mundial, sin embargo Francia, que había estado ausente 12 años de una cita mundialista, acudía al torneo con esperanzas de hacer un buen papel. Como ya ocurriera 48 años atrás, ambas se encontraron en la fase de grupos, junto a ellas estaban Italia y Hungría. Lo podríamos denominar el grupo de la muerte. En Argentina aún se tenía en mente la polémica ausencia de Maradona, para los franceses los días anteriores tampoco habían sido fáciles. Días antes de viajar a Sudamérica el seleccionador galo, Michel Hidalgo, sufrió un intento de secuestro. Los secuestradores simplemente intentaron frenar el Mundial del 78 debido a la represión que sufría Argentina, todo quedó en un susto.
En el primer partido del grupo Francia perdió ante Italia y Argentina venció a Hungría, el segundo partido era vital para los europeos. Es posible que aquel Mundial le llegara pronto a esa magnífica generación francesa que pocos años después asombraría al mundo, los Rocheteau, Six, Platini, Lacombe, Battiston o Tresor no debían envidiar demasiado a los Fillol, Ardiles, Houseman, Kempes, Tarantini, Pasarella o Luque. Los locales vencieronn 2-1 en el Monumental y Francia dijo adiós a la siguiente ronda, anotó Platini de penalti pero Pasarella y Luque sentenciaron. De todas formas, la semilla de una gran Francia ya se había plantado. Argentina fue avanzando en el torneo  y terminó derrotando a unos Países Bajos sin Cruyff en la final. Todos recordarán aquel como el Mundial de Kempes, seis goles anotó el delantero.

miércoles, 27 de junio de 2018

JAMAS VUELVAN A PISAR RUSIA NI PARA JUGAR AL FÚTBOL ,NAZIS DE MIERDA

LA MAFIA DE FLORENTINO Y EL GOBIERNO DEL PP CONTROLA EL FUTBOL ESPAÑOL

La gravísima acusación de Di María al Real Madrid

El futbolista argentino denuncia que el club blanco no le dejó jugar la final del Mundial 2014




Entre otras cosas, por la amenaza del club blanco, que en ese momento negociaba su adiós y no quería que una grave lesión truncase su marcha del Madrid. El propio
 Di María lo desvela en una carta escrita en The Player's Tribune.Lo que desde hace cuatro años era un rumor intenso, se confirmó en junio de 2018. Di María no jugó la final del Mundial 2014 por las presiones del Real Madrid. El futbolista argentino llegó al partido con una lesión en el recto anterior del muslo derecho, y aunque quiso forzar para estar presente en el partido más importante de su carrera, no fue posible.
«Si me rompo, déjenme que me siga rompiendo. No me importa. Sólo quiero estar para jugar”. Y ahí estaba, poniéndome hielo en la pierna, cuando el médico Daniel Martínez entró al cuarto con un sobre en la mano y me dijo: “Ángel, mirá, este papel viene del Real Madrid”.
“¿Cómo? ¿Qué me estás diciendo?”, le dije. Me contestó: “Bueno, ellos dicen que no estás en condiciones de jugar. Y nos están forzando a que no te dejemos jugar hoy”.
Inmediatamente entendí lo que estaba pasando. Todos habían escuchado los rumores de que el Real quería comprar a James Rodríguez después del Mundial, y yo sabía que me querían vender para hacerle lugar a él. Así que no querían que su jugador se rompiera antes de venderlo. Era así de sencillo. Ese es el negocio del fútbol que la gente no siempre ve.

Le pedí a Daniel que me diera la carta. Ni siquiera la abrí. Solamente la rompí en pedacitos y le dije “Tirala. El único que decide acá, soy yo».

martes, 26 de junio de 2018

que llamen a la "guardia mora" del caudillo

Llamen  al Cholo

Mundial 2018

David de Gea observa el balón en una jugada del partido. OZAN KOSEAFP-PHOTO

En la actualidad, España no es sino una inmensa Zona Cero donde se amontonan los escombros de la época gloriosa. Hay, sobre todo cuando la pelota pasa por Isco Iniesta, ínfimos detalles, mínimos recordatorios de lo que antaño fue este estilo. Pequeños destellos de belleza, como diría Jep en la conciencia de su miserable finitud. Pero el balance general es espantoso.El segundo gol marroquí, con esa estatuaria actitud que ha consagrado De Gea cuando observa como un ornitólogo los balones que vuelan hacia el fondo de su arco -estará intentando paradas telepáticas, como Uri Geller-, no hizo sino confirmar todas las malas impresiones que gravitaron sobre España durante su segundo pestiño consecutivo. Esto no lo mitigó el empate, ni aun tratándose de un golazo de listo de área, el de Aspas. Ni tampoco el primer puesto en la clasificación, conseguido casi por casualidad gracias a que Portugal, si se le desmocha a CR, completa el engendro bicéfalo ibérico que ha hecho de este grupo el menos atractivo de todo el campeonato.
Dos centrales campeones del mundo, Piqué Ramos, dos veteranos ganadores y bregados en todos los estadios de Europa, parecen, en el desorden, dos novatos al borde de un ataque de ansiedad. Del portero, que redondea una vulnerabilidad en la línea de fondo con la que no se puede llegar a ninguna parte, mejor no decir nada más para que no parezca ensañamiento con un futbolista que saldrá del Mundial con la carrera y la reputación gravemente averiadas -salvo por una parada, ha entrado todo lo que le han tirado entre los palos-.
Y la rumiante sucesión de pases ejecutados a un ritmo como de anciano cruzando el paso de cebra ni siquiera garantiza ya esa modalidad defensiva de 'catenaccio' que era la habilidad para la posesión eterna, para dar 317 pases seguidos sin perder el balón: el gol de Boutaib demuestra que este centro del campo se deja robar, y cuando lo hagan centrocampistas como los de Croacia, cada pérdida en medio de esa indiferencia pastueña que es el temperamento español supondrá un gol ante el pasmo de De Gea. Esterilizado el tiqui-taca, España necesita un plan B, una corrección de principios. Y he aquí donde nos encontramos con un técnico interino, accidental, que no tiene proyecto, ni tiempo, ni legitimidad para cuestionar la sagrada manera con la que España creía haber encontrado un estilo definitivo que en Brasil, en un grupo con más nivel, ya advirtió de su agotamiento.
Para meter nervio, intensidad, uno miraba de reojo a Koke Saúl, a los gladiadores del cholismo. A lo mejor resulta que, aunque sea para morir con algo más de dignidad y para no consentir que el rival te pegue hasta cuando la pelota no está en juego, esta selección de la que se dice que bascula entre el Madrid y el Barsa necesita una inyección de Atleti. Llamad a Simeone, podríamos decir, como cuando don Vito pidió llamar a Luca Brasi.
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Luis Rivas
Albergar un Mundial es un hito para el país organizador. Reunir los votos suficientes para ser elegido precisa, además, de la presentación de unas infraestructuras impecables y una importante labor de 'lobbying'. Si hace décadas la influencia de la política era el factor principal, hoy son los réditos económicos los que decantan la balanza.
La troika Canadá, Estados Unidos, México salta alborozada cuando su candidatura conjunta derrota a Marruecos por la celebración de los mundiales de 2026. Los informadores recalcan que los vencedores habían prometido a la FIFA unos beneficios de 14.000 millones de dólares. "Los mundiales más lucrativos de la historia", afirman. Marruecos había prometido "solo" cinco mil millones.
En la imagen de la derrota, los delegados marroquíes se echan las manos a la cabeza. Pierden una oportunidad de oro para convertirse durante más de un mes en el centro de la atención mundial. Pierden patrocinadores, posibilidades de inversión exterior, clasificarse sin pasar eliminatorias previas… es una derrota deportivo-diplomático-político-económica que Marruecos sufre, por cierto, por tercera vez.
Pero volvamos a la política. México y Canadá son, a ocho años del evento, dos enemigos comerciales del actual mandatario de la Casa Blanca. En el caso del país centroamericano, para Donald Trump se trata de algo más que un rival económico. La nueva diplomacia de EEUU, o la 'no diplomacia', fue sorprendida en plena resaca tras la 'cumbre' de Donald Trump con Kim Jong-un. El 'twitopresidente' improvisó un mensaje sin euforia, de circunstancias, como si no se hubiera enterado de que su país concurría a la celebración del 2026.
Nadie, tampoco él, sabe quién será el ocupante de la Casa Blanca en ocho años. Pero a Trump no se le escapará la importancia que tal acontecimiento supone para el 'softpower' de un país.
La diplomacia del fútbol, o la política de influencia a través del balón, es un arte que el emirato de Catar ha explotado al máximo en los últimos años. La pequeña potencia del Golfo Pérsico (o Golfo Árabe) gastó millones de gasodólares para hacerse con el campeonato mundial de fútbol de 2022. ¿Un mundial en pleno desierto? Todo es posible en el mundo de la FIFA. Catar también se ha convertido en un actor determinante en la transmisión televisiva de los derechos futbolísticos, y es el dueño del principal equipo francés, el París Saint Germain, donde juega el astro brasileño, Neymar.
La concesión de la organización del 2022 a Catar fue objeto de críticas por sospechas de corrupción. El caso salpicó además a los dirigentes de la FIFA en ese momento, como el exjugador francés, Michel Platini, e incluso al expresidente francés, Nicolas Sarkozy, a quien se le reprochaban sus lazos con la familia real catarí.
Сatar no está clasificada para el Mundial de Rusia, pero su actual enemigo en el mapa de la geopolítica del Golfo, Arabia Saudí, sí. Y Ryad no quiere dejar pasar la oportunidad para utilizar su presencia en el grupo del anfitrión para contrarrestar la influencia deportivo-diplomática de su vecino y rival. Arabia Saudí, además, ha sido acusada por Doha de piratear la señal de televisión que de la que los сataríes son propietarios para distribuir las imágenes del campeonato.
Es más, hay quien asegura que Arabia Saudí va a hacer todo lo posible para echar abajo la organización del Mundial de Fútbol de 2022 en Сatar.
Si para el prusiano Von Clausewitz "la guerra es la continuación de la política por otros medios", se podría decir que el fútbol es hoy el medio para hacer la guerra a pelotazos.
La guerra del fútbol ha pasado a la historia por el partido que enfrentó a el Salvador y Honduras en las eliminatorias para el Mundial de 1970. En encuentro se celebró menos de un mes antes del conflicto armado que opuso a los dos países. No tenía nada que ver con el juego, pero los reporteros de la época bautizaron así el acontecimiento y el partido ha pasado a la historia como si los jugadores se hubieran caído a palazos en la cancha y hubieran provocado por ello esa guerra.
El fútbol como terreno de juego político ha tenido otros ejemplos. Una de las imágenes más tristes del fútbol internacional es la del encuentro entre el Dínamo de Zagreb y el Estrella Roja de Belgrado, del 1e de mayo de 1990. Los croatas del Dínamo y los serbios de Belgrado se enfrentaron violentamente en las gradas y en el terreno de juego, en un presagio de la guerra civil que desmembraría a la antigua Yugoslavia, tras una de las más cruentas guerras protagonizadas por europeos.
La utilización propagandística del fútbol, la recuperación política de un acontecimiento deportivo no podía escapar a los regímenes dictatoriales. La Argentina de Jorge Videla y su Junta militar 'ganaron' su campeonato en 1978, pero eso no les sirvió para blanquear sus asesinatos, ni en el interior ni en el extranjero. Es más, celebrar un Mundial mientras se asesina a opositores y se encierra incluso a futbolistas es una operación que pone en evidencia y multiplica internacionalmente la perversidad de un régimen.
Perversa fue también la política 'futbolística' del régimen de Augusto Pinochet, que, mientras degollaba opositores, presionaba al combinado nacional elegido para las eliminatorias del campeonato que se celebraría en Alemania, en 1974. La víctima principal fue Carlos Caszely, uno de los pocos futbolistas que pasará a la historia por sufrir las consecuencias de su compromiso político.
El Estadio Nacional de Santiago se convirtió solo un día después del golpe militar del 11 de septiembre del 73 en un inmenso campo de detención de "opositores" al putsch. En sus galerías interiores se torturó y asesinó a cientos de personas.
La selección chilena había obtenido un empate a cero en Moscú, en la eliminatoria que le enfrentaba a la URSS. El partido de vuelta estaba previsto para el 21 de noviembre en el Estadio Nacional de Santiago. Los soviéticos pidieron jugar en un campo neutral, pero los dirigentes de la FIFA de entonces consideraron que las condiciones en la cancha eran satisfactorias. El partido se jugó sin adversario. Moscú no envió a su equipo. El encuentro duró dos minutos; el tiempo que se empleó para conducir el balón desde el centro del campo hasta el arco vacío del rival ausente. Chile estaba clasificada. Caszely y Valdés —otro futbolista de izquierda— se acercaron a la grada para recordar a "los que deberían haber estado allí".
Cuando Pinochet recibió al combinado nacional para felicitar a sus componentes, "el chino Caszely" le negó el saludo y le habló de la situación en el estadio y en el país. El sátrapa se tapó los oídos con las dos manos. La madre del jugador fue torturada brutalmente como castigo a su hijo. Desestabilizado, Caszely fue expulsado en el primer encuentro de la fase preliminar de Alemania por un puñetazo al local Berti Vogts. La prensa pinochetista babeó de placer titulando, "Caszely, expulsado por no respetar los derechos humanos".
En la historia del fútbol durante la negra era de la Operación Cóndor, otra figura sobresale, esta vez en Brasil. Sócrates no podrá ver estos días a su Seleçao. El icono futbolista que convirtió al Corinthians en un equipo autogestionado y reinvindicativo de la democracia, murió en 2011, a los 57 años. Doctor en pediatría, intelectual, fumador y bebedor, Sócrates fue de los primeros que supo utilizar el terreno de juego como escenario político, con bandanas, afiches y banderolas reivindicativas.
El compromiso político de algunos futbolistas se ha ido difuminando. Por una parte, es un signo positivo: hay menos regímenes dictatoriales en el planeta. Pero también hay que reconocer que sería mucho más difícil hoy mantener un perfil de compromiso político cuando se representa no solo a un club pensado esencialmente para el negocio, sino a decenas de patrocinadores comerciales que no aceptarían mezclar su imagen con defensores de causas 'extradeportivas'.
Solo en algunos países y en ciertas circunstancias, un futbolista, eso sí, jubilado, pude dedicar su retiro deportivo a la política. El caso más exitoso es el de George Weah, estrella del Milán, Chelsea y París Saint Germain, que ocupa ahora la Presidencia de su país, Liberia. Por cierto, no clasificado para Rusia.

lunes, 25 de junio de 2018

LLORA,LLORA URUTAÚ,POR LAS CUESTAS DEL TACUY,D10S HAY UNO SOLO Y ERA UN NEGRO VILLERO Y NO UN CULIAO ROSARINO

EN BRASIL LE DICEN "CAI-CAI"POR SU FAMA POR MENTIR EN LAS CAIDAS


La aplastante crítica de Cantona a Neymar

El galo usó una imagen de Sócrates para atizar a la estrella brasileña: «¡Déjanos amar a Brasil como solíamos hacerlo!»


Eric Cantona, en su nuevo papel como comentarista de la actualidad futbolística, no gusta ni de medias tintas ni de callar lo que pasa por su cabeza. El que fuera genial jugador francés mantiene intacto su carisma y su fuerte carácter a la hora de repasar las noticias que genera este deporte, implique a quien implique.
Los últimos señalados por Cantona han sido la selección de Brasil y su gran estrella, Neymar. Solo una semana después de criticar con sorna el nuevo peinado del futbolista del Paris Saint-Germain, en un mensaje que se hizo viral, el francés ha tirado una dolorosa pulla a la estrella del combinado brasileño por su discutible comportamiento.
Junto a una fotografía de Sócrates, mítico jugador de la selección canarinha, Cantona ha escrito: «No más engaños, no más lágrimas de cocodrilo, no más narcisismo. Déjanos amar a Brasil como solíamos hacerlo».
Cantona se refería al intento de engaño de Neymar al simular un penalti contra Costa Rica que el VAR posteriormente corrigió, a sus lágrimas sobre el césped al acabar el partido y a su egocentrismo.

No es la primera vez que el francés ataca a Neymar, al que colocó en el centro de su diana después de fichar por el PSG, movimiento que criticó con suma dureza.