domingo, 15 de enero de 2017

DEL NIDO PRESO Y RAMOS SUELTO,PERO LOS DOS CHORIZOS SEVILLANOS

Sergio Ramos, el traspaso secreto de José María del Nido

La inquina contra Ramos comenzó cuando el expresidente del Sevilla expuso que el jugador quería irse y pagó la cláusula, pero la operación fue un acuerdo
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Sergio Ramos
Sergio Ramos - EFE
TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN .

Del amor al odio solo hay un paso, la ruptura. La intrahistoria de la inquina que Ramos soporta ante un sector del sevillismo está basada en mentiras puras y en medias verdades, que son las peores de las mentiras. Sergio sufrirá esta noche en el Sánchez Pizjuán otro desagradable capítulo de este desamor eterno, en el duelo entre el Sevilla y el Real Madrid, plagados ya de todos sus titulares. El futbolista es odiado y admirado en Sevilla, una dualidad surrealista, desde que fichó por el Real Madrid en 2005. José María del Nido le puso a los pies de los caballos de la catedral al tildar la operación de pago hostil de la cláusula de rescisión por valor de 27 millones de euros. El expresidente del Sevilla traicionó al jugador para salvar su pescuezo ante la afición de Nervión y señalar al joven Sergio, un chaval de 19 años, como el único culpable de su adiós. No era cierto. La operación fue un traspaso encubierto, permitido por Del Nido.
El máximo responsable del club andaluz negoció la transferencia con el Real Madrid en los tres días previos al cierre del mercado de verano de 2005, que tenía como límite las doce de la noche del 31 de agosto de ese año. Del Nido dio luz verde al adiós del defensa antes del cierre del mercado y sus abogados pudieron negociar con tiempo su contrato con el Real Madrid por ocho temporadas. No hubo un pago de cláusula hostil. Del Nido dio todas las facilidades. Y traicionó a la familia Ramos, pues René Ramos, hoy representante de su hermano, hizo la representación teatral, aquel 31 de agosto a las once y media de la noche, de acudir a la Liga con un cheque por valor de 27 millones para salvar el pellejo del presidente ante su masa social.
Del Nido negoció con el Real Madrid y firmó el finiquito de Ramos con el Sevilla mucho antes del cierre del mercado de invierno de 2005, con el fin de dar tiempo al futbolista para negociar su contrato con su nuevo club
La realidad es que el dirigente hispalense había firmado el finiquito del futbolista con el Sevilla a las diez de la mañana de aquel 31 de agosto. Ya no era jugador de la entidad. Y los abogados de Ramos pudieron concretar con margen su contrato de ocho años con el club madrileño.

Cláusula pagada «a plazos»

La comedia del cheque hostil de la cláusula quedó descubierta cuando José María del Nido expuso en la Junta de Accionistas del club que esa cláusula de 27 millones sería «abonada a plazos». Entonces ¿qué era aquel cheque que en teoría se presentó en la Liga? Puro teatro. Pedro Bravo, entonces agente de Ramos, destacó «el pago a plazos de una cláusula».

Del Nido no quiso renovar

En el objetivo de salvarse ante sus socios, José María del Nido también dejó claro a Ramos, antes de firmar la operación con el Real Madrid, que no le pagaría el dinero que le debía el Sevilla. Lo que perseguía el presidente era que el jugador presentara una denuncia contra el club, hecho que apoyaría su mensaje de enfrentamiento y pago hostil de la cláusula. Un extremo que encresparía aún más el ambiente contra el futbolista. El joven Sergio se dio cuenta de la jugarreta y nunca denunció. Esa deuda quedó saldada cuando Ramos firmó su convenio con el Real Madrid. Del Nido sabe cómo. De hostilidades, nada de nada.
El 112 de mayo de 2005 Ramos ofreció a Del Nido quedarse si le hacían un contrato de por vida. El entonces presidente sevillista no quiso. Deseaba los 27 millones, aunque fueran cobrados a plazos
Fíjense si no hubo hostilidad, que Del Nido tenía fichado al recordado Dragutinovic, el gran «Drago», como relevo de Ramos desde días antes. De hecho, presentó su fichaje en la Liga antes de la telenovela de René Ramos y el cheque presentado en la sede de la LFP. Como punto final, fíjense si la operación fue un traspaso encubierto que el defensa cobró una especie del 15 por ciento que le corresponde al futbolista, percibido proporcionalmente a lo largo de la extensión del contrato, como es habitual en estos casos.
Hay un punto decisivo en esta historia, tan falseada durante doce años, que pocas personas conocen. Pedro Bravo puede corroborarlo. Fue testigo. El 11 de mayo de 2005, tres meses antes de firmar por el Real Madrid, Ramos le propuso a Del Nido quedarse en el Sevilla si le firmaba un contrato de por vida. El presidente se negó. Quería los 27 millones, aunque fuera a plazos. Era el precio más alto de la historia pagado por un defensa español de 19 años. Era una gran operación para todos. Un dineral para el Sevilla, que necesitaba dinero. Un fichaje magnífico para el Real Madrid. Por todo ello, este acoso al sevillano es una manipulación de un traspaso. Esperemos que hoy no le deseen otra vez la muerte. La Liga espera.

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