"Rafa Nadal es un bluff, dejó la pista para recibir una inyección"
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"Rafa Nadal es un bluff. Cuando volvió del
vestuario estaba cojeando. Después, de manera sorprendente, podía correr
en el tercer y el cuarto set. Claramente dejó la pista para recibir una
inyección". Este fue el comentario del extenista belga Christopher Rochus durante la transmisión de la final del Abierto de Asutralia para la cadena Eurosport Francia.
El tenista español, que perdió el partido ante el suizo Stanislas Wawrinka, había ido al vestuario al inicio del segundo set debido a los dolores de espalda que sufría.
Las palabras de Rochus volaron por las redes sociales provocando una alarma considerable. Tanto, que Nicolás Mahut, tenista francés, salió en defensa del español: "Estoy consternado por lo que acabo de escuchar sobre Nadal".
Cuando las críticas arreciaron, Rochus intentó quitarle hierro a sus palabras: "No quise sugerir nada sobre el comportamiento de Nadal. Simplemente afirmé que no fue algo muy correcto por su parte. Estaba a punto de retirarse y después parecía que podía llegar a ganar. Wawrinka pudo haberse distraido y ceder". Eso sí, no se retractó de la acusación sobre la presunta inyección.
Rochus es un viejo enemigo dialéctico del número uno del tenis mundial. "Los rumores son rumores, aunque todo el mundo se plantea ¿cómo es posible que Nadal dominara en Roland Garros y que un mes después dijera que no puede jugar? Eso es lo que me parece sospechoso, pero no se tienen pruebas", dejó caer hace justo un año en una entrevista publicada por el diario belga La Libre Belgique.
En aquellas declaraciones fue más allá: "Es muy fácil saltarse los controles antidopaje. En lugar de seguir con la hipocresía sería mejor legalizar el dopaje".
El tenista español, que perdió el partido ante el suizo Stanislas Wawrinka, había ido al vestuario al inicio del segundo set debido a los dolores de espalda que sufría.
Las palabras de Rochus volaron por las redes sociales provocando una alarma considerable. Tanto, que Nicolás Mahut, tenista francés, salió en defensa del español: "Estoy consternado por lo que acabo de escuchar sobre Nadal".
Cuando las críticas arreciaron, Rochus intentó quitarle hierro a sus palabras: "No quise sugerir nada sobre el comportamiento de Nadal. Simplemente afirmé que no fue algo muy correcto por su parte. Estaba a punto de retirarse y después parecía que podía llegar a ganar. Wawrinka pudo haberse distraido y ceder". Eso sí, no se retractó de la acusación sobre la presunta inyección.
Rochus es un viejo enemigo dialéctico del número uno del tenis mundial. "Los rumores son rumores, aunque todo el mundo se plantea ¿cómo es posible que Nadal dominara en Roland Garros y que un mes después dijera que no puede jugar? Eso es lo que me parece sospechoso, pero no se tienen pruebas", dejó caer hace justo un año en una entrevista publicada por el diario belga La Libre Belgique.
En aquellas declaraciones fue más allá: "Es muy fácil saltarse los controles antidopaje. En lugar de seguir con la hipocresía sería mejor legalizar el dopaje".
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