sábado, 29 de septiembre de 2018

EL MANDRIL YA COME ANANAS

El crédito faraónico de Florentino Pérez

La Asamblea Extraordinaria de Compromisarios del Real Madrid aprueba endeudar al club durante 25 años para reformar el Bernabéu

<p>Florentino Pérez</p>
Florentino Pérez
LUIS GRAÑENA

Dentro de aproximadamente 25 años, el presidente del Real Madrid que ostente el cargo en ese momento, que por edad no parece que vaya a ser ya Florentino Pérez, tendrá que seguir pagando el crédito de 575 millones de euros que va a pedir el equipo blanco a la banca para remodelar el Santiago Bernabéu. El actual máximo dirigente merengue pretende dejar en herencia un estadio más moderno, acorde a los tiempos actuales, pero también va a obligar a sus sucesores a afrontar anualmente un pago de unos 25 millones durante una larga época.  Una operación importante en la que apenas ha participado el 1,17% del total de los socios porque la junta directiva se negó a convocar un referéndum en el que pudiese votar toda la masa social. ¿Ha sido una decisión legal? Sí. ¿Debería de haberse tomado de otra forma? Muchos piensan que también.
Además de por el palmarés deportivo, Florentino quiere ser recordado en la historia del club como el hombre que creó el Bernabéu del siglo XXI. Desde 2004 lleva intentando sacar adelante su sueño, un recinto con una estética renovada y más equipamiento que incluya una cubierta retráctil, un proyecto que algunos aficionados discuten teniendo en cuenta el coste que supone y que no conlleva un aumento del aforo. La idea original del mandatario era que el dinero necesario lo pusiera un inversor a cambio de permitir que el estadio tuviera un nombre comercial. De hecho llegó a un acuerdo en 2014 con el fondo de inversión IPIC, de Abu Dabi, que se comprometió a aportar 400 millones. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid atendió dos recursos contra el Plan General de Urbanismo aprobado por el Ayuntamiento y lo anuló. El proyecto aprobado finalmente no incluía, por ejemplo, el hotel previsto en un principio e IPIC, que sufría al mismo tiempo problemas empresariales particulares, aprovechó una cláusula del contrato y se echó para atrás. Una decisión que el Real Madrid ha denunciado ante la Corte Internacional de Arbitraje de París, que debe emitir un fallo próximamente.
Al no encontrar, por el momento, otro inversor, Pérez ha decidido endeudar al club para afrontar una obra que comenzará en 2019 y que durará tres años y medio. Y para ello ha tenido que pedir la preceptiva autorización a la asamblea de compromisarios, tal y como recogen los estatutos, al exceder la cuantía del préstamo el 20% del presupuesto del club. “Hoy la financiación es más barata, se dan las condiciones para financiar el proyecto”, ha defendido el presidente blanco. En él se invertirán 300 millones en la obra civil, 100 en el equipamiento tecnológico y 125 en mejoras de instalación interior y del entorno. El coste total previsto es de 525 millones, pero la Junta ha solicitado permiso para pedir hasta 575 con el fin de guardarse las espaldas ante los posibles sobrecostes. El plazo de amortización del crédito puede llegar hasta los 35 años, con un interés fijo de entre el 2,5 y el 3%. “Eso nos supondrá pagar 25 millones al año, que es menos del 4% de los ingresos que tuvimos la pasada temporada”, aseguró Florentino, quién aclaró que ninguna empresa del grupo ACS, de la que también es presidente, podrá participar en la remodelación. Sin embargo no dio detalles sobre qué avales se usarán en la operación ni si el dinero se obtendrá de una sola operación o de varias.
Una decisión trascendente en la historia de la entidad que fue aprobada en una Asamblea Extraordinaria de Compromisarios a la que tenían derecho a ir 1.993 socios, pero a la que sólo acudieron 1.200. Y de ellos, en el momento de la votación, hubo más de 100 que se fueron. De una masa total de 93.606 socios, apenas dieron el visto bueno a la propuesta 1.017 personas. En contra votaron 57 socios y hubo 23 abstenciones.
Ese problema de la escasa representatividad en la decisión lo han querido evitar, sin suerte, distintas agrupaciones de socios madridistas. Una de las que más se ha significado a favor de que todos los socios pudieran expresar su opinión es la Asociación Socios del Real Madrid (ASRM), que representa a unos 1.000 afiliados a la entidad, y que mandó días antes de la Asamblea un escrito al club en el que se instaba a la directiva a que permitiera esta posibilidad. Basaba su petición en que el punto 6, letra b, del artículo 31 de los estatutos de la entidad, que reserva a la Asamblea “la facultad de convocar un referéndum entre los socios con derecho a voto a fin de decidir sobre los asuntos en que legal o estatutariamente sea necesario, o sobre aquellos otros que, por su especial trascendencia, así lo proponga la Junta Directiva”. Florentino afirmó en el acto (sin que venga especificado en los estatutos) que “ese punto se reserva únicamente para la opción de convertir el club en sociedad anónima”.
La petición fue rechazada por el club, algo que lamentan en la ASRM. Un portavoz, que prefiere mantener el anonimato “para evitar problemas”, señala que “desde el club siempre dicen que el Madrid es de sus socios. Pero pensamos que es más justo decir que es de sus socios compromisarios. El resto pinta poco. Era una ocasión bonita de involucrar a todo el mundo en una decisión de gran responsabilidad, pero no quisieron que fuera así”. La decisión del Real Madrid contrasta con la que tomó en 2014 el FC Barcelona, que sí permitió votar a la totalidad de sus socios en un referéndum en el que se les pidió su aprobación para la remodelación del Camp Nou y la construcción de un nuevo Palau Blaugrana.
En la contestación del club al escrito presentado por la ASRM, el secretario de la Junta, Enrique Sánchez, especificó que la propuesta de la Junta Directiva “en absoluto supone ni pone en riesgo de conversión o transformación en sociedad anónima deportiva a nuestro club”, una aseveración que sorprendió a los miembros del colectivo de aficionados ya que ellos no hicieron ninguna mención a esa posibilidad en el documento enviado a la entidad. Esta situación, la de la posible conversión a S.A., preocupa a algunos socios madridistas, que creen que el alto endeudamiento que va a afrontar el club puede desembocar en ello, a pesar de que Florentino lo ha descartado en numerosas ocasiones. Sin ir más lejos, en la Asamblea Extraordinaria afirmó que “ya en el año 2000 me decían que me quería quedar con el club y lo que hice fue avalar 147 millones de euros porque la deuda era enorme”. Hay que recordar que el Real Madrid, junto al Barcelona, Athletic y Osasuna son los únicos clubes en España que no son sociedades anónimas.
Otro colectivo de aficionados del Real Madrid, Valores del Madridismo, responde a CTXT de forma muy contundente a este respecto. “Pensamos que vamos de cabeza a una SAD. Llegado el momento de la conversión, Florentino meterá las acciones en una Fundación diciendo que es para preservar el capital de posibles inversores extranjeros y lo que hará es ir comprando a los socios sus acciones. Se quedará como accionista mayoritario y les dirá a los socios que pueden seguir yendo al fútbol con un abono que posteriormente les irá quitando conforme vaya haciendo el estadio más a la medida de turistas y vips. Porque el abono no pertenece al socio sino a la SAD”.
En Valores del Madridismo opinan que “los compromisarios que tomaron la decisión de endeudar al club posiblemente no fueron conscientes de que un club y sus socios, o una empresa y sus socios, no son realidades distintas. Si una empresa de la que cualquiera de nosotros es socio se endeuda, nosotros nos estamos endeudando en la misma medida, por la sencilla razón de que somos socios de la empresa. En este caso somos socios del Real Madrid. La gente debería saber que cuando salieron de la Asamblea y se fueron a su casa a ver a su mujer y a sus hijos, lo primero que debían haber hecho al llegar es decirles ‘ahora tengo una deuda de X euros’. Y cuando le preguntaron por qué, tendría que haber contestado, ‘porque soy socio del Real Madrid, que tiene una deuda cada vez mayor”.
Desde la Asociación de Socios del Real Madrid prefieren ser más cautelosos. “Es la eterna cuestión. Evidentemente, el estadio nos va a endeudar. Pérez dice que la cantidad que hay que devolver anualmente no va a suponer ninguna carga para el club, pero a lo mejor el día de mañana las cosas se disparan, la situación financiera mundial se puede ver alterada con otro caso parecido al de Lehman Brothers y a lo mejor nos podemos encontrar con problemas económicos. Y a partir de ahí, que esta ‘tormenta perfecta’ desemboque en la conversión del club en sociedad anónima deportiva. La directiva insiste que no se dará pero es una posibilidad que está ahí”.
De hecho, con decisiones como el endurecimiento de los requisitos para presentar una candidatura a presidente del Real Madrid, que ha provocado que no se celebren elecciones desde 2006, o esta última de negarse a convocar un referéndum para que fueran todos los socios los que decidieran sobre la reforma del estadio, hay quien piensa que, sin serlo, el club tiene en su funcionamiento algunos ademanes de sociedad anónima. Así lo creen en la ASRM.
"Hay ciertos ‘tics’ que desde luego se deberían maquillar un poco, porque huelen a cacicada. Esa es la percepción que tenemos algunos socios. A los que no están de acuerdo con la línea oficial del club se les criminaliza, se le pone a los pies de los caballos y se les dice, como a los que presentaron la carta pidiendo el referéndum, que estaban al servicio de intereses que están en contra del Real Madrid. Da la sensación que se quiere un pensamiento único y que el que no lo sigue es un enemigo del club. Eso es lo que suele pasar en muchas sociedades anónimas deportivas, que tienen a un dueño que no quiere que haya voces disidentes ni que le creen problemas”.
En la ASRM no creen que el momento elegido para plantear esta petición a la asamblea de socios compromisorios haya sido casual. “Si la propuesta de endeudarse para reformar el estadio la hacen en una época en la que acabas de echar al entrenador, el equipo va séptimo en la Liga y eliminado de la Champions, pues posiblemente se la echaran para atrás. Pero si han decidido hacerlo ahora es porque estamos en un momento muy bueno en el plano deportivo, hay paz en el club, y seguramente cualquier referéndum que plantee la directiva lo gana por amplia mayoría. Por eso nos ha dolido la negativa a nuestra petición, porque entendemos que no hubiera pasado nada si se hubiera implicado a toda la masa social”.
Una de las cosas que llama la atención es el coste económico tan alto que va a suponer realizar la remodelación, superior al que han tenido estadios nuevos. El Allianz Arena de Munich costó 340 millones; en el Wanda Metropolitano se invirtieron 240; y en el nuevo San Mamés el gasto fue de 186. Es cierto que también los ha habido más caros, pero fueron construidos desde cero. “Nos parece una inversión elevada para una reforma, pero también está en un sitio estratégico, en el centro de Madrid, y Pérez no quiere pasar a la historia como el presidente que sacó el Bernabéu del Paseo de la Castellana. Ya sabemos cómo funciona el tema de la construcción, las UTEs, las empresas que se asocian… Esperemos que no haya muchos sobrecostes y que no nos pase como al Tottenham, que inició su nuevo estadio con un presupuesto de 400 millones de libras esterlinas y va ya por 900”, explica el portavoz de la agrupación de socios merengues.
Puestos a vender las bondades del nuevo Bernabéu, Pérez asegura que con la ampliación del actual museo, la construcción de una nueva tienda oficial de productos oficiales y el alquiler de diversos espacios comerciales, se conseguirán unos ingresos extras que alcanzarán los 150 millones anuales, una cantidad que en la ASRM no terminan de ver clara. “Varios socios compromisarios le hicieron esa pregunta en la asamblea y las respuestas fueron muy vagas. No dio ninguna explicación que fuera muy convincente y estamos hablando de una cifra muy alta. Tendría que haber dado argumentos más sólidos y no lo hizo”.
Después de un largo camino, a Florentino sólo le queda adjudicar la obra a comienzos del próximo año y encontrar la financiación, algo que no parece que le vaya a costar mucho teniendo en cuenta el crédito que tiene el presidente del Real Madrid en los bancos. Tras varios intentos fallidos, da la impresión de que esta vez tiene bien atado su objetivo.

AUTOR

  • Ricardo Uribarri

    Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital y Marca. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.

GOIKO Y CLEMENTE DOS HIJOS DE PUTA DE POSTÍN

35 AÑOS DE UNA PATADA TERRORIFICA

YouTube contra Goikoetxea

El pasado lunes se cumplió aniversario de la tremenda entrada del bilbaíno que lesionó a Diego Armando Maradona

Frederic Porta
Goikoetxea y Maradona (Camp Nou, 24 de septiembre de 1983) y la tangana desatada en la final de Copa de 1984.
Goikoetxea y Maradona (Camp Nou, 24 de septiembre de 1983) y la tangana desatada en la final de Copa de 1984.
YouTube contra Goikoetxea, como en los grandes duelos pugilísticos de antaño, batallas con leyenda superior a su relato objetivo. El gigante digital de los archivos filmados ofrece hoy imágenes irrefutables ante las que poco queda por rebatir. Salvo que seas el central vasco, persistente en la tozudez que le hace negar todavía, erre que erre, la evidencia de los hechos.
El día de la Mercè de 1983, hace ya 35 años, generó una de aquellas imágenes que se agarran a la retina del aficionado para siempre. Inolvidables como el mejor de los goles, aunque sean reverso de la moneda. Se vivía la cuarta jornada de Liga 84-85 en el Camp Nou, minuto 59 de juego con 2-0 ya de ventaja local en un marcador que terminaría rotundo en su 4-0. Corría un balón suelto en el centro del capo, muy lejos del área y de cualquier atisbo de peligro. Maradona, de espaldas, quiere controlarlo cuando un ciclón rompe contra su pierna izquierda.
La alevosa e injustificable entrada de Andoni Goikoetxea le causa un diagnóstico médico casi de guerra, firmado tras la intervención realizada por el doctor González Adrio: “Maléolo peroneal afectado, desviación del tobillo, arrancamiento de ligamento lateral interno y subluxación de toda la zona”. Dieguito tardará cien días en reaparecer y al central bilbaíno le caerán 18 partidos de suspensión, de los que cumplirá apenas seis. Menotti, a la sazón entrenador culé, lanza una cruda pregunta retórica desde la sala de prensa: “¿Ha de morir alguien para tomar medidas?”.

El central empecinado

Tres décadas después, por mucho que el vídeo siga erizando el vello, Goikoetxea sigue empecinado. El hachazo le persigue y sale en cada entrevista que concede. Hace tres años, en EL PERIÓDICO, aún comentaba, muy metido en el tópico del vizcaíno sobrado, que “Maradona no se murió en aquella entrada”. En la entrevista, blandiendo un vitriólico sentido del humor, se pavoneaba de que el argentino comenzó a ser alguien gracias a él. Como si el arte del argentino necesitara de ese atentado a la razón y al fútbol.
Años antes, cuando se conmemoraba el centenario blaugrana, ambos protagonistas se las tuvieron tiesas en el plató del programa conmemorativo de TV-3, 'Aquest any, cent!'. El defensa niega la evidencia y la negará hasta la tumba.
Pero la memoria colectiva del barcelonismo no olvida esa y otras tropelías. Para empezar, otra acción suya de juzgado de guardia al amparo de San Mamés que, en diciembre de 1981, rompió el ligamento cruzado de un Bernd Schuster que nunca volvería a rendir igual. Eran tiempos en que el alemán comparaba la visita a Bilbao con “ir a la guerra de Corea”.

Arieta contra Kubala

Por mucho que el relato hable de relaciones fraternales entre rojiblancos y blaugranas, existe otro antecedente que los viejos aficionados tampoco olvidan, aquella carga a plena consciencia del local Arieta contra el ídolo Kubala, a quien, también, destrozó los ligamentos en los primeros años 50. Entonces, aún sin sustituciones, Ángel Mur tuvo que inmovilizar la pierna del húngaro con cartones para que pudiera seguir en el campo. Tampoco Kubala volvería a ser quien fue tras tan violento lance.

La mano de Javier Clemente

Volviendo a los 80, los rifirrafes protagonizados por los leones, entonces dirigidos por Javier Clemente, alcanzaron su momento álgido justo terminar la final de Copa del 84, en el mismo césped del Bernabéu. Tras la victoria vasca por 1-0, gol de Endika, ambos contendientes se enzarzaron en una pelea barriobajera, trufada de patadas voladoras, que parecía terapia de calle generada por la mala sangre acumulada tras los episodios de aquellos años.

viernes, 28 de septiembre de 2018

MACRI Y BOCA,AL CARAJO....CUESTA ABAJO EN LA RODADA,COMO EL MANDRIL CON FLORENTINO

Boca en caída libre: lo eliminó Gimnasia

¿QUIEN LOS ENTIENDE...A LOS HINCHAS?

¿Por qué ser técnico?

LA CLÁUSULA

Simeone, durante la rueda de prensa en la Ciudad deportiva Wanda. Rodrigo JimenezEFE
Valverde ganó Liga y Copa el año pasado. Simeone cogió una barca de remos y la convirtió en una fragata. Lopetegui acaba de llegar y hace nada acaparaba elogios por cómo jugaba su Madrid tras arrollar a la Roma. La semana pasada, el Cholo era cuestionado porque su Atleti había tirado la Liga (o no) y él no evolucionaba. Hoy, Valverde es el asesino del estilo y Lopetegui un sinsangre cuyo equipo se cala ante rivales serios.
Hay algo que me fascina de esta situación, más allá del tino de las críticas (resumiendo: Simeone es un gran entrenador y lo ha demostrado, Valverde es un buen técnico y lo ha demostrado, Lopetegui es una incógnita y merece tiempo para despejarla). Pero lo que me tiene noches en vela (recurso literario, duermo como un bebé) es qué empuja a alguien que no lo necesita a ser entrenador de élite. ¿En qué diablos están pensando?
Hablamos de tres señores que han sido futbolistas de primer nivel, que antes de los 35 ya habían aguantado más presión de la que algunos acumularíamos en tres vidas y, sobre todo, que tienen la vida resuelta. Entonces, se retiran y deciden... dedicarse a la única profesión del mundo que saben que va a acabar mal. Y siempre acaba mal. Siempre.
Porque los aficionados al fútbol somos malos tipos. Egoístas, exigentes sin medida, crueles en la crítica y de memoria frágil. Wenger, quien más ha apurado los límites del amor técnico-grada, acabó siendo expulsado a gritos y pancartas del Arsenal, víctima de su propia obra maestra. Por su culpa, el notable ya no era suficiente, pese a que antes se celebraba el aprobado. Me pregunto si Simeone tiene una foto suya en el despacho, para recordar lo que pasa cuando nunca abandonas el barco.
Entonces, ¿por qué? ¿Por qué la soledad, el sacrificio familiar, los insultos, la presión, la vida en el alero? Por vocación, pasión y (no lo neguemos) un punto de obsesión y competitividad desaforada. Valientes, en todo caso.
Nadie ha hecho más por mi felicidad futbolística que dos técnicos: Luis Aragonés y Simeone. Debería darles las gracias cada día, lo sé... pero volveré a blasfemar cuando el Cholo quite a Rodrigo en el minuto 50. Porque somos malos tipos. Y ellos, unos chiflados.

jueves, 27 de septiembre de 2018

EL SEVILLA DESTRUYE AL MANDRIL Y LO HUMILLA

Los señalados de la derrota del Real Madrid en en el Sánchez Pizjuán

El conjunto blanco fue claramente superado por los andaluces en un partido que deja varias lecturas


Fue la del Real Madrid, en líneas generales, una noche para olvidar. Se frotaba las manos el conjunto blanco tras el petardazo del Barcelona en Leganés y dos horas después se le quedó cara de estupefacción después del repaso que le dio el Sevilla. Una derrota dolorosa por el resultado (3-0) y por las formas, pues hay muchas lecturas negativas de este duelo. [Resumen y goles del partido]

Centrales desajustados

Ni Sergio Ramos ni Varane estuvieron a al altura en Nervión. Estuvieron mal coordinados y los delanteros del Sevilla les amargaron la noche una y otra vez. Salieron retratados en varias jugadas, incapaces de frenar la hemorragia. Ramos, además, parece más centrado en lanzar faltas y en buscar el gol que en evitar los del contrario.

Marcelo, reincidente

El brasileño, salvo algún capítulo aislado, está teniendo un inicio de temporada muy cuestionable. Marcelo falló en la Supercopa de Europa contra el Atlético, no le fue mucho mejor en los primeros encuentros de Liga (especialmente llamativa fue su actuación en Gerona, en donde fue sustituido) y en Sevilla dejó que su banda fuera una autopista libre de peaje. Para colmo, terminó lesionado.

Centro del campo sin ideas

Fue muy llamativo ver a los centrocampistas del Madrid jugar con tan poca chispa. Casemiro estaba desbordado, a Kroos le faltó claridad y Luka Modric, en este empacho de premios, tiene apariciones intermitentes. El Madrid renunció al fútbol de banda y echó de menos a Isco, que sufre una apendicitis de lo más inoportuna. Solo Ceballos, cuando entró, le dio otro ritmo al partido.

Benzema, vuelta a las andadas

Karim Benzema empezó la temporada mejor que nunca, pero lleva unas tardes menos inspirado. En Sevilla estuvo en la línea del equipo y se le vio lejísimos del área. Se asume que no es un delantero puro, pero debe buscar más la portería. Entró Mariano y al menos demostró algo de orgullo y ganas.

Bale, intentos sin gol

Es cierto que Bale lo probó en numerosas ocasiones, pero falló demasiado. El galés incluso dispuso de una clara oportunidad en la reanudación y no supo resolver en el mano a mano con Vaclik. Van tres jornadas sin ver puerta.

Lopetegui y las grandes citas


De momento, van tres partidos serios y exigentes para el Madrid a domicilio y ninguno se ha resuelto con victoria. Se perdió en la Supercopa de Europa ante el Atlético, hace unos días se empataba en San Mamés y este martes llegó el descalabro en Sevilla. El Madrid debe imponer su estilo en las grandes citas y de momento no lo está logrando. Julen Lopetegui tiene margen y el sábado se examina en el derbi.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

ALLI ESTABA EN LA TRIBUNA ALTA VIENDO EL PARTIDO,FUE LA REPRESIÓN DE LA DICTADURA

Boca trabaja contra el olvido de Puerta 12

En medio del Mundial, el club pidió disculpas a 50 años del episodio que terminó con la vida de 71 personas. Además, una comisión trabaja en la investigación de lo que ocurrió en el Monumental después del Superclásico de 1968.
Por Roberto Parrottino - @rparrottino
Nunca había pasado. Y ese día pasó desapercibido. El fútbol también se construye con gestos, aunque sean pequeños. La noche del 14 de junio, el día de la apertura del Mundial de Rusia, la Asamblea de Representantes de Boca hizo un minuto de silencio por las víctimas de la tragedia de la Puerta 12. Ocurrió días antes de un pedido de disculpas del club en palabras de Sergio Brignardello, dirigente del oficialismo y secretario general de la asamblea de socios. El 24 de junio, Boca realizó un acto en su museo, debajo de las tribunas de La Bombonera, donde esta tarde se jugará el Superclásico. Brignardello, ahí, pidió perdón. Se proyectó el documental Puerta 12, de Pablo Tesoriere. Coincidió con la derrota 3-0 de Argentina ante Croacia, otro esquirla del destino. Pero Boca había empezado a trabajar contra el olvido de los 71 hinchas que murieron asfixiados y aplastados a la salida del Monumental, el 23 de junio de 1968, sin justicia, porque no hubo ningún culpable y las versiones de por qué ocurrió la tragedia se chocan y se repiten en el tiempo.
"Fue comenzar, de alguna manera, a hacer un homenaje que no se hizo nunca por varios motivos", dice Guillermo Schoua, historiador de Boca, integrante de la Subcomisión de Historia. "La tragedia quedó oculta incluso en el propio club. También hay un grupo que está investigando el tema, que está tratando de contactarse con los familiares. No es fácil de encarar. Se entiende que cualquier familiar esté dolido porque no pasó nada en tanto tiempo. Uno no puede corregir algo que no pasó. Pero algo queremos hacer, y seguramente no va a alcanzar".
Cómo operó el olvido en Boca, River, la AFA, la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y la sociedad argentina es un capítulo aparte de la Puerta 12. Que no se haya conocido qué pasó aparece como el primer punto. Las causas, según el relato de los testigos, navegaron en medio siglo entre tres variables.
La tragedia se precipitó por las puertas cerradas, por el accionar policial, por la barra brava de Boca. La gran mayoría vio los portones metálicos cerrados y entornados. Otros sumaron que los molinetes no habían sido sacados de la puerta. Algunos hinchas contaron que la tragedia se inició por la policía, parapetada, lista para barrer la salida y atrapar a la barra de Boca, que había cantado la marcha peronista, un delito en plena dictadura de Juan Carlos Onganía, y que muchos que salían por la puerta intentaron volver a entrar al estadio. El abogado de River culpó a la hinchada de Boca: dijo que al querer evitar las detenciones ingresaron al estadio y provocaron la estampida. El informe pericial avaló la versión de las puertas cerradas con los molinetes. "¡No había puerta, no había molinete, era la cana que daba con machete!", cantaron unidas las hinchadas de River y Boca. La Justicia calificó al hecho de "accidente". Al año siguiente, archivó la investigación.
La única placa que recuerda a la Puerta 12 está en las afueras del Monumental, cerca del sector "L", como fue rebautizada luego de la tragedia. Fue colocada por iniciativa de los familiares de las víctimas en 2008, en el marco del documental Puerta 12. "Pasa con todo en Argentina –dice Tesoriere, el director–. Cuando se viene alguna fecha grande y redonda, empiezan a hacer este tipo de homenajes o se sienten en falta. El documental lo estrené para el 40° aniversario y generó mucho revuelo, y ahora que se cumplió el 50°, otra vez. Los familiares, lo que siempre están pidiendo es algún tipo de reconocimiento en Boca. No se les había hecho en ningún momento. La única placa que hay es la que nosotros pusimos en la cancha de River. Pero ahora los familiares quieren que estén los nombres de las víctimas".
En Boca se piensan algunas ideas. Colocar otra placa con los nombres y apellidos de las víctimas, hacer algún otro tipo de recordatorio, como que el 23 de junio sea oficialmente declarado el Día del Hincha de Boca, o que esa fecha no se juegue, como decretó el Liverpool después de la tragedia de Hillsborough. Buscarle la vuelta a tanta desmemoria. "Hay que ver cuál se pone en práctica –explica Schoua, el historiador–. No se ha tomado dimensión de lo que significó la Puerta 12. No estoy en la cabeza de los dirigentes de ahora ni estuve en los de antes. Forma parte del olvido general, que es lamentable y en algún momento había que corregir. La tragedia se tiró abajo de una alfombra". Otra punta del olvido es lo que le contó Carmen Palumbo, la abogada que representó a muchos familiares de las 71 víctimas, al periodista Andrés Burgo en el suplemento Enganche, de Página 12: que casi la totalidad de los familiares aceptó un acuerdo económico con River, la AFA y la Policía para renunciar a cualquier acción legal y a cambio de silencio.
Fuera del club, la agrupación Boca es Pueblo pintó en las paredes del barrio, sobre la calle Suárez, una puerta en blanco y negro –"71 bosteros presentes, 23/6/68"– y la letra del cantito del molinete. Fue en 2015. Al tiempo, fueron tapadas. Este año los hinchas volvieron a pintar otro recuerdo en la esquina de Palos y Aristóbulo del Valle. Las bases, a veces, suelen motorizar las decisiones de las instituciones, por más simbólicas que sean.

martes, 25 de septiembre de 2018


Maten a Simeone, pero no mientan

Hay quien revestido en una prótesis artificial de falso rico, con ínfulas propias de un club que no es el Atleti, considera que ya ha llegado el momento de dejar de creer en el entrenador

ALBERTO SAENZ MOLINA
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Uno escribe estas líneas antes de saber el resultado del partido del Atleti ante el Mónaco. En realidad, da igual. El orden de los factores no altera el producto. Hace días Simeone, el que lleva años recomendando a los atléticos aquello de “no consuman” por una cuestión de simple higiene mental, pidió a los hinchas, micrófono en mano y desde el centro del campo, que “no se dejen llevar por lo que dicen los demás”. El tipo sabe de qué va esto. Llevan pegándole siete cursos consecutivos, afeándole si gana y poniéndole a escurrir cuando pierde, pero ahí sigue, inasequible al desaliento, fiel al club que siente, incluso cuando lo aconsejable para su cuenta corriente habría sido marcharse con la cabeza bien alta por su indiscutible legado al frente de un equipo que pasó de muerto a campeón. El Cholo, que ha advertido a la tribu india por tierra, mar y aire de lo que se venía encima, va a seguir rebosando energía, tomando decisiones –con sus errores y sus aciertos– y currando no para contentar oídos, sino para levantar títulos. No es nuevo que, de vez en cuando, el hombre comienza con un par de suspensos en septiembre y acaba, para desgracia de todos los agoreros habituales, con un sobresaliente en mayo. Esto es como acaba. No como empieza. Sea como fuere, Simeone ya ha alertado, en suficientes ocasiones a los atléticos, del gran peligro real que les acecha, un clima de crisis y negatividad perpetua, recubierta de una atmósfera irrespirable de quienes ladran mientras el Cholo cabalga. No es nuevo.
No es novedad que el madridismo militante –el que lleva micrófono y el que no– disfrute como un marrano en la charca cada vez que tropieza el equipo de Simeone, el tipo que ha desafiado al establishment durante años, poniendo en riesgo el negocio de los de siempre. Tampoco suena extraño que al resto de aficionados de otros equipos, después de varios años de sufrir al Atleti, se les haga bola eso de escuchar, una y otra vez, los discursos más o menos encendidos de un tipo al que reconocen todos los méritos, pero del que ya están cansados de tener que aguantar. Y en los últimos tiempos, bien por desgaste en una relación que ya va camino de los ocho años, bien porque parte del público cree saber más que el entrenador de turno o bien por un desconocimiento cerril de lo que sucede, hay un número creciente de atléticos que han comprado el discurso oficialista y probado el caramelo envenenado de los que llevan años esperando ver cómo se despeña el Cholo. Sí, hay atléticos que no tienen memoria, otros que hacen suya la pamema esa del “hay que jugar mejor” y otros que, pese a la famosa advertencia del “no consuman”, prefieren seguir consumiendo a espuertas. De fútbol y medicina todo el mundo opina.
Eso sí, con la excusa de la autocrítica, la mejora o la exigencia, hay quien confunde el culo con las témporas y, revestido en una prótesis artificial de falso rico, con ínfulas propias de un club que no es el Atleti, considera que ya ha llegado el momento de dejar de creer en Simeone. Cosa suya. Uno, que ya es suficientemente mayor como para sucumbir a la tentación de repartir carnés sobre buenos y malos atléticos, prefiere aplicar a este asunto la filosofía de mi amigo Miguel Ángel Peris, un colchonero clarividente, que lo explica de cine: “Yo no reparto carnés de atléticos. Se reparten ellos solos”. Sólo así se comprende que haya quien aplauda, calle u otorgue en esta moda ridícula de dudar del tipo que está fuera de toda duda, se equivoque cien, mil o un millón de veces, porque su crédito y su dignidad están fuera de concurso y lejos del alcance de cualquier tribunal popular, así pierda durante los próximos diez años. A Simeone y a su equipo se les puede y debe exigir. Naturalmente. Ahora bien, una cosa es apelar a la autocrítica y otra, bien distinta, no tener memoria para saber dónde se está y de dónde se viene.
Compren la mentira esa de que el Atleti fue el que más gastó en fichajes, tráguense esa falacia de la mejor plantilla de la historia, cedan ante el patetismo de echar en cara a Simeone lo del equipo del pueblo, bájense los pantalones con lo que les cuentan en los periódicos, la radio y la televisión sobre que el Atleti tiene que jugar bonito, reciten como papagayos que el Cholo pone el autobús, piten los cambios, chiflen al equipo cuando no juegue como desean y por supuesto, crean que el Atleti tiene que ganar este año la NBA, la NFL, la NHL y el triplete, además de la liga de empresas de curling. Maten al Cholo si quieren y dejen de creer tras haber presumido estos años de hacerlo. Este es un país libre. Hagan uso de su carné y su opinión, sin dejar que nadie les cuestione. Eso sí, tengan claro que Simeone no cambia de caballo en mitad del río. Piensen que este tipo se ha ganado el derecho a equivocarse. Mediten qué entrenador habría ganado siete títulos en siete años en plena era de Messi y Cristiano. Recuerden en qué estercolero estaba el Atleti antes de la llegada de este señor.
Y sobre todas las cosas, si van al estadio a pitar a Simeone o a echar porquería sobre él lanzándose de cabeza al primer micrófono que vean, háganlo con la conciencia tranquila, pero sabiendo que él no ha engañado a nadie. Como decía el gran Luis, mátenle, pero no mientan. Simeone es creer, insistir y luchar. Y Simeone no va a cambiar, porque dejaría de ser él mismo, dejaría de sentir el fútbol como lo siente y dejaría de hacer del Atleti lo que ha sido toda la vida de Dios: defensa fuerte, contragolpe, talento y un equipo duro, porque jugar a otra cosa es traicionar la historia y la identidad de un club con más de cien años. Hablaremos del gobierno en mayo. Mientras tanto, los que no quieren al Atleti y los que dicen que lo quieren mucho, pero no creen cuando hasta hace poco creían, maten a Simeone si quieren, pero no mientan. O al menos, tengan la decencia de no mentirse a sí mismos.

AUTOR

  • Rubén Uría

    Periodista. Articulista de CTXT y Eurosport, colaborador en BeIN Sports y contertulio en TVE, Teledeporte y Canal 24 Horas. Autor de los libros 'Hombres que pudieron reinar' y 'Atlético: de muerto a campeón'. Su perfil en Twitter alcanza los 100.000 seguidores.