Más trampas que en una película de chinos
La torpeza del Atlético de Madrid en el caso de los menores ha sido infinita, y le hace un daño terrible al proyecto deportivo
Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, en un acto de presentación de nuevos jugadores. .
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
No, no es que el Atlético vaya a descender. No, no es
que la gente no tenga confianza en el potencial de la actual plantilla,
ni en su compromiso, que es a prueba de bombas. Y no, no hay drama
posible en ese equipo siempre que esté al mando Simeone. Hasta ahí,
perfecto. Ahora bien, la torpeza del Atlético de Madrid en el caso de
los menores ha sido infinita, y le hace un daño terrible al proyecto
deportivo. Primero, cuando el Barça fue sancionado, el Atlético, lejos
de reaccionar ante el problema, mirar hacia adentro y regularizar una
situación que podía gravar sus intereses, se pasó el tiempo bailando la
conga de Jalisco. Y como la sanción en estos casos va y viene, la
directiva del Atlético, que se pasó los días negando la mayor primero y
agachando la cabeza después, también equivocó la estrategia para
defender sus intereses. No pidió la cautelar, y aunque su caso se parece
al del Madrid lo que un huevo a una castaña, no tuvo a bien ir de la
mano con el Madrid, que tendrá la culpa de muchas cosas, pero no de lo
mal que lo ha hecho el Atleti en este tema. Total, que con la sanción de
FIFA y el ridículo espantoso de la directiva después del fallo del TAS,
ahora los atléticos se preguntan cómo demonios le van a poder exigir al
equipo el salto de calidad que plantilla y técnico demandaban. Es lo
que tiene no poder inscribir jugadores hasta el mes de enero: que no
dependes de ti mismo, sino de la buena voluntad de los futbolistas en
cuestión y de los clubes que tengan a bien formar parte de una
estrategia para que el Atlético pueda crecer.
Al Atleti regresarán los cedidos. Y por exigencia de
Simeone, que muy feliz no está con este despropósito del TAS, el club
tendrá que trabajar, a destajo, para contratar nuevos refuerzos para
inscribirlos en enero. La primera opción pasa porque esos fichajes
accedan a pasarse varios meses en blanco, sin disputar competición, a la
espera de que se abra el mercado de invierno. Una opción terrible para
cualquier jugador de nivel, teniendo en cuenta que el Mundial de Rusia
está a la vuelta de la esquina y que los mejores futbolistas saben que,
en caso de estar parados, podrían perder su estatus y proyección. Mal
asunto para el Atlético. En todo caso, dependerá de la fuerza de
voluntad y del compromiso del jugador que quiera fichar por el Atlético
en esas condiciones lesivas para sus intereses. Si alguno decide apostar
por esa fórmula, sinceramente, sólo cabría agradecerle eternamente el
gesto.
Hay más. En las últimas horas, diferentes medios han
lanzado hipótesis de fichajes en la órbita del Atlético, dibujando un
escenario donde la solución pasa por la cesión del club a los nuevos
jugadores, para que puedan tener minutos en otros clubes. Error. Con
esta sanción, es imposible que eso pueda pasar. Como explica de
maravilla Iusport en sus páginas,
el periodismo está confundiendo el contrato de trabajo entre club y
jugador, con los derechos federativos. En cada traspaso no se transfiere
el contrato de trabajo, sino la titularidad de los derechos
federativos. Por tanto, el Atlético no podrá ceder a otro club a los
nuevos jugadores que fiche durante la sanción, porque previamente,
debería inscribirlos para ostentar la titularidad de los derechos
federativos, algo que ahora mismo tiene prohibido. Básicamente, una
dificultad terrible para el Atlético. ¿Cómo esquivar ese problema? Como
la sanción no permite que el Atleti compre los derechos federativos por
parte del club y después cederlo a otro club puente hasta enero, al
Atlético sólo le sirve un escenario: que, al negociar por un jugador con
el equipo A, le pida que lo ceda directamente a otro club B, para poder
rescatarlo en enero. Es decir, dependería de la buena voluntad de
terceros.
FIFA vigilará todos los movimientos del Atlético durante esta ventana de mercado, para evitar un posible fraude de ley
Ahora bien, el problema es aún mayor porque, como
apunta el jurista Alberto Palomar, el Atlético podría ser sancionado por
la FIFA –otra vez–, si el máximo organismo cree que el equipo
rojiblanco, con esta estrategia, podría quebrantar la sanción. En ese
caso, FIFA vigilará todos los movimientos del Atlético durante esta
ventana de mercado, para evitar un posible fraude de ley. ¿Qué otra
fórmula podría barajar el Atlético para lograr refuerzos sin saltarse la
sanción? En teoría, podría pedir a un club A que compre un jugador a
otro club B, que se lo traspasaría directamente al Atlético a partir del
día 2 de enero, cuando la sanción expira. Esa variante podría servirle
al Atlético, que dependería exclusivamente de lo que pacten otros dos
clubes en cuestión, y nunca de sí mismo. No será fácil llevarlo a cabo,
porque hablamos de cantidades económicas elevadas en posibles casos como
los de Vitolo, Costa o Lacazette, lo cual afectaría al gasto salarial
de otros clubes y además, por el mismo precio, al aspecto fiscal de las
entidades. Otro palo en la rueda. Es decir, que si esa circunstancia se
diera, FIFA también podría exigir toda la documentación necesaria
durante el traspaso, así como los diferentes justificantes a todos los
clubes implicados en esa hipotética negociación a tres bandas. Imaginen
qué poco podría gustarles a clubes que no han sido sancionados, verse
perjudicados o hasta castigados por actuar como cooperadores de otro
club que ya ha sido sancionado de manera expresa. Sí, el Atleti acabará
fichando jugadores y los inscribirá en enero, seguro. Pero va a tener
que sudar sangre para cerrar una serie de operaciones que van a tener
más trampas que una película de chinos. Paradojas de la vida: al fin y
al cabo, como sostiene un buen amigo, el Atleti está donde está porque
los que mandan quisieron entramparse con los chinos. Es decir,
entrampado por presunto tramposo. De aquellos polvos, estos lodos.
Dicen que un pesimista es un optimista bien informado. Les diré que
el Atlético no corre peligro de descender, ni de desaparecer, y que los
hinchas pueden confiar en una plantilla que no tiene nada que demostrar,
porque siempre lo da todo, y también en un entrenador que es el mejor
de la historia del Atleti. Lo que sucede es que la negligencia del
Atlético de Madrid en este asunto, en la inacción, en la estrategia de
los abogados, en su opacidad para contar qué ha pasado y en ser
transparente para defender su inocencia, ha sido bestial. Hasta la
fecha, nadie ha dimitido, nadie ha pedido disculpas y nadie, al menos
públicamente, se ha responsabilizado de un castigo que, además de
manchar el nombre y la reputación del Atlético de Madrid, que no es sólo
de dos, sino de muchos, deja al club en una situación delicada. No hace
mucho, los corifeos del régimen nos contaban, a bombo y platillo, que
los que mandan harían realidad “ese gran salto” que pedía Simeone. Con
la sanción se ha descubierto el pastel y la realidad es distinta: la
verdad es que, una vez más, sin comerlo ni beberlo, Simeone verá mermado
su plan. Es la triste realidad de un Club que se mueve en dos
direcciones: mientras un señor que hace lo imposible para que la entidad
crezca, otros, como premio, se empeñan en estorbarle. Que tengan suerte
en estas operaciones tan complejas. La van a necesitar.Autor
-
Rubén Uría
Periodista. Articulista de Eurosport, colaborador en Carrusel Deportivo de la Cadena SER y contertulio en TVE, Teledeporte y Canal 24 Horas de TVE. Autor de los libros 'Hombres que pudieron reinar' y 'Atlético: de muerto a campeón'. Su perfil en Twitter alcanza los 55.000 seguidores..
No hay comentarios:
Publicar un comentario