El fútbol también ama a las mujeres
Ya sólo falta la mujer que entrene en Primera, porque
hay presidentas de clubes, cronistas, árbitros..., como nunca se
hubiera pensado hace diez años
La
cineasta Gurinder Chadha se marcó un tanto aventurándose en el fútbol
femenino con Quiero ser como Beckham (2002), película que revelaba
también la situación de la mujer india.
No es una moda: el fútbol ya no solo es territorio de hombres. Es una realidad con todas las de la ley: el fútbol también ama a las mujeres.
"Ya no es como en la época de mi abuela o de mi madre. Ni siquiera en
mi infancia cuando yo misma no sentía ningún interés por el fútbol ",
explica Victoria Pavón, presidenta del Leganés desde hace ocho años en
los que vio cambiar al fútbol sustancialmente.
"Al principio, la gente se pensaba que mi
marido me había puesto poco menos que como un adorno en el puesto. No
había entrevista conmigo que no girase entorno a mi condición de mujer.
Sin embargo, ahora ya ni me lo recuerdan. De hecho, en el partido
frente al Valencia nos sentamos dos mujeres en el palco como presidentas
de los equipos y no recuerdo ningún rubor. No se sintió como algo nada
excepcional. Entonces me di cuenta que la sociedad ha cambiado. Hace
años sé que hubiera sido imposible".
En realidad, el fútbol se ha adaptado a la
calle y a los nuevos tiempos. Si hay mujeres capaces de presidir
países, si hay hasta una mujer, capaz de dirigir un periódico como el New York Times,
¿cómo va a ser excepcional el caso de Victoria Pavón al frente del
Leganés o el de Amaia Gorostiza en el Eibar? "Hace años, cuando yo
llegué, entiendo que sí ", insiste Victoria. "Máxime porque veía que
todo el entorno del fútbol, fueses por donde fueses, estaba lleno de ex
futbolistas, de ex entrenadores, en definitiva de papeles que nunca
habían correspondido a la mujer. Tenías que aceptarlo. No había mujeres y no podías ofenderte porque era así".
"Aquellos tiempos en los que las mujeres entrábamos gratis al campo del fútbol del Leganés..."
"Aquel
no era tu entorno. Entonces yo me yo me acordaba de aquellos tiempos en
los que las mujeres entrábamos gratis al campo del fútbol del Leganés y
sólo por el instinto de curiosidad, para saber que pasaba con el equipo
de mi ciudad, alguna vez yo entraba. Pero de fútbol no sabía nada,
absolutamente nada, y era lo lógico entre las chicas de mi generación. A
lo sumo, recuerdo que mis hermanas sí eran capaces de identificar el
equipo del que eran. Pero el resto no, ninguna".
Sin embargo, hoy existen mujeres como Patricia Cazón , redactora del As,
responsable de una de las partes más señaladas del periódico, la de
escribir las crónicas del Atlético de Madrid, donde juzga como juegan
los futbolistas sin miedo.
"Nunca he pensado que soy una mujer
juzgando a hombres". De ahí que en su conversación pueda prescindir de
esa diferencia. "Me encanta cuando alguien, compañero, entrenador,
jugador, me llama por mi apellido: 'Ey, Cazón'. Soy uno más. Ni
tía ni tío. Soy uno más que nunca se ha sentido discriminada por ser
mujer, más allá de los típicos comentarios de cromañón del 'vete a
fregar' y demás, o aquellos que nacen desde la envidia y casi siempre
suelen referirse a mi escote. Porque estoy segura de que esos mismos
también me enviarían a fregar si, en vez de escribir, condujera. Pero no
es cosa mía; es suya por desgracia. No hay mejor desprecio que no hacer
aprecio".
Adiós al machismo
Patricia Campos, que ha sido la primera
mujer en pilotar un reactor en las Fuerzas Armadas, también explica que,
al final, la clave está en una misma. "He vivido siempre en un mundo de
hombres intentando romper barreras mentales que nos hemos
impuesto en la sociedad". La diferencia es que que Patricia lo ha
logrado no sólo en el ejército. También en el fútbol como entrenadora
profesional en Estados Unidos. Pero eso no significa que no le queden
objetivos por lograr a ella, que nunca fue una mujer al uso.
"He cumplido mis sueños y sé que me quedan muchos otros por lograr"
Desde niña fue una apasionada del fútbol en Onda, Castellón, como explicó en su libro Tierra, mar y aire.
"He cumplido mis sueños y sé que me quedan muchos otros por lograr. He
sufrido el machismo y la homofobia, pero los he superado con el fin de
ser mejor o de llegar más lejos. No por los otros, sino por mí misma
para comprender que siempre hay un lugar en el mundo, seas como seas.
Jamás me olvidé de mis sueños de la infancia. Soy una mujer que no se
rinde porque todavía hay muchos mitos por romper".
Un retrato ambicioso de mujer que, en
realidad, explica lo que queremos explicar. "Yo no voy a engañar", dice
Victoria Pavón desde Leganés. "Yo no llegué al fútbol por mí, sino por mis hijos o por mi marido:
a ellos les gustaba y a mí empezó a gustarme. De alguna manera el
fútbol vino a buscarme y ahora, que desarrollo un puesto de mando,
entiendo que esto no difiere de otros órdenes de la vida seas hombre o
seas mujer. Al final, el fútbol es una empresa y tú tienes que saber
donde estás. Yo no sé si un jugador vale para Primera o no. Pero a mi
lado tengo a gente que sí lo sabe". A Patricia Cazón tampoco le duele
recordar que ella llegó "por casualidad" al periodismo deportivo.
"Hice la beca de El País y la directora me envió al As.
Fui afortunada. Mientras la crisis nos azotaba, yo he tenido la
oportunidad de contar lo mejor del deporte español, de escribir sólo
buenas noticias, nosotros, todos, hombres y mujeres sin distinción".
Hoy, tiene su propia personalidad. "Me gusta que se me valore por como escribo y mucha gente,
incluidos hombres, se me acercan y me dicen: 'Me encanta como
escribes'. Buah. Me encanta eso. Casi tanto como que, simplemente, me
digan: 'Eh, Cazón'".
Y ahí esta la razón de ser de toda esta
historia que explica que ella, Patricia Cazón, escriba la crónica que en
la época de DiStefano e, incluso, de Maradona nunca hubiese escrito una
mujer. Que Victoria Pavón sea la presidenta del Leganés y su marido el
vicepresidente. O que el día de mañana, si pasan las exigentes pruebas
físicas, una mujer pueda arbitrar un Madrid-Barcelona y cobre exactamente lo mismo que un hombre,
porque así está la ley. Pero lo que parece que va para más largo es que
una mujer pueda ocupar el puesto de Zidane en el Madrid, de Luis
Enrique en el Barça y hasta el de Garitano en el Leganés.
Patricia Campos, por lo tanto, tendrá que
esperar y no porque no este preparada. De hecho, las mujeres pueden
estar tan preparadas como los hombres como pudo demostrarse en los
Juegos Olímpicos de Río cuando se supo que la entrenadora del atleta Van
Niekerk, la verdadera sensación de esos Juegos, era nada menos que su
abuela. Pero esa es una barrera social que en el fútbol masculino aún
está pendiente. Así que tal vez sea más fácil para una mujer ser
presidente del Gobierno que entrenar en Primera.
"Hoy por hoy, no lo veo posible", explica
Victoria Pavón. "La prueba es que cuando hemos perdido varios
partidos seguidos he recibido miles de ofrecimientos de entrenadores por
parte de representantes y ninguno de ellos han sido nunca mujeres. Por
lo tanto, no lo veo. Al menos, a día de hoy. Pero igual el día de
mañana..., esto va tan rápido..."
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