Fútbol y yihadismo
Hay algo en lo que coinciden Qatar y Emiratos Árabes. Los dos patrocinan a importantes clubes de fútbol y
costean fichajes que los endeudados equipos europeos no podrían
acometer con sus propios recursos. Qatar, incluso, logró que la FIFA le
concediese la organización del Mundial en 2022. Mucho se habló de lo
incongruente de la decisión, pero no pudo demostrarse nunca que hubiese
compra de votos. Y haya algo en lo que también coinciden ambas
autocracias del Golfo Pérsico. Las dos se acusan de estar detrás del
terrorismo yihadista. Los expertos han señalado a Emiratos Árabes, junto a Arabia Saudí, como uno de los primeros patrocinadores del Estado Islámico.
A Qatar le acusan ahora de lo mismo los que hasta ayer eran sus
aliados. Y a nosotros, los europeos, esto nos da un poco igual, porque
nada hay tan importante como la Champions. En regímenes capitalistas, el
dinero carece de ética, pero empresas y ciudadanos de la UE debieran
pensar si no es suicida dejarse comprar por quienes supuestamente
sostienen a los terroristas que están en guerra con Europa.
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