Del futbol y del deporte en general,te dicen poco y mal.Te mienten,porque se mueve tanta guita,que la corrupcion es la reina.Vamos a intentar contartelo...
miércoles, 30 de abril de 2014
SON LOS ESPAÑOLES RACISTAS O LO PARECEN...?
Convocan una concentración de apoyo al joven que tiró el plátano a Alves
La familia denuncia una campaña de «linchamiento» contra el agresor, que ha quedado en libertad con cargos
martes, 29 de abril de 2014
.
Después de que hayan tirado un plátano por enésima vez
contra un jugador negro en el fútbol europeo, Daniel Alves ha decidido
comerse ese plátano y Neymar ha declarado: “Somos todos macacos”. (Somos
todos monos). Es el comienzo de la reacción, que los propios europeos
parecen incapaces de tener, en contra de la discriminación en los
estadios de fútbol, simple continuación de lo que pasa en la vida
cotidiana en países que se consideran “blancos y civilizados”.
La Europa “civilizada” se ha enriquecido gracias a la esclavitud y a su corolario – la discriminación y la reducción de los negros a “bárbaros”-. Ellos llegaron a América con la cruz y la espada, a “civilizarnos”, esto es, a destruir a las poblaciones nativas y someterlas a la dominación colonial. Han sacado a millones de africanos de su mundo para traerlos como animales a trabajar como esclavos para explorar las riquezas de América y mandarlas a la Europa “civilizada”.
Todo el movimiento histórico de la “libertad, igualdad y fraternidad” se ha desarrollado en función de la liberación de los siervos de Europa, desconociendo la esclavitud que esa misma Europa practicaba. Nadie – salvo el solitario Hegel – tomó conocimiento de la Revolución Haitiana en contra de la dominación de la Francia “emancipada” por su revolución, pero opresora de la primera Revolución Negra de Independencia en las Américas.
Siglos después, cuando la Europa “civilizada” liquida su Estado de bienestar social y abandona a millones de personas –antes de todo a los inmigrantes, que fueron a trabajar en condiciones denigrantes cuando sus economías los necesitaban– el racismo demuestra toda su fuerza. Son los partidos de extrema derecha los que lo fortalecen, al tiempo que el racismo se traslada también a los campos de fútbol, sin que genere una gran indignación en la Europa “civilizada”.
A la par se desarrollan campañas discriminatorias en contra de Brasil, proyectando un país de “culebras, tigres, monos” que a organizar el Mundial de fútbol, ademas del absurdo y estúpido informe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania, definiendo a Brasil como un “país de alto riesgo” y sugiriendo que la gente no venga a Brasil. Si fuera así, Alemania retiraría sus grandes inversiones en Brasil y prohibiría las nuevas fábricas de BMW, de Mercedes y de la misma Volkswagen.
Esa campaña, llevada a cabo por las fuerzas conservadoras internacionales, se da porque Brasil incomoda al ideario de esas fuerzas. El Brasil de hoy ya no es el país de la dictadura militar, ya no es el país del neoliberalismo. Mientras Europa, envuelta todavía en ese modelo, produce un desastre social de proporciones continentales, Brasil –y otros países de Latinoamérica– crecemos y reducimos la desigualdad y la miseria, que crecen en Europa. Nosotros los incomodamos porque estamos en contra del Consenso de Washington, que ellos intentaron imponernos, causándonos grandes daños, que nosotros supimos superar, convirtiéndonos en la región del mundo que se contrapone a los descaminos que Europa asume.
Vamos recibirlos en Brasil con la mayor cordialidad en el Mundial de fútbol. Comiendo y ofreciendo bananas, asumiendo que: “Somos todos macacos”.
Somos todos macacos
La Europa “civilizada” se ha enriquecido gracias a la esclavitud y a su corolario – la discriminación y la reducción de los negros a “bárbaros”-. Ellos llegaron a América con la cruz y la espada, a “civilizarnos”, esto es, a destruir a las poblaciones nativas y someterlas a la dominación colonial. Han sacado a millones de africanos de su mundo para traerlos como animales a trabajar como esclavos para explorar las riquezas de América y mandarlas a la Europa “civilizada”.
Todo el movimiento histórico de la “libertad, igualdad y fraternidad” se ha desarrollado en función de la liberación de los siervos de Europa, desconociendo la esclavitud que esa misma Europa practicaba. Nadie – salvo el solitario Hegel – tomó conocimiento de la Revolución Haitiana en contra de la dominación de la Francia “emancipada” por su revolución, pero opresora de la primera Revolución Negra de Independencia en las Américas.
Siglos después, cuando la Europa “civilizada” liquida su Estado de bienestar social y abandona a millones de personas –antes de todo a los inmigrantes, que fueron a trabajar en condiciones denigrantes cuando sus economías los necesitaban– el racismo demuestra toda su fuerza. Son los partidos de extrema derecha los que lo fortalecen, al tiempo que el racismo se traslada también a los campos de fútbol, sin que genere una gran indignación en la Europa “civilizada”.
A la par se desarrollan campañas discriminatorias en contra de Brasil, proyectando un país de “culebras, tigres, monos” que a organizar el Mundial de fútbol, ademas del absurdo y estúpido informe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania, definiendo a Brasil como un “país de alto riesgo” y sugiriendo que la gente no venga a Brasil. Si fuera así, Alemania retiraría sus grandes inversiones en Brasil y prohibiría las nuevas fábricas de BMW, de Mercedes y de la misma Volkswagen.
Esa campaña, llevada a cabo por las fuerzas conservadoras internacionales, se da porque Brasil incomoda al ideario de esas fuerzas. El Brasil de hoy ya no es el país de la dictadura militar, ya no es el país del neoliberalismo. Mientras Europa, envuelta todavía en ese modelo, produce un desastre social de proporciones continentales, Brasil –y otros países de Latinoamérica– crecemos y reducimos la desigualdad y la miseria, que crecen en Europa. Nosotros los incomodamos porque estamos en contra del Consenso de Washington, que ellos intentaron imponernos, causándonos grandes daños, que nosotros supimos superar, convirtiéndonos en la región del mundo que se contrapone a los descaminos que Europa asume.
Vamos recibirlos en Brasil con la mayor cordialidad en el Mundial de fútbol. Comiendo y ofreciendo bananas, asumiendo que: “Somos todos macacos”.
lunes, 28 de abril de 2014
NO PASO EN AFRICA,FUE EN BARCELONA
Un futbolista de Badalona se arriesga a quedar parapléjico tras ser agredido por un rival
La víctima recibió una brutal patada en la espalda que le ha causado una lesión medular
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ANTONIO BAQUERO / BARCELONA
Un jugador del equipo de veteranos del Lloreda resultó ayer herido grave y se arriesga a quedar parapléjico después de ser brutalmente agredido por la espalda por un rival, perteneciente al equipo del Ecua Calella. El agresor ha sido detenido por los Mossos d'Esquadra que tuvieron que desplazar a varias patrullas para evitar mayores incidentes entre los jugadores y las aficiones de ambos equipos.
La agresión se produjo al final del partido entre los veteranos del Lloreda y del Ecua Calella. Varios testigos explicaron a la policía que el encuentro se estaba desarrollando con "mucha dureza" y que el árbitro había expulsado ya a dos jugadores del equipo del Maresme. Al final del partido se produjo una tangana entre los futbolistas y uno de los jugadores del Calella que había sido expulsado saltó al campo y, por la espalda, propinó una brutal patada a un rival.
Este cayó al suelo. Desde un primer momento alertó que no tenía sensibilidad en las piernas, lo que obligó a llamar a una ambulancia, que lo trasladó al hospital de Can Ruti donde fue operado de una lesión medular. Según fuentes cercanas al caso, hasta dentro de dos o tres días no se sabrá si puede volver a caminar.
Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer a un jugador del equipo de veteranos del Ecua Calella. Se trata de un individuo español de origen sudamericano sin antecedentes penales. Mañana pasará a disposición judicial.
La enorme tensión entre el público de ese barrio de Badalona y los jugadores y seguidores del Calella obligaron a los Mossos a enviar varias dotaciones el estadio, que tuvieron que escoltar en la salida al equipo del Maresme. En el operativo colaboró también la Guardia Urbana de Badalona.
sábado, 26 de abril de 2014
LOS COCHES NO SON UN DEPORTE
Bernie Ecclestone, el dinero, todo el dinero y nada más que el dinero
Temido y reverenciado a partes iguales, el dueño de la fórmula 1 se sienta en el banquillo desde el jueves, acusado de corrupción y soborno. un capítulo más en la peculiar vida de quien ha hecho del éxito y los millones su bandera, vengan de donde vengan
Walter Oppenheimer
Londres .
Bernie Ecclestone
llegó el jueves al Tribunal de Distrito de Múnich sonriente y de buen
humor. “Hace un día muy soleado y tengo mucha confianza”, les dijo a los
reporteros que le esperaban. Ya en la sala, el poderoso patrón de la fórmula 1
siguió mostrando buen humor. “Las dos cosas. Pero me gusta sobre todo
acordarme de la parte de divorciado”, le contestó al juez con ironía
cuando este quiso aclarar si está casado o divorciado porque los papeles
aseguraban que Ecclestone está divorciado, pero él pensaba que está
casado.
El juez es Peter Noll, el mismo que en 2012 condenó a ocho años de cárcel al banquero alemán Gerhard Gribkowsky por aceptar un pago de 32 millones de euros de Ecclestone años atrás, cuando en 2006 el banco en el que trabajaba, BayernLB, le vendió al fondo de inversión CVC el paquete del 47% de la F1 que los alemanes controlaron entre 2002 y 2006. En aquel juicio quedó claro que Gribkowsky se embolsó el dinero de forma ilegal. Ahora se ha de determinar si aquel pago fue además un soborno abonado por Ecclestone para asegurarse de que la venta del paquete de acciones de BayernLB no le iba a impedir seguir controlando la fórmula 1. O si, como dice el magnate británico, pagó ese dinero porque Gribkowsky le estaba chantajeando y le había amenazado con denunciarle “con datos falsos” al fisco británico.
Es difícil imaginar que a sus 83 años, con una fortuna personal estimada en cerca de 4.000 millones y una agenda que le permite codearse con primeros ministros, presidentes, príncipes y reyes de todo el mundo, el gran patrón de la fórmula 1, el hombre hecho a sí mismo que de niño se ganó sus primeros centavos repartiendo diarios y los invirtió en panecillos que revendió a sus compañeros de clase, que de joven montó un negocio de venta de recambios de automóvil porque le apasionaban los coches y acabó transformando la fórmula 1 de una pasión de especialistas al espectáculo deportivo (quizá) más visto del planeta, que ese hombre pueda acabar en la cárcel. Pero el Tribunal de Distrito de Múnich es el mismo que hace poco más de un mes condenó a tres años y medio de cárcel por fraude fiscal a Uli Höness, héroe de la selección alemana de fútbol en los años ochenta y presidente del club más poderoso del país y uno de los más poderosos de Europa, el Bayern Múnich.
Ecclestone se enfrenta a una condena de hasta 10 años. Y, aunque un proceso criminal exige un nivel probatorio superior al de un proceso civil o administrativo, los precedentes inmediatos no son buenos para él. No solo porque Gribkowsky, ya condenado, va a testificar ahora contra él, sino porque las cosas no le salieron del todo bien al multimillonario británico cuando hace unos meses el caso llegó, para dilucidar una cuestión paralela, al Tribunal Superior de Londres. En febrero, la sala londinense concluyó que los acuerdos entre Ecclestone y Gribkowsky no habían causado perjuicio a la firma alemana Constantin Medien, que se había declarado perjudicada. Pero el juez concluyó que Ecclestone pagó “un soborno” como parte de “un acuerdo corrupto” con Gribkowsky.
Hasta ahora, su defensa no ha sido muy convincente. Cuando le preguntan por qué, si no tenía nada que ocultar, pagó tanto dinero al banquero alemán en lugar de llamar a la policía, él dice que, aunque las acusaciones eran falsas, habría tenido que dedicar muchas energías a defenderse frente a la Hacienda británica y corría el riesgo de acabar afrontando una factura de más de 2.000 millones.
Temido y reverenciado quizá a partes iguales en el mundo de la fórmula 1, la menuda figura de Ecclestone suscita menos respeto fuera de los circuitos. Las obscenas cantidades de dinero que se manejan a su alrededor, el lujo y la extravagancia que desprenden sus hijas y el carácter reaccionario de sus ideas políticas y sociales le convierten en un personaje con el que es difícil simpatizar.
Hijo de un pescador, Bernie Ecclestone nació en 1930 en un pueblecito de Suffolk y la familia se trasladó a Londres en 1938. En los cincuenta ya estaba metido en el mundo de las carreras, pero su primer gran paso hacia la fama y el dinero lo dio en 1970, cuando logró convertirse en mánager del legendario piloto Jochen Rindt, aunque este murió ese mismo año en un accidente en Monza.
Apenas se sabe nada de su primer y efímero matrimonio con Ivy Bamford, con la que en 1955 tuvo su primera hija, Deborah. Algo, pero no mucho más, se sabe de su larga relación con Dora Tuana Tan, una mujer de Singapur con la que vivió entre 1965 y 1982. Ese año conoció a Slavica Radic, con la que se casó en 1984, tuvo dos hijas, Tamara y Petra, y se divorció en 2009 a un coste estimado en unos 1.100 millones de dólares (casi 800 millones de euros al cambio actual). Ecclestone se casó en agosto de 2012 con la brasileña Fabiana Flosi, que tenía entonces 36 años.
Si de su hija Deborah se sabe poco, de Tamara y Petra se sabe demasiado. Sobre todo de su ajetreada vida sentimental y su gusto por el despilfarro. Nacida en 1988, Petra es, cómo no, diseñadora de moda de no mucho éxito y en 2011 se casó con su novio de casi siempre, el millonario coleccionista de arte James Stunt, con el que vive en una mansión de más de 5.000 metros cuadrados en Los Ángeles. Su boda en un castillo medieval al norte de Roma costó casi 15 millones, y los invitados bebieron Château Petrus a casi 5.000 euros la botella.
Pero la vida de Petra es terriblemente aburrida al lado de la de su hermana mayor, Tamara. Aunque su boda en la Riviera francesa en 2013 con un bróker acusado de estafa y al que había conocido un mes antes, Jay Rutland, costó menos de la mitad que la de Petra, Tamara se había ennoviado en 2002 con un chico al que años después denunció por chantaje —amenazaba con revelar secretos de alcoba— y en 2010 salió con un tal Omar Khyami, del que se separó después de que Ecclestone recibiera un vídeo sobre las hazañas bélicas de Omar en la cama con otras mujeres.
Tamara intentó convencer a los británicos de que su vida era digna de ser admirada protagonizando un programa de televisión llamado La chica del billón de dólares, en el que denunció la imagen que la gente tenía de ella como “un ser humano inútil, consentido, vacuo y vacío”. Poder ver la plataforma que le permitía sacar el Ferrari del garaje de su casa de Chelsea sin tener que maniobrar, sus 200 pares de zapatos y su colección de bolsos de Birkin, alguno de ellos valorado en casi 30.000 euros, no ayudó a disipar los estereotipos que circulan sobre ella. Tamara, eso sí, cree que el problema es que en Europa hay una cultura de la envidia que impide a la gente admirar los logros de personas con éxito como su padre.
A él nadie le ha negado su habilidad para conseguir dinero. Más discutible es, sin embargo, que ese éxito se base muchas veces en tratos de dudoso gusto con regímenes semifeudales en Oriente Próximo, aunque no es necesario ir tan lejos para cuestionar la elección de sus socios en los negocios.
También causan revuelo algunas de sus opiniones personales. Bernie Ecclestone es el hombre que cree que las mujeres, y en especial las mujeres que quieren pilotar coches, “deberían vestir de blanco, como los otros electrodomésticos caseros”. Es también el hombre que cree que, hiciera lo que hiciera, a Hitler no se le puede negar que tenía “don de mando y capacidad para conseguir que se hicieran las cosas”. Algo que, en su opinión, no se puede decir de las democracias. Y hace apenas unas semanas se alineó con las posiciones homofóbicas de Vladímir Putin y aseguró que no es el único: “El 90% de la gente está de acuerdo con eso”.
El juez es Peter Noll, el mismo que en 2012 condenó a ocho años de cárcel al banquero alemán Gerhard Gribkowsky por aceptar un pago de 32 millones de euros de Ecclestone años atrás, cuando en 2006 el banco en el que trabajaba, BayernLB, le vendió al fondo de inversión CVC el paquete del 47% de la F1 que los alemanes controlaron entre 2002 y 2006. En aquel juicio quedó claro que Gribkowsky se embolsó el dinero de forma ilegal. Ahora se ha de determinar si aquel pago fue además un soborno abonado por Ecclestone para asegurarse de que la venta del paquete de acciones de BayernLB no le iba a impedir seguir controlando la fórmula 1. O si, como dice el magnate británico, pagó ese dinero porque Gribkowsky le estaba chantajeando y le había amenazado con denunciarle “con datos falsos” al fisco británico.
Es difícil imaginar que a sus 83 años, con una fortuna personal estimada en cerca de 4.000 millones y una agenda que le permite codearse con primeros ministros, presidentes, príncipes y reyes de todo el mundo, el gran patrón de la fórmula 1, el hombre hecho a sí mismo que de niño se ganó sus primeros centavos repartiendo diarios y los invirtió en panecillos que revendió a sus compañeros de clase, que de joven montó un negocio de venta de recambios de automóvil porque le apasionaban los coches y acabó transformando la fórmula 1 de una pasión de especialistas al espectáculo deportivo (quizá) más visto del planeta, que ese hombre pueda acabar en la cárcel. Pero el Tribunal de Distrito de Múnich es el mismo que hace poco más de un mes condenó a tres años y medio de cárcel por fraude fiscal a Uli Höness, héroe de la selección alemana de fútbol en los años ochenta y presidente del club más poderoso del país y uno de los más poderosos de Europa, el Bayern Múnich.
Ecclestone se enfrenta a una condena de hasta 10 años. Y, aunque un proceso criminal exige un nivel probatorio superior al de un proceso civil o administrativo, los precedentes inmediatos no son buenos para él. No solo porque Gribkowsky, ya condenado, va a testificar ahora contra él, sino porque las cosas no le salieron del todo bien al multimillonario británico cuando hace unos meses el caso llegó, para dilucidar una cuestión paralela, al Tribunal Superior de Londres. En febrero, la sala londinense concluyó que los acuerdos entre Ecclestone y Gribkowsky no habían causado perjuicio a la firma alemana Constantin Medien, que se había declarado perjudicada. Pero el juez concluyó que Ecclestone pagó “un soborno” como parte de “un acuerdo corrupto” con Gribkowsky.
Hasta ahora, su defensa no ha sido muy convincente. Cuando le preguntan por qué, si no tenía nada que ocultar, pagó tanto dinero al banquero alemán en lugar de llamar a la policía, él dice que, aunque las acusaciones eran falsas, habría tenido que dedicar muchas energías a defenderse frente a la Hacienda británica y corría el riesgo de acabar afrontando una factura de más de 2.000 millones.
Temido y reverenciado quizá a partes iguales en el mundo de la fórmula 1, la menuda figura de Ecclestone suscita menos respeto fuera de los circuitos. Las obscenas cantidades de dinero que se manejan a su alrededor, el lujo y la extravagancia que desprenden sus hijas y el carácter reaccionario de sus ideas políticas y sociales le convierten en un personaje con el que es difícil simpatizar.
Hijo de un pescador, Bernie Ecclestone nació en 1930 en un pueblecito de Suffolk y la familia se trasladó a Londres en 1938. En los cincuenta ya estaba metido en el mundo de las carreras, pero su primer gran paso hacia la fama y el dinero lo dio en 1970, cuando logró convertirse en mánager del legendario piloto Jochen Rindt, aunque este murió ese mismo año en un accidente en Monza.
Apenas se sabe nada de su primer y efímero matrimonio con Ivy Bamford, con la que en 1955 tuvo su primera hija, Deborah. Algo, pero no mucho más, se sabe de su larga relación con Dora Tuana Tan, una mujer de Singapur con la que vivió entre 1965 y 1982. Ese año conoció a Slavica Radic, con la que se casó en 1984, tuvo dos hijas, Tamara y Petra, y se divorció en 2009 a un coste estimado en unos 1.100 millones de dólares (casi 800 millones de euros al cambio actual). Ecclestone se casó en agosto de 2012 con la brasileña Fabiana Flosi, que tenía entonces 36 años.
Si de su hija Deborah se sabe poco, de Tamara y Petra se sabe demasiado. Sobre todo de su ajetreada vida sentimental y su gusto por el despilfarro. Nacida en 1988, Petra es, cómo no, diseñadora de moda de no mucho éxito y en 2011 se casó con su novio de casi siempre, el millonario coleccionista de arte James Stunt, con el que vive en una mansión de más de 5.000 metros cuadrados en Los Ángeles. Su boda en un castillo medieval al norte de Roma costó casi 15 millones, y los invitados bebieron Château Petrus a casi 5.000 euros la botella.
Pero la vida de Petra es terriblemente aburrida al lado de la de su hermana mayor, Tamara. Aunque su boda en la Riviera francesa en 2013 con un bróker acusado de estafa y al que había conocido un mes antes, Jay Rutland, costó menos de la mitad que la de Petra, Tamara se había ennoviado en 2002 con un chico al que años después denunció por chantaje —amenazaba con revelar secretos de alcoba— y en 2010 salió con un tal Omar Khyami, del que se separó después de que Ecclestone recibiera un vídeo sobre las hazañas bélicas de Omar en la cama con otras mujeres.
Tamara intentó convencer a los británicos de que su vida era digna de ser admirada protagonizando un programa de televisión llamado La chica del billón de dólares, en el que denunció la imagen que la gente tenía de ella como “un ser humano inútil, consentido, vacuo y vacío”. Poder ver la plataforma que le permitía sacar el Ferrari del garaje de su casa de Chelsea sin tener que maniobrar, sus 200 pares de zapatos y su colección de bolsos de Birkin, alguno de ellos valorado en casi 30.000 euros, no ayudó a disipar los estereotipos que circulan sobre ella. Tamara, eso sí, cree que el problema es que en Europa hay una cultura de la envidia que impide a la gente admirar los logros de personas con éxito como su padre.
A él nadie le ha negado su habilidad para conseguir dinero. Más discutible es, sin embargo, que ese éxito se base muchas veces en tratos de dudoso gusto con regímenes semifeudales en Oriente Próximo, aunque no es necesario ir tan lejos para cuestionar la elección de sus socios en los negocios.
También causan revuelo algunas de sus opiniones personales. Bernie Ecclestone es el hombre que cree que las mujeres, y en especial las mujeres que quieren pilotar coches, “deberían vestir de blanco, como los otros electrodomésticos caseros”. Es también el hombre que cree que, hiciera lo que hiciera, a Hitler no se le puede negar que tenía “don de mando y capacidad para conseguir que se hicieran las cosas”. Algo que, en su opinión, no se puede decir de las democracias. Y hace apenas unas semanas se alineó con las posiciones homofóbicas de Vladímir Putin y aseguró que no es el único: “El 90% de la gente está de acuerdo con eso”.
viernes, 25 de abril de 2014
Panzeri nunca muere
Panzeri nunca muere
Si uno escribe Dante Panzeri en la alerta de Google para recibir todas las noticias relacionadas, puede encontrar en su casilla, mínimo diez noticias semanales. De esas diez, todas hablan sobre algún partido de la última fecha donde el resultado no fue el esperado, donde ganó el más débil, por ejemplo, o sobre un partido donde un equipo dio vuelta el marcador en los últimos 5 minutos, utilizando siempre “la dinámica de lo impensado” como frase comodín. Dante Panzeri resulta ser, parafraseando a Roberto Parrotino, el autor más citado y el menos leído. “La dinámica de lo impensado” como muletilla para explicar todo aquello para lo que no tenemos explicación, para lo que no tenemos palabras, todo aquello que no estaba en los planes.
Desde las noticias que llegan con la alerta del Google, Panzeri hablaba, parece ser, sobre ese segundo en la vida en que la pelota pega en el palo y no sabemos si va a ser palo adentro o palo a fuera. Pues, vale aclarar, la cosa no es así. Es cierto que habla de la casualidad como variable permanente frente al supuesto control total de las situaciones en la vida moderna. De lo incontrolable. De ese palo que marca la infinita línea entre el éxito y el fracaso, entre el triunfo y la derrota. De esa casualidad diminuta que determina el destino. De ese hecho que a cada instante deja a la causalidad fuera de juego. De ese azar que prima, finalmente, sobre nuestro conocimiento y el dominio de la naturaleza. De esa fuerza inexplicable que tira por la borda nuestra prepotencia actual, moderna, tecnológica, científica y omnipotente. Sin embargo, lejos de pensar en esa línea delgada y casual entre el oro o la nada, Panzeri piensa, creo, o da para pensar sobre el valor de ese oro, sobre el valor de ese triunfo. A partir de Panzeri se puede cuestionar ese triste y asumido afán por ganar. El afán por progresar, por ir hacia adelante sin saber qué hay más allá.
El pensamiento panzeriano excede ampliamente el tiro al palo. Cuestiona el triunfo en sí mismo y hace visible todo aquello que la necesidad del mismo produce. Sin embargo el afán de victoria no es monopolio del fútbol, la victoria ronda todos los ámbitos de la vida y determina los comportamientos. Dante Panzeri es recordado por la gran mayoría de los que a veces lo recuerdan, que no son muchos pero son suficientes, como un periodista liberal y gorila. Sin embargo, Panzeri fue un francotirador frente a la institución, sea la que sea, fuese lo que fuese lo instituido o por instituir.
Ayer, 21 de abril, se cumplieron 36 años de la muerte de Panzeri, si es que murió claro está, y 36 años en los que faltan pensadores que, desde el deporte, sepan, puedan y quieran, cuestionar esas instituciones. Cada año que pasa se nota más cómo nos acostumbramos a todo y hacemos caso omiso de todas las atrocidades instituidas.
Desde la humilde e intrascendente opinión del cronista, que soy yo, el fútbol es para Dante un moribundo que nos hace hablar de otras cosas. Aunque habla desde el fútbol, y esa es su gran virtud. No es un académico que retuerce su lenguaje hasta que lo entiendan unos pocos, ni lo encripta en clave política o académica, habla de cultura y sociedad siempre con un pie adentro de la cancha, sin dejar de imaginar un balón rodando en el verde rectángulo y la disputa por el mismo. De cómo se libra esa disputa.
Panzeri no piensa desde abstracciones, como hacemos los sociólogos cuando, malpensando el deporte y su estudio, trasladamos mecánicamente conceptos sociológicos al mundo del fútbol y nos podemos pedantes y retorcidos con los rituales urbanos de tribus pseudopaganas, por decir algo. No, justamente la fortaleza de Panzeri estaba, o está, en pensar la sociedad sin caer en academicismos y abstracciones innecesarias sino, en poder ser crítico y complejo y hablar, siempre de fútbol, y no de sociología. Sin embargo aunque Panzeri, en cada pensamiento tuviera siempre un pie dentro de la cancha, para el cronista, que sigo siendo yo, es cada vez más difícil pensar en fútbol cuando habla de Panzeri y en su lugar piensa, siempre y sin descanso, en las instituciones que tejen y fortalecen, día a día, su dominio sobre cualquier ámbito. La dinámica de lo impensado se torna todo aquello necesario para sortear los obstáculos que toda institución genera.
Cada ser humano al despertarse, cada mañana de su vida, sale de su casa para sumergirse en una institución. La escuela, la fábrica, la empresa, la oficina, la cárcel, el psiquiátrico, la academia, el canal de televisión o, la cancha de fútbol. Reglas, siempre reglas. Pocos las deciden y muchos las obedecen. Panzeri ve al hombre futbolista convertirse, día a día, en un ser dócil y triste, como cada uno de nosotros cada minuto de nuestra vida que pasamos sin poder hacer lo que nos gusta. El drama de la alienación. Tan fundamental y trillado es lo que acabo de decir, que optamos por no pensarlo más, nunca más. La realidad se torna insoportable si se piensa de esa forma, y así la pensaba Dante, incansable y gruñón francotirador. Por eso era, o es, insoportable.
“El fútbol será siempre antiguo. Porque no es ciencia que pueda enseñarse. Es imprevisto. Es improvisación. Tiene que ser improvisación. Aunque la palabra no guste a la "organización", ni al "orden"… Lo que ocurre en la cancha... lo organizan las circunstancias y lo decide el imprevisto”. (Fútbol. Dinámica de lo impensado, de 1967)*
Se lo suele recordar como un hombre honesto, y también, como un “liberal”, “gorila” y “anticomunista”. Una crítica cultural aborrecida y ninguneada por los líderes de los grandes movimientos de masas, y por la entelequia de los pensamientos posibles. Un supuesto liberal que desde el periodismo deportivo disparó contra el culturismo y la chantocracia. Un supuesto gorila que disparó contra el derroche del Estado y contra el patrioterismo barato de los grandes triunfos y las intocables banderas.
Panzeri tocaba, o toca, las fibras sensibles de las creencias populares y burguesas. Ni la empresa ni el Estado son opciones si hay choreo. A cada frase hace explotar el pensamiento esencialista. Siempre pensamiento ético más allá de los colores y las banderas. El Estado no es ni bueno ni malo en sí mismo, no se legitima como concepto abstracto o ideal, simplemente cobra existencia como institución, sea dominante o libertaria, vertical u horizontal, popular o populista. Panzeri no se casó ideológicamente con nadie, lo que no debería significar necesariamente una falta de compromiso. Él tenía, dicen, una frase escrita en su escritorio que decía “un periodista no puede tener amigos”. No omitía la crítica según quien fuera el destinatario. Se trataba de pensar, no de creer, aunque creía. Al final de su carrera dijo, “yo no escribo donde quiero pero nunca escribo lo que no quiero”.
El comportamiento dentro de una cancha de fútbol deviene normado. La disciplina se torna un valor y los valores se tornan obedientes, cual oficina, cual industria, cual periódico, cual casa de gobierno. La obediencia como pilar fundamental de la sociedad. Todo eso se puede interpretar de un supuesto liberal, gorila y anticomunista.
“El fútbol... para ser serio tiene que ser juego. Y si es juego, es espontaneidad. Y si es espontaneidad, no se puede organizar”. (Fútbol. Dinámica de lo impensado, de 1967)
El fútbol es para atorrantes y la disciplina, siempre carcelaria, siempre proselitista, nos obliga a ganar y portarnos bien. Cuarenta años después de Dante vemos diariamente un fútbol triste, repleto de futbolistas que carecen de la capacidad de disfrutar, futbolistas que se tiran al piso fingiendo penal y pidiendo amarilla, ansiando ese triste uno a cero que les asegure la permanencia. ¿Pero la permanencia dónde? Fuera de la cancha escuchamos periodistas pidiendo cabezas, vemos dirigentes cambiando entrenadores semanalmente, hinchadas odiando a sus propios equipos.
“No puede seducir lo que carece de alegría. El fútbol ha matado su alegría para dar paso a la afirmación de su "seriedad" e importancia comercial. No puede sonreír quien está angustiado; no puede hacer sonreír a otros quien no está en estado de ánimo de sonreír, puesto que lo absorbe la angustia...” (Fútbol. Dinámica de lo impensado, de 1967)
Esa disciplina, ese ordenamiento, ese cálculo, esos billetes, esos miedos, esos aprietes, son parte de eso que fue juego y ya no es. “Aburrirse es besar la muerte”.
“Hay en el fútbol, una aguda embriaguez cultural comercial, que además de haber intentado organizar la espontaneidad ha instalado una masiva psicosis de la disciplina como factor preeminente a la propia capacidad humana para darle destino a una pelota de fútbol”. (Fútbol. Dinámica de lo impensado, de 1967)
Panzeri no detestaba, tanto como decía, a los Directores Técnicos, digo yo, detestaba sí, la figura del DT predominante que decía hacer un “fútbol moderno”. Criticaba, no tanto al DT como a la modernidad que le daba vida y al progresismo que dotaba de fórmulas exitosas su discurso.
“Al compás de la angustia que se incrementa en el ánimo viviente del hombre llamado "actual", el futbolista paralelo a ese hombre angustiado ha ido jugando de menos en menos, para durar de más en más como rentado. El fútbol siguió siendo uno solo: bien o mal jugado”. (Fútbol. Dinámica de lo impensado, de 1967)
El DT como la alegoría o la caricatura de la prepotencia de las sociedades, de la supuesta capacidad de controlarlo todo. De la razón que nos libera de la superstición tornándose deidad absoluta. Panzeri es, desde el verde pasto, esa crítica a la modernidad que hoy despreciamos. Que hoy desechamos como pensamientos de otra época, donde otro mundo era posible. Hueso duro de roer, claro está, Panzeri aparece como un conservador, y puede ser. “Cuando el progreso es reaccionario la reacción es progresista”.
Finalmente, más allá del Dante que imagino, haya o no sido así, es un personaje que nos sirve para leer la historia argentina, para interrogarnos, hacernos dudar o fortalecernos en la idea. Un tipo respetado por su honestidad y abandonado por lo mismo. Y así, murió Dante, consecuente y un poco en soledad, 47 días antes del Mundial del 78, en el cual, de haber vivido, no habría gritado ningún gol.
* Fútbol. Dinámica de lo impensado, de 1967 fue reeditado en 2012
MAMMA MIA ,ASI ESTA LA HUMANIDAD DESHUMANIZADA
Cristiano Ronaldo es una de las personalidades más influyentes del mundo, según TIME
Jason Collins, pivot de los Brooklyn Nets, también tiene su hueco en una lista en la que están Beyonce, Obama o el Papa Francisco
jueves, 24 de abril de 2014
Cuando el Barça es sólo pasado
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AFP
Una refundación traumática y un club que desprecia su leyenda. Cualquier análisis del presente remite siempre las tragedias del pasado. Concretamente a aquella en la que Pep Guardiola retiró la palabra a varios de los pesos pesados de su plantilla, entre ellos Messi, y huyó sabiendo que sus capataces, comenzando por el escapista Rosell, pasando por el superviviente Bartomeu y acabando por el estajanovista Zubizarreta, nunca se atreverían a refundar -y evolucionar- al mejor Barça de la historia. Un equipo condenado a trampear desde entonces, por mucho que Tito Vilanova, un líder que no pudo ejercer como tal por culpa de su enfermedad, lograra su Liga de los 100 puntos.
Dos años después de la marcha de Guardiola, el Barcelona está obligado ahora a desmontar el equipo tarde y mal. El precio a pagar por obstinarse en despreciar su leyenda. Primero, ofreciendo renovaciones vitalicias y permitiendo la continuidad de futbolistas que hace tiempo que dejaron de sumar. Después, incomodando a su estrella -"ese señor", que diría Faus- hasta hacerla aborrecer el juego. Y por último, contratando a dedo a un técnico, Gerardo Martino, que encontró su lugar en el cadalso el mismo día en que mandó al garete su idea contragolpista, se dejó devorar por los guardianes del estilo, confeccionó alineaciones políticas y permitió que los jugadores continuaran siendo los reyes del mambo. Desde la barra del Pan y Manteca de Rosario, seguro que todo se veía diferente.
Un gobierno a la deriva que pretende continuar su gestión
Josep Maria Bartomeu sonríe -siempre lo hace, pero aún con más ímpetu- cuando le cuestionan acerca de la posibilidad de convocar elecciones en junio. El heredero de Rosell, que camina sobre el cable de seguridad concedido por los estatutos, suspiraba por que la Copa fuera la coartada perfecta para evitar los comicios. No ha sido así, aunque la junta piensa encadenarse al palco. Con la excusa de que "aún queda Liga". Con la excusa de que concederá la extremaunción al equipo. Con la excusa de que meterá la mano bajo la falda de una plantilla ya sin ropa interior.
Pendientes del Comité de Apelación de la FIFA y del TAS. Si algo tranquiliza a Bartomeu es la escasa organización de los opositores. El todavía concejal del Ayuntamiento de Barcelona Joan Laporta y el ex técnico Johan Cruyff se van dejando ver, pero sólo Agustí Benedito, segundo en las elecciones de 2010, tiene la maquinaria a punto, a la espera de que reaccione el accionista del diario Ara, Víctor Font. El presidente no electo querrá tomárselo todavía con calma, consciente de que el socio conservador siempre tuvo mucho peso. Más problemas tendrá para poder rehacer la plantilla si la FIFA -o en su defecto el TAS- no le concede el perdón que permita al club reinterpretar a un club que, ahora, sólo es pasado.
martes, 22 de abril de 2014
OCHO DE CASTIGO PARA LOS ESPAÑOLES CELAYA Y MARTÍ
Diez años de suspensión
a Bruyneel por
una "conspiración
de dopaje" en el US Postal
AA
La Asociación de Arbitraje Americana (AAA) suspendió por diez años al belga Johan Bruyneel, director técnico de varios equipos ciclistas, y por ocho a los españoles Pedro Celaya, médico, y José Martí, preparador, "por su implicación en una conspiración de dopaje en el equipo US Postal", en la época de Lance Armstrong. Un tribunal de tres miembros de la AAA ha resuelto que los tres "cometieron múltiples violaciones del reglamento antidopaje durante muchos años que afectó a muchos corredores".
"Las pruebas establecen de modo concluyente que el señor Bruyneel estaba al frente de una conspiración para practicar el dopaje en el US Postal y en el Discovery Channel que duró muchos años y abarcó a muchos corredores. Del mismo modo, el doctor Celaya y el señor Martí fueron parte, o al menos se prestaron a servir de instrumento, de dicha conspiración". El consejero delegado de la USADA, Travis Tygart, explicó que la investigación se centró, desde el principio, "en aquellos encargados de preservar la salud de los deportistas que abusaron de su posición de confianza e influencia para fomentar el uso de sustancias dopantes para defraudar al deporte y a los corredores limpios".
"No hay ninguna excusa para ningún director, médico o cualquier otra persona de apoyo que corrompe el verdadero deporte y a los deportistas a los que supuestamente protegen", añadió. Estas sanciones se suman a las ya impuestas al doctor italiano Michele Ferrari y al médico español Luis García del Moral, ambos suspendidos a perpetuidad por su implicación en prácticas de dopaje en el equipo US Postal con el que Armstrong conquistó siete Tours, de los que ha sido desposeído. El tribunal concluye que Bruyneel traficó con sustancias dopantes y fue el responsable del uso de "una variedad de productos prohibidos y de métodos adoptados expresamente con el propósito de ganar una ventaja desleal para el equipo y los ciclistas a los que dirigía", prácticas que produjeron éxitos de los que el belga "se benefició considerablemente".
Según la AAA, Bruyneel, que actualmente vive en Londres, indujo a los corredores a usar productos dopantes incluidos EPO, transfusiones de sangre, testosterona y cortisona. El doctor Celaya, que trabajó en el equipo US Postal y en su continuador Discovery Channel entre 1997 y 1998 y luego del 2004 al 2007, -también lo hizo en el ONCE y en el RadioShack- "estuvo en posesión y administró productos dopantes como EPO, transfusiones sanguíneas y cortisona", apunta la AAA. El valenciano Pepe Martí trabajó también en el US Postal durante más de diez años y, según el tribunal de la AAA, "traficó con sustancias dopantes, administró EPO, hormona del crecimiento, testosterona y cortisona a los corredores y practicó transfusiones sanguíneas". Bruyneel y Martí se negaron a testificar, mientras que el doctor Celaya sí lo hizo ante el Tribunal, que concluyó que el médico español "no era un testigo creíble en este caso". La suspensión a Bruyneel concluirá el 11 de junio de 2022 y las de Celaya y Martí el 11 de juno del 2020.
El propio Bruyneel había anunciado en su blog la suspensión de que ha sido objeto. El belga, que también dirigió al español Alberto Contador en el Discovery Channel y en el Astana, admitió algunos errores: "no niego que hay ciertos elementos de mi carrera que me habría gustado que hubieran sido diferentes". El director técnico belga pone en duda "la jurisdicción de la AAA y/o de la USADA" para juzgarlo. Armstrong fue suspendido a perpetuidad y desposeído de los siete Tour que había ganado, mientras que Bruyneel recurrió a los tribunales de justicia para negar la jurisdicción de la USADA para juzgarlo, alegando que, por su nacionalidad, sólo la Federación Belga puede hacerlo. Bruyneel asegura que todavía no ha tomado una decisión sobre su próximo paso en esta materia. "Estoy pensando cuál debería ser mi siguiente paso. Puedo apelar contra la resolución de la AAA en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), aunque eso supondría volver a poner mi confianza en arbitraje", comentó.
lunes, 21 de abril de 2014
A COPA DO MUNDO NAO E NOSSA
El rechazo incandescente de Brasil
El 55% del país reprueba un Mundial cuyo coste total asciende a 10.000 millones de euros
Hasta la irrupción de Lula da Silva en la presidencia, hace 11 años,
Brasil era un gigante durmiente inmerso en la pobreza. Su llegada
espoleó y catapultó al país, que pasó de ese estado basal a
transformarse en un agente internacional activo y protagonista. Hoy día,
con la presidenta, Dilma Rousseff, al mando es la sexta potencia
económica del planeta. Una nación poderosa, puntera en biotecnología y
rica en materias primas como minerales, soja y carne. Sin embargo,
Brasil es un ente muy contradictorio. De forma paralela a su crecimiento
se ha desarrollado el descontento generalizado en la sociedad, hastiada
de la corrupción, la inseguridad y el aumento disparatado de la
inflación. Frente al nacimiento de una nueva clase media con mayor
capacidad adquisitiva, inquieta y protestona, más exigente, late todavía
una pobreza resumida en los casi dos millones de personas que viven
tiradas en las calles. Considera ese nuevo estrato social que se vive
bien y que el país ha evolucionado, pero que se podría vivir todavía
mucho mejor.
La mecha prendió hace casi un año, cuando se incrementó en 20 centavos (0,07 euros) el precio del transporte público en São Paulo. Hasta 1,2 millones de personas tomaron la Avenida Paulista, la arteria principal, para protestar.
Su expresión se acentuó en torno a la Copa Confederaciones de fútbol y
desde entonces envuelve a la Copa del Mundo que arrancará el próximo 12
de junio en la capital paulista. Brasil, un país que adora la pelota,
rechaza ahora un Mundial. “Amamos el fútbol. ¿Cómo no vamos a querer que
la Copa se celebre aquí? El problema es el dinero que se ha invertido.
¿Qué sentido tienen las 12 sedes? ¿Y la de Manaos? Después del torneo,
allí no va a jugar nadie”, denuncia Eduardo, torcedor del Santos, bajo un sol de justicia en los aledaños del estadio Pacaembu.
Las obras de construcción o reforma de los recintos que albergarán los partidos del Mundial, cifradas al principio en 800 millones de euros, superan ya los 2.700. Una inversión total superior a la que efectuaron Alemania 2006 y Sudáfrica 2010 juntas.
A pesar de que el Gobierno intente camuflarlo, el malestar es evidente. Está ahora mismo soterrado, pero basta con recorrer alguna ciudad para encontrar mensajes contrarios a la cita. “Não vai ter Copa” [No habrá Copa], reza un cartel instalado en los bajos del edificio Martinelli, en el corazón financiero de São Paulo. La indignación también se manifiesta en la conversación de cualquier boteco (taberna). “Es la Copa de la élite, de los ricos, de la FIFA. Existen otras prioridades”, dice Jô, vendedor del colorido mercado municipal. El presupuesto para el torneo asciende a unos 10.000 millones de euros. El mayor desembolso en la historia de estos eventos. Un 10% más de lo estipulado en un inicio. Sin embargo, persisten los problemas de infraestructura en todo el país. Los proyectos de movilidad urbana, indispensables en un estado en el que el tráfico en un problema endémico, casi no han avanzado. Los aeropuertos están inacabados y se colapsan con facilidad. El precio de los servicios se encareció en 2013 en un 8,75% y el dispendio del dinero público enerva a los habitantes, que reclaman más recursos para la educación y la sanidad.
Este año, las movilizaciones no se han detenido. Eso sí, la afluencia
de los participantes se ha reducido de forma considerable. A finales de
enero, unas 2.500 personas tomaron parte en la jornada de protestas de
São Paulo. Un joven resultó herido de bala por la policía y se
produjeron 128 arrestos (de los 143 detenidos en Brasil). La semana
pasada, el balance fue de 1.000 manifestantes y 54 detenidos. La causa
de la disminución de los participantes no es otra que la violencia.
Durante los actos en la Copa Confederaciones 2013, el grupo Black Bloc
se infiltró entre los manifestantes e impuso su discurso anarquista con
la quema de símbolos, ataques a entidades bancarias y enfrentamientos
directos con las fuerzas del orden.
La mayoría del pueblo quiere desmarcarse. “El sentimiento de que vamos a tener una gran fiesta comienza a predominar”, arguye la vicealcaldesa de la ciudad, Nádia Campeão. “Defenderemos las manifestaciones pacíficas y actuaremos contra las violentas. En Europa y Rusia hay guerras civiles. ¿Cómo no va a haber problemas aquí? Somos un país pacífico y tolerante, pero existe una desigualdad importante. Brasil tiene 16.000 kilómetros de fronteras, pero no libramos ninguna guerra con nadie”, defiende el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, ante un grupo de periodistas invitados a Brasil.
La seguridad es uno de los puntos que más inquieta al Gobierno brasileño. Por ello ha diseñado un complejo entramado que integra a las 12 ciudades que acogerán el Mundial y en el que participarán 180.000 agentes, un número récord. La célula principal está fijada en Brasilia. Se activará el 23 de mayo y permanecerá hasta el 18 de julio, cinco días después de la Copa. Trabajará 24 horas al día y su coste es de 260 millones de euros. Junto a Río y Salvador, que recibirán la mayor cantidad de visitantes, preocupa sobremanera el foco de Belo Horizonte. Allí instalará su cuartel general Argentina (Messi ya ha alquilado una lujosa villa para sus familiares por valor de 55.000 euros, en el lujoso complejo de Lagoa Santa, donde vive Ronaldinho) y hasta ahí se desplazarán alrededor de 600 barras bravas, con un amplio historial delictivo, liderados por el jefe de la de Independiente.
El gran conflicto, el quiste, subyace sin embargo en casa. Con las elecciones presidenciales del 5 de octubre y los Juegos de Río 2016 en el horizonte, la popularidad de Rousseff ha caído en picado. El Mundial y la cita olímpica requerirán un gasto total de unos 19.000 millones de euros. En contraposición, el impacto económico será limitado, según un informe de la agencia Moody’s. De los 600.000 turistas que se esperan, la expectativa ha disminuido a la mitad. Solo la hostelería, el comercio y la alimentación, por un periodo breve, sacarán tajada.
La FIFA sí que está haciendo negocio. Hasta ahora, sus ingresos se
estiman en unos 1.000 millones de euros. Una encuesta reciente efectuada
por el instituto Datafolha revela que el 55% de los brasileños cree que
el Mundial traerá consigo más perjuicios que beneficios. Solo un 36% se
muestra optimista. “Nací en 1958. ¡Claro que quiero que el Mundial se
celebre aquí! Todos sabemos que el país no está del todo preparado, pero
es nuestra oportunidad de demostrar al mundo cómo somos. Aunque hayamos
dejado todo para el final, como casi siempre, organizaremos una Copa
del Mundo espectacular”, señala João, vendedor de helados en el parque
de Ibirapuera.
Son las dos caras de Brasil, un coloso paradójico. Aquel país que venera el fútbol y ese otro que ahora reclama más atenciones. Las brasas siguen incandescentes. Al menos hasta que ruede el balón y salte al césped su ejército más reconocible. El futbolero, la todopoderosa Canarinha.
La mecha prendió hace casi un año, cuando se incrementó en 20 centavos (0,07 euros) el precio del transporte público en São Paulo. Hasta 1,2 millones de personas tomaron la Avenida Paulista, la arteria principal, para protestar.
Las obras de los 12 estadios que albergarán la cita, cifradas de inicio en 800 millones, se elevan ya a 2.700
Las obras de construcción o reforma de los recintos que albergarán los partidos del Mundial, cifradas al principio en 800 millones de euros, superan ya los 2.700. Una inversión total superior a la que efectuaron Alemania 2006 y Sudáfrica 2010 juntas.
A pesar de que el Gobierno intente camuflarlo, el malestar es evidente. Está ahora mismo soterrado, pero basta con recorrer alguna ciudad para encontrar mensajes contrarios a la cita. “Não vai ter Copa” [No habrá Copa], reza un cartel instalado en los bajos del edificio Martinelli, en el corazón financiero de São Paulo. La indignación también se manifiesta en la conversación de cualquier boteco (taberna). “Es la Copa de la élite, de los ricos, de la FIFA. Existen otras prioridades”, dice Jô, vendedor del colorido mercado municipal. El presupuesto para el torneo asciende a unos 10.000 millones de euros. El mayor desembolso en la historia de estos eventos. Un 10% más de lo estipulado en un inicio. Sin embargo, persisten los problemas de infraestructura en todo el país. Los proyectos de movilidad urbana, indispensables en un estado en el que el tráfico en un problema endémico, casi no han avanzado. Los aeropuertos están inacabados y se colapsan con facilidad. El precio de los servicios se encareció en 2013 en un 8,75% y el dispendio del dinero público enerva a los habitantes, que reclaman más recursos para la educación y la sanidad.
Las protestas se han reducido por los actos violentos, pero solo un 36% de los brasileños aprueba el torneo
La mayoría del pueblo quiere desmarcarse. “El sentimiento de que vamos a tener una gran fiesta comienza a predominar”, arguye la vicealcaldesa de la ciudad, Nádia Campeão. “Defenderemos las manifestaciones pacíficas y actuaremos contra las violentas. En Europa y Rusia hay guerras civiles. ¿Cómo no va a haber problemas aquí? Somos un país pacífico y tolerante, pero existe una desigualdad importante. Brasil tiene 16.000 kilómetros de fronteras, pero no libramos ninguna guerra con nadie”, defiende el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, ante un grupo de periodistas invitados a Brasil.
La seguridad es uno de los puntos que más inquieta al Gobierno brasileño. Por ello ha diseñado un complejo entramado que integra a las 12 ciudades que acogerán el Mundial y en el que participarán 180.000 agentes, un número récord. La célula principal está fijada en Brasilia. Se activará el 23 de mayo y permanecerá hasta el 18 de julio, cinco días después de la Copa. Trabajará 24 horas al día y su coste es de 260 millones de euros. Junto a Río y Salvador, que recibirán la mayor cantidad de visitantes, preocupa sobremanera el foco de Belo Horizonte. Allí instalará su cuartel general Argentina (Messi ya ha alquilado una lujosa villa para sus familiares por valor de 55.000 euros, en el lujoso complejo de Lagoa Santa, donde vive Ronaldinho) y hasta ahí se desplazarán alrededor de 600 barras bravas, con un amplio historial delictivo, liderados por el jefe de la de Independiente.
El gran conflicto, el quiste, subyace sin embargo en casa. Con las elecciones presidenciales del 5 de octubre y los Juegos de Río 2016 en el horizonte, la popularidad de Rousseff ha caído en picado. El Mundial y la cita olímpica requerirán un gasto total de unos 19.000 millones de euros. En contraposición, el impacto económico será limitado, según un informe de la agencia Moody’s. De los 600.000 turistas que se esperan, la expectativa ha disminuido a la mitad. Solo la hostelería, el comercio y la alimentación, por un periodo breve, sacarán tajada.
“Es la Copa de la élite, de los ricos, de la FIFA. Ahora mismo existen otras prioridades”, lamenta un aficionado
“Son las dos caras de Brasil, un coloso paradójico. Aquel país que venera el fútbol y ese otro que ahora reclama más atenciones. Las brasas siguen incandescentes. Al menos hasta que ruede el balón y salte al césped su ejército más reconocible. El futbolero, la todopoderosa Canarinha.
sábado, 19 de abril de 2014
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Hoeness y su 'dopaje fiscal' entran en la historia más oscura del deporte alemán
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Uli Hoeness, toda una
leyenda futbolística en Alemania, puede estar seguro de que ha dejado
huella en su país. Pero no sólo por sus goles cuando era delantero de la
selección de la República Federal de Alemania en los años 70, ni por
haber conquistado el Mundial-1974, ni por su excelsa gestión del Bayern
Múnich, el club donde entrena Pep Guardiola y que ha presidido hasta
hace unos días. Y es que a la Hacienda pública teutona, Hoeness dejó de
pagarle casi 30 millones de euros en impuestos, algo que le llevará
directamente a la cárcel.
Su caso ha causado conmoción, y hasta el Frankfurter Allgemeine Zeitung,
uno de los periódicos más serios del país, reconocía que “el juicio de
este directivo del mundo del fútbol ha desplazado la atención de los
titulares de la crisis en Crimea”. Según se leía en páginas de este
diario, el juicio a Hoeness ha sido el que ha causado
mayor “sensación en las últimas décadas”. Con el mediático juicio de
Hoeness, parece caer en desgracia otra figura del deporte alemán de los años 70..
Dopaje a ambos lados del muro
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Franz Beckenbauer, otra gloria futbolística que pasó por el Bayern Múnich, señaló al respecto el año pasado que, en la década de los setenta, no se sabía “lo que era el dopaje”, pues “la palabra ni siquiera existía”. El fraude fiscal, sin embargo, es un delito tan antiguo como las haciendas de los países, circunstancia que habrá contribuido a que Hoeness se haya quedado sin defensa ante los jueces. A estas alturas, tiene asumido que su “dopaje fiscal” –si se puede llamar así su condena por evasión de 27,5 millones de euros en impuestos– le llevará a la cárcel. Le han caído tres años y medio de prisión por incurrir en una variante de ese mal que aún persigue a muchos en el mundo del deporte y que consiste en hacer trampas.
Dopaje a ambos lados del muro
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Investigadores de dos universidades han confirmado que en la RFA también se incurría en prácticas dopantes.Tras el ocaso comunista, algunos campeones de la RDA siguieron compitiendo con éxito, como el aún hoy popular en toda Alemania Henry Maske, boxeador y también oro olímpico en Seúl 1988. Llevó el cinturón de campeón de la Federación Internacional de Boxeo en su categoría, los semipesados, entre 1993 y 1996. Aun así, lo cierto es que el dopaje sistemático en la RDA ha empañado muchos éxitos de deportistas alemanes. Sin embargo, en la RFA también se incurría en prácticas dopantes, tal y como revelaron el pasado verano investigadores de la Universidad Humboldt de Berlín y de la Universidad de Münster con un imponente dossier de casi 1.000 páginas.
Franz Beckenbauer, otra gloria futbolística que pasó por el Bayern Múnich, señaló al respecto el año pasado que, en la década de los setenta, no se sabía “lo que era el dopaje”, pues “la palabra ni siquiera existía”. El fraude fiscal, sin embargo, es un delito tan antiguo como las haciendas de los países, circunstancia que habrá contribuido a que Hoeness se haya quedado sin defensa ante los jueces. A estas alturas, tiene asumido que su “dopaje fiscal” –si se puede llamar así su condena por evasión de 27,5 millones de euros en impuestos– le llevará a la cárcel. Le han caído tres años y medio de prisión por incurrir en una variante de ese mal que aún persigue a muchos en el mundo del deporte y que consiste en hacer trampas.
miércoles, 16 de abril de 2014
ATLÉTICO DE MADRID
El Atlético, el «Robin Hood» del fútbol español
El Wall Street journal se fija en la temporada de los de Simeone, que «juegan cada partido como si fuera una pelea de bar»
La excepcional temporada del Atlético de Madrid no está pasando desapercibida a nadie. Ni siquiera un prestigioso diario como el estadounidense Wall Street Journal, ajeno al deporte, se ha resistido a analizar el resurgir de este grande del fútbol español que en los últimos años se había mantenido en un segundo plano.
Si bien el análisis del conjunto rojiblanco comienza con una comparación con los Mets, segundo equipo de la ciudad de Nueva York, para poner en situación a los lectores, enseguida se adentra en el renacer atlético. «Durante la mayor parte de los últimos 40 años el Atlético de Madrid ha sido al Real Madrid lo que son los Mets a los Yankees de Nueva York», explica.
Si bien el análisis del conjunto rojiblanco comienza con una comparación con los Mets, segundo equipo de la ciudad de Nueva York, para poner en situación a los lectores, enseguida se adentra en el renacer atlético. «Durante la mayor parte de los últimos 40 años el Atlético de Madrid ha sido al Real Madrid lo que son los Mets a los Yankees de Nueva York», explica.
«Conocidos como los colchoneros, el club tiene un entrenador que viste como un gangster, un contrato de patrocinio con la oficina de turismo de Azerbayán y la mala costumbre de vender a su mejor jugador» asegura el diario, que enseguida puntualiza, «pero este año, además, está cerca de conseguir el título de Liga».
«El club ha hecho un montón de amigos esta temporada, porque si echas un vistazo a la clasificación en cualquier momento de la pasada década verás lo mismo: Barcelona y Real Madrid, o Real Madrid y Barcelona, con un perdedor en el tercer puesto», añade.
El Wall Street Journal explica las diferencias que existen en el fútbol español a la hora de repartir los derechos televisivos, un reparto en el que los rojiblancos tienen una clara situación de desventaja -como el resto de los clubes de la liga- respecto al Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona. es por ello que el periódico considera al Atlético «el Robin Hood de España».
Y se refiere también el artículo al cambio de carácter del equipo en los últimos años: «Admirable es ciertamente el mejor calificativo para un equipo que era conocido como El Pupas. Si había alguna manera loca de perder, el Atlético la encontraba». Para el Wall Street Journal, ahora «Simeone consigue que su equipo juegue cada partido como si fuera una pelea de bar».
martes, 15 de abril de 2014
A Copa, o Brasil e o mundo em guerra
Na década de 1940, a guerra impediu a realização de duas Copas do Mundo. Em 1950, quando a competição mundial voltou a acontecer, a Europa se recusou a sediá-la, já que estava arrasada política e economicamente pela guerra.Se a Europa não aceitou sediar a Copa pelas condições que enfrentava, o que dizer do Brasil, que gasta fortunas para realizar a competição, mesmo estando em situação econômica desfavorável? E ainda vê a possibilidade de o Mundial ficar comprometido em razão do clima tenso que vive esta mesma Europa, devido à crise entre a Rússia e Ucrânia e a iminência de uma nova guerra.
Aí, o quadro ficará ainda pior, porque o Brasil - já prejudicado pela sua situação financeira - não terá o retorno econômico esperado com a competição, e mergulhará ainda mais fundo na crise.
sábado, 12 de abril de 2014
EL CORRUPTO NO ES EL DEPORTE,ES EL PAIS DE CORRUPTOS,LADRONES,ESTAFADORES Y MAFFIOSOS
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Radiografía judicial del fútbol español
Los crecientes problemas con la Justicia de numerosos mandatarios de clubes de fútbol pone en entredicho la credibilidad del mayor espectáculo de masas de España. Juan Bautista Soler, José María Del Nido, Sandro Rosell, Augusto César Lendoiro o Agapito Iglesias protagonizan los casos más recientes pero ya Jesús Gil y José María Ruiz-Mateos acumularon un amplio historial delictivo en su día. Todo ello, unido a la crítica situación económica del fútbol español, dibuja un panorama desolador
JORGE YUSTA
Madrid
Los crecientes problemas con la Justicia de numerosos
mandatarios de clubes de fútbol pone en entredicho la credibilidad del
mayor espectáculo de masas de España. Juan Bautista Soler, José María
Del Nido, Sandro Rosell, Augusto César Lendoiro o Agapito Iglesias
protagonizan los casos más recientes pero ya Jesús Gil y José María
Ruiz-Mateos acumularon un amplio historial delictivo en su día. Todo
ello, unido a la crítica situación económica del fútbol español, dibuja
un panorama desolador.
El mundo del fútbol está acaparando en los últimos años demasiadas portadas que en nada tienen que ver con los éxitos deportivos y sí con sus mandatarios enfangados en problemas judiciales. El último caso ha sido el esperpento de la detención del expresidente del Valencia, Juan Bautista Soler, por intentar secuestrar a Vicente Soriano, su sucesor en el cargo. Pero la lista comienza a hacerse ya interminable. Los que antes ocupaban los palcos de los estadios ahora se sientan en los banquillos de los acusados.
Detenidos, imputados, condenados y encarcelados. Del Nido, Rosell, Núñez, Ruiz de Lopera, Lendoiro son las muestras más visibles de que el fútbol español huele cada vez peor. Unos por cometer delitos ejerciendo sus cargos futbolísticos y otros por sus problemas fuera de los estadios, todos han terminado por quedar expuestos a la acción de una Justicia que cada día parece tener más trabajo. La falta de ética se ha instalado en las juntas directivas y la corrupción no encuentra límites. Y todo ello, mientras esos mismos gestores han provocado en los clubes unos agujeros económicos desproporcionados.
Por tanto, todo ello ha derivado en que se hayan apropiado del enorme legado histórico y social de muchas instituciones deportivas personajes poco o nada ejemplares. El resultado es que la mayoría de SAD ha terminado en la ruina y han provocado un agujero económico en el fútbol español de escándalo. Creyéndose ajenos a la acción de la Justicia, muchos dirigentes han gestionado de forma desleal e irregular los clubes hasta hundirlos. Otros han invertido dinero de dudosa procedencia en el fútbol para darle apariencia de legalidad y los que hay que aprovechándose de la influencia conseguida gracias a él han delinquido fuera de los muros de los estadios. Y ni qué decir que estos mandatarios corruptos se han aprovechado de la connivencia y laxitud de las autoridades españolas. Por eso, el creciente número de detenidos, imputados, enjuiciados y condenados tan solo es la consecuencia de la manga ancha tanto política como judicial de la que han disfrutado y que ha propiciado que la corrupción lleve instalada en los clubes de fútbol españoles desde hace mucho tiempo.
Sí fue condenado Gil junto a su hijo Miguel Ángel Gil Marín, actual máximo accionista del club, a un año y medio de cárcel por un delito de estafa al simular contratos a cuatro jugadores africanos y birlar al Atlético 16,2 millones de euros. La pésima gestión de los Gil desembocó en que en 1999 la Audiencia decretara la intervención judicial del club para a los pocos meses reponer en sus puestos a los antiguos mandatarios. En 2000 Jesús Gil fue de nuevo condenado a 28 años de inhabilitación y seis meses de arresto por cuatro delitos de prevaricación al poner en las camisetas del Atlético publicidad de Marbella y desviar 45 millones de pesetas del ayuntamiento andaluz al club. Tan solo durmió tres noches en prisión. Y su último encarcelamiento fue por el caso Saqueo por el desvío de 26,7 millones de euros del Ayuntamiento de Marbella a empresas privadas entre 1991 y 1995. Para remate, el actual director deportivo del club, José Luis Pérez Caminero fue imputado por narcotráfico y blanqueo de capitales.
Los líos judiciales de la extensa familia Ruiz-Mateos arrancan en los años 80 con el holding Rumasa siguen extendiéndose hasta nuestros días con implicaciones incluso en la causa de los ERE falsos en Andalucía. Su cabeza visible, José María, atesora un historial nada despreciable. Múltiples condenas, expropiaciones, esperpénticas actuaciones en los juzgados, puñetazos a ministros, disfraces, partidos políticos y un largo etcétera. Ya en 1983 el Gobierno expropió a la familia el holding de empresas Rumasa al entender que había eludido millonarios pagos a Hacienda. José María Ruiz-Mateos pasó esos años eludiendo sus citaciones judiciales e inmerso en pagos continuos de fianzas para no pasar en la cárcel más tiempo del necesario. En 1991 se convierte en propietario del Rayo Vallecano y llegó a ser eurodiputado.
La mala gestión del club franjirrojo le llevó a ser intervenido judicialmente y a terminar jugando en Segunda B. Hoy todavía, la Justicia sigue pendiente de si los Ruiz Mateos siguen controlando el Rayo y si el actual presidente Raúl Martín Presa ejerce de su testaferro. Sin embargo, en noviembre de 2013 un juzgado de lo Penal tuvo que absolver a la familia de trece delitos contra Hacienda por el impago del IVA y las retenciones del IRPF desde 1996 a 2002 por parte del Rayo. Así, los Ruiz-Mateos se libraron de pagar 18,5 millones y todo por la mala actuación de la Fiscalía y la Agencia Tributaria. En 2005, José María también es condenado a tres años de cárcel por alzamiento de bienes al lucrarse de forma ilegal del inmueble sede de Mundo Joven. En 2007 ingresó en prisión y salió de ella tres días después. Sus últimas fechorías tienen que ver con un nuevo fraude en la emisión de pagarés de Nueva Rumasa y por una supuesta estafa de 7,3 millones en la venta de un hotel en Mallorca. Por esta causa fue detenido en 2012 y desde entonces no puede salir de España a la espera de que se resuelva el caso. Mientras, cuatro de sus hijos están imputados por la juez Mercedes Alaya.
En el otro club de la ciudad hispalense, Manuel Ruiz de Lopera ha campado a sus anchas desde los años 90 en el Betis y también fue de los que se aprovechó de la conversión de los clubes en SAD para acabar siendo el accionista mayoritario del club verdiblanco. Fue condenado en 2006 por delito contra la Hacienda Pública, en su gestión al frente del Betis, le fueron impuestas dos penas de siete meses y medio de cárcel, además del pago de una multa de casi cinco millones de euros. La juez Mercedes Alaya ha imputado a Lopera un delito societario continuado y le acusa de haberse apropiado indebidamente de 25 millones de euros del Betis. En 2010 anunció la venta de su paquete de acciones a Luis Oliver, por unos 18 millones de euros, aunque dicha venta no se llegaría a producir. El club sigue en concurso de acreedores, intervenido judicialmente y administrado por Francisco Estepa.
Y de Lendoiro a Núñez, que continúa envuelto en procesos con la Justicia y que visto hace bien poco como el Supremo le rebajaba la condena por el caso Hacienda de seis años de cárcel a dos. El mandatario que ocupara el sillón presidencial del Barça durante 22 años formó parte de una trama corrupta que sobornaba a altos cargos de la Administración tributaria para eludir pagos de impuestos. Otros expresidentes ya fueron imputados en su día. Joan Gaspart lo fue por una presunta apropiación indebida de un seguro profesional de los pilotos de Spanair y Joan Laporta declaró en su día como imputado por un delito de injurias.
En El Sardinero volvió a aterrizar otro aprovechado del fútbol como el inversor indio Ali Syed. Compró por 15 millones el paquete de acciones que le daban control sobre el club, solo pagó medio millón y casi ni pisó el estadio. Anda en busca y captura por la Interpol y colocó como hombre de paja a Ángel Lavín, ‘Harry'. Con él, el Racing se hundió hasta Segunda B, entró en concurso de acreedores y los trabajadores acumularon meses sin cobrar sus nóminas. El pasado mes de enero, con motivo de la huelga de sus jugadores en el partido copero ante la Real Sociedad, se logró un cambio de rumbo al elegir como nuevo presidente al exjugador Juan Antonio Sañudo.
En Zaragoza, Agapito Iglesias es otro de los mandatarios que no predica con el ejemplo. El todavía propietario del club ha declarado como imputado por un presunto desvío de 50 millones de euros en las obras de construcción de la plataforma logística Plaza de Zaragoza y no se le ha ocurrido otra cosa que incluir su paquete accionarial en el club aragonés como parte de la fianza solidaria de 18,8 millones de euros que le ha impuesto el juez. Por su parte, el expresidente del Athletic de Bilbao Fernando García Macua también fue imputado por un delito fiscal. El presidente Alfonso García se enfrentó a una petición de un año de cárcel por la construcción de viviendas sin licencia de obras, como promotor de Almanzora Country Club. Y el del Espanyol, Daniel Sánchez Llibre fue imputado por un presunto delito de fraude fiscal y blanqueo de capitales relacionados con el traspaso de Sergio González al Deportivo. Y la lista de agravios a la legalidad se extiende también a clubes como el Mallorca, el Hércules, el Murcia, el Granada...
Por último, merece mención especial el presidente de la Federación Española, Ángel María Villar. Otro de los aferrados al poder desde hace ni más ni menos que 26 años y cuya labor ha sido seguida de cerca por los tribunales. En 2010, el máximo mandatario del fútbol español era absuelto de delitos de apropiación indebida, administración desleal y falsedad documental. También ha sido objeto de investigación el posible uso de fondos de la Federación para costear viajes privados de sus directivos. Y la Justicia sigue con el ojo puesto en los terrenos que cedió de una manera muy poco transparente el ayuntamiento de Las Rozas a la Federación para construir la Ciudad del Fútbol.
El mundo del fútbol está acaparando en los últimos años demasiadas portadas que en nada tienen que ver con los éxitos deportivos y sí con sus mandatarios enfangados en problemas judiciales. El último caso ha sido el esperpento de la detención del expresidente del Valencia, Juan Bautista Soler, por intentar secuestrar a Vicente Soriano, su sucesor en el cargo. Pero la lista comienza a hacerse ya interminable. Los que antes ocupaban los palcos de los estadios ahora se sientan en los banquillos de los acusados.
Detenidos, imputados, condenados y encarcelados. Del Nido, Rosell, Núñez, Ruiz de Lopera, Lendoiro son las muestras más visibles de que el fútbol español huele cada vez peor. Unos por cometer delitos ejerciendo sus cargos futbolísticos y otros por sus problemas fuera de los estadios, todos han terminado por quedar expuestos a la acción de una Justicia que cada día parece tener más trabajo. La falta de ética se ha instalado en las juntas directivas y la corrupción no encuentra límites. Y todo ello, mientras esos mismos gestores han provocado en los clubes unos agujeros económicos desproporcionados.
El germen de la ley del 90
La
conversión en SAD propició la irrupción en el fútbol de empresarios,
sobre todo provenientes de la construcción, que tan solo buscaban
notoriedad y poder
Muchos de los males que padece el
fútbol español en la actualidad tienen su origen en la famosa Ley del
Deporte de 1990, por la que se creó la figura de la Sociedad Anónima
Deportiva. Pese a que el propósito era la de dotar de un mayor control y
transparencia a las estructuras del fútbol profesional, la realidad
acabó siendo otra bien distinta. Se obligó a los clubes con deudas a
transformarse en SAD y se las diferenció de los aparentemente saneados,
que pudieron mantenerse como clubes deportivos. Entre ellos se
encuentran los dos clubes más poderosos de este país, Real Madrid y
Barcelona. Así, lo que terminó provocando la ley del 90 es que la gran
mayoría de clubes de Primera pasaran de ser propiedad de sus socios a quedar en manos de aquel que se hiciera con el mayor número de acciones,
como en una empresa cualquiera. Eso propició la irrupción en el fútbol
de empresarios, sobre todo provenientes del ámbito de la construcción,
que tan solo buscaban notoriedad, poder y que en muchos casos
convirtieron a los clubes en refugios opacos de sus capitales. Por tanto, todo ello ha derivado en que se hayan apropiado del enorme legado histórico y social de muchas instituciones deportivas personajes poco o nada ejemplares. El resultado es que la mayoría de SAD ha terminado en la ruina y han provocado un agujero económico en el fútbol español de escándalo. Creyéndose ajenos a la acción de la Justicia, muchos dirigentes han gestionado de forma desleal e irregular los clubes hasta hundirlos. Otros han invertido dinero de dudosa procedencia en el fútbol para darle apariencia de legalidad y los que hay que aprovechándose de la influencia conseguida gracias a él han delinquido fuera de los muros de los estadios. Y ni qué decir que estos mandatarios corruptos se han aprovechado de la connivencia y laxitud de las autoridades españolas. Por eso, el creciente número de detenidos, imputados, enjuiciados y condenados tan solo es la consecuencia de la manga ancha tanto política como judicial de la que han disfrutado y que ha propiciado que la corrupción lleve instalada en los clubes de fútbol españoles desde hace mucho tiempo.
Los polvos de Jesús Gil y José María Ruiz-Mateos
Una frase del ínclito Jesús Gil resumiría a la perfección las intenciones de todas estas personas: "Compra un equipo de fútbol, tendrás a la prensa cada domingo en tu casa". Precisamente, él encabezada una de las familias, junta a la Ruiz-Mateos, que se convirtieron en el paradigma corrupto al que nos referimos y que bien podrían inspirar la versión española de la serie Los Soprano. Tanto él como José María Ruiz-Mateos controlaron durante años dos clubes como el Atlético de Madrid y el Rayo Vallecano, acumularon numerosas condenas y pasaron varias épocas de sus vidas entre rejas.
El Supremo absolvió a
Jesús Gil y Enrique Cerezo del delito de apropiación indebida de las
acciones del Atlético por haber prescrito
Jesús Gil y Gil, fallecido en 2004, acumula uno de los historiales delictivos más largos de este país
tanto por sus fechorías en el Atlético de Madrid como desde la alcaldía
de Marbella. Pasó tres veces por la cárcel aunque tan solo pasó a la
sombra escasos días en todos los casos. La primera vez fue en 1969
cuando fue condenado por el hundimiento de un comedor en la urbanización
de Los Ángeles de San Rafael del que era promotor y propietario.
Fallecieron 58 personas. Pasó año y medio en la cárcel y fue indultado
por Franco tras pagar 400 millones de pesetas. El periodo de mayor
esplendor de Gil llegaría al conjugar su presidencia del Atlético, desde
1987, con la alcaldía de Marbella, desde 1991. Para empezar, junto a
Enrique Cerezo se apropió de la propiedad del club rojiblanco sin poner
un duro al hacerse con más de 236.000 acciones. En 2004, con Gil ya
fallecido, el Supremo les absolvió a ambos del delito de apropiación indebida por haber prescrito.
Sin embargo, el pasado mes de febrero el TS declaró nula la ampliación
de capital que en 2003, cuando el club estaba intervenido, realizaron
Gil y Cerezo al entender que existió fraude de ley.Sí fue condenado Gil junto a su hijo Miguel Ángel Gil Marín, actual máximo accionista del club, a un año y medio de cárcel por un delito de estafa al simular contratos a cuatro jugadores africanos y birlar al Atlético 16,2 millones de euros. La pésima gestión de los Gil desembocó en que en 1999 la Audiencia decretara la intervención judicial del club para a los pocos meses reponer en sus puestos a los antiguos mandatarios. En 2000 Jesús Gil fue de nuevo condenado a 28 años de inhabilitación y seis meses de arresto por cuatro delitos de prevaricación al poner en las camisetas del Atlético publicidad de Marbella y desviar 45 millones de pesetas del ayuntamiento andaluz al club. Tan solo durmió tres noches en prisión. Y su último encarcelamiento fue por el caso Saqueo por el desvío de 26,7 millones de euros del Ayuntamiento de Marbella a empresas privadas entre 1991 y 1995. Para remate, el actual director deportivo del club, José Luis Pérez Caminero fue imputado por narcotráfico y blanqueo de capitales.
Los líos judiciales de la extensa familia Ruiz-Mateos arrancan en los años 80 con el holding Rumasa siguen extendiéndose hasta nuestros días con implicaciones incluso en la causa de los ERE falsos en Andalucía. Su cabeza visible, José María, atesora un historial nada despreciable. Múltiples condenas, expropiaciones, esperpénticas actuaciones en los juzgados, puñetazos a ministros, disfraces, partidos políticos y un largo etcétera. Ya en 1983 el Gobierno expropió a la familia el holding de empresas Rumasa al entender que había eludido millonarios pagos a Hacienda. José María Ruiz-Mateos pasó esos años eludiendo sus citaciones judiciales e inmerso en pagos continuos de fianzas para no pasar en la cárcel más tiempo del necesario. En 1991 se convierte en propietario del Rayo Vallecano y llegó a ser eurodiputado.
La mala gestión del club franjirrojo le llevó a ser intervenido judicialmente y a terminar jugando en Segunda B. Hoy todavía, la Justicia sigue pendiente de si los Ruiz Mateos siguen controlando el Rayo y si el actual presidente Raúl Martín Presa ejerce de su testaferro. Sin embargo, en noviembre de 2013 un juzgado de lo Penal tuvo que absolver a la familia de trece delitos contra Hacienda por el impago del IVA y las retenciones del IRPF desde 1996 a 2002 por parte del Rayo. Así, los Ruiz-Mateos se libraron de pagar 18,5 millones y todo por la mala actuación de la Fiscalía y la Agencia Tributaria. En 2005, José María también es condenado a tres años de cárcel por alzamiento de bienes al lucrarse de forma ilegal del inmueble sede de Mundo Joven. En 2007 ingresó en prisión y salió de ella tres días después. Sus últimas fechorías tienen que ver con un nuevo fraude en la emisión de pagarés de Nueva Rumasa y por una supuesta estafa de 7,3 millones en la venta de un hotel en Mallorca. Por esta causa fue detenido en 2012 y desde entonces no puede salir de España a la espera de que se resuelva el caso. Mientras, cuatro de sus hijos están imputados por la juez Mercedes Alaya.
Las votaciones de Calderón; las recalificaciones de Florentino
Sin salir de la capital de España, los recientes presidentes del Real Madrid también han tenido sus escarceos con la Justicia. Ramón Calderón tuvo que responder por cuatro presuntos delitos, entre ellos el de fraude en los votos en la Asamblea del club de 2008. Dimitió pero todavía no ha sido condenado por ninguna causa judicial. Muchos y variados fueron los delitos imputados a Lorenzo Sanz, otro expresidente blanco. En octubre de 2013 fue absuelto pese a que la Fiscalía pedía seis meses de cárcel por una supuesta estafa en la venta de unos terrenos en San Fernando de Henares. Florentino Pérez es un ejemplo perfecto de empresario de la construcción y presidente de fútbol y lo que ello implica. Todavía sigue coleando el pelotazo urbanístico que supuso la recalificación de los terrenos de la antigua ciudad deportiva de La Castellana, la construcción de las cuatro torres actuales y el dinero conseguido para construir el actual complejo de Valdebebas. Todo se hizo con Alberto Ruiz-Gallardón como alcalde. Y también queda pendiente la conclusión de la Comisión Europea sobre la investigación abierta por las ayudas estatales recibidas. Los últimos órdagos de Florentino son la remodelación del Santiago Bernabéu y las condiciones leoninas que quiere imponer para acceder a la presidencia del club blanco.
Del Nido se encuentra en prisión, condenado a siete años por prevaricar y malversar fondos de Marbella
Otros
históricos del fútbol español con serios problemas judiciales son José
María del Nido, Manuel Ruiz de Lopera, Augusto César Lendoiro o Josep
Lluís Núñez. El más flagrante es el caso del primero, que ingresó en la
cárcel el pasado 5 de marzo, meses después de ser condenado por el Supremo a siete años de prisión por delitos de prevaricación y malversación en el caso Minutas. El abogado y ya expresidente del Sevilla
cobró 2,7 millones de euros del Ayuntamiento de Marbella por servicios
jurídicos que nunca efectuó. Su compinche fue Julián Muñoz. Del Nido
hizo lo imposible por evitar la cárcel e, incluso, contó con una carta
de apoyo de la mayoría de presidentes de Primera, del de la Federación y
el de Liga en la que solicitaban su indulto. Uno de sus antecesores en
el cargo, José María González de Caldas, fue detenido y juzgado por la
operación Malaya. Fue condenado a ocho meses de cárcel y 30.000 euros de
multa.En el otro club de la ciudad hispalense, Manuel Ruiz de Lopera ha campado a sus anchas desde los años 90 en el Betis y también fue de los que se aprovechó de la conversión de los clubes en SAD para acabar siendo el accionista mayoritario del club verdiblanco. Fue condenado en 2006 por delito contra la Hacienda Pública, en su gestión al frente del Betis, le fueron impuestas dos penas de siete meses y medio de cárcel, además del pago de una multa de casi cinco millones de euros. La juez Mercedes Alaya ha imputado a Lopera un delito societario continuado y le acusa de haberse apropiado indebidamente de 25 millones de euros del Betis. En 2010 anunció la venta de su paquete de acciones a Luis Oliver, por unos 18 millones de euros, aunque dicha venta no se llegaría a producir. El club sigue en concurso de acreedores, intervenido judicialmente y administrado por Francisco Estepa.
La perpetuidad de Lendorio y Núñez
A Coruña es sinónimo de Lendoiro, otro de los mandatarios que ha tenido que dejar recientemente la presidencia de un club por problemas judiciales. El Deportivo no había conocido otro presidente desde 1988. Este pasado enero le sucedió Constantino Fernández Pico. Pese a comandar el histórico Superdépor de inicios de los 90, Lendoiro ha terminado por llevar al club a una situación financiera insostenible y fue imputado en 2009 por una supuesta falsificación de la firma del exauditor de las cuentas de la entidad para conseguir la licencia UEFA y poder disputar competiciones europeas.Y de Lendoiro a Núñez, que continúa envuelto en procesos con la Justicia y que visto hace bien poco como el Supremo le rebajaba la condena por el caso Hacienda de seis años de cárcel a dos. El mandatario que ocupara el sillón presidencial del Barça durante 22 años formó parte de una trama corrupta que sobornaba a altos cargos de la Administración tributaria para eludir pagos de impuestos. Otros expresidentes ya fueron imputados en su día. Joan Gaspart lo fue por una presunta apropiación indebida de un seguro profesional de los pilotos de Spanair y Joan Laporta declaró en su día como imputado por un delito de injurias.
El Barça actual, entre Neymar y la FIFA
No anda últimamente el Barça para bromas con las autoridades judiciales y futbolísticas. Sandro Rosell dimitió el pasado 23 de enero, un día después de que el juez Ruz admitiera a trámite una querella por supuesta apropiación indebida en la modalidad de distracción por el fichaje del brasileño Neymar. La justicia sigue investigando si el Barça pagó más de los 57 millones de euros oficialmente declarados e incluso el Barça, como entidad jurídica, ha sido imputado. El ya exdirigente azulgrana también se tiene que enfrentar a una petición de ocho años de cárcel que se ha hecho efectiva en Brasil. La última bofetada se la ha dado la FIFA, al sancionar al club azulgrana prohibiéndole fichar hasta el verano de 2015 por violar su normativa al fichar a varios jugadores menores de 18 años.
El Racing se ha visto golpeado en los últimos años por dirigentes como Piterman y Angel Lavín
Lejos
de las grandes ciudades la geografía española está plagada de
directivos que han pasado de los palcos a los banquillos de los acusados
y que debido a sus nefastas gestiones han terminado hundiendo la
trayectoria deportiva de sus equipos. En el Racing, por ejemplo, llevan
juntándose todo tipo de circunstancias desde la aparición del inefable Dimitri Piterman.
Hace diez años se hizo con el control del club y termino compareciendo
ante un juez imputado por la querella interpuesta por unos aficionados
ante los reiterados insultos y sus particulares modos de gestionar el
equipo, entre los que se encontraban atribuirse facultades para también
entrenar al equipo. Sin embargo, sus problemas con la justicia no
acabaron ahí. Tras dejar el Racing, se hizo cargo del Alavés entre 2004 y
2007 y por su gestión fue condenado a quince años de inhabilitación y a
indemnizar al club con 6,8 millones de euros, tras ser considerado
culpable de llevar al equipo a un concurso de acreedores.En El Sardinero volvió a aterrizar otro aprovechado del fútbol como el inversor indio Ali Syed. Compró por 15 millones el paquete de acciones que le daban control sobre el club, solo pagó medio millón y casi ni pisó el estadio. Anda en busca y captura por la Interpol y colocó como hombre de paja a Ángel Lavín, ‘Harry'. Con él, el Racing se hundió hasta Segunda B, entró en concurso de acreedores y los trabajadores acumularon meses sin cobrar sus nóminas. El pasado mes de enero, con motivo de la huelga de sus jugadores en el partido copero ante la Real Sociedad, se logró un cambio de rumbo al elegir como nuevo presidente al exjugador Juan Antonio Sañudo.
En Zaragoza, Agapito Iglesias es otro de los mandatarios que no predica con el ejemplo. El todavía propietario del club ha declarado como imputado por un presunto desvío de 50 millones de euros en las obras de construcción de la plataforma logística Plaza de Zaragoza y no se le ha ocurrido otra cosa que incluir su paquete accionarial en el club aragonés como parte de la fianza solidaria de 18,8 millones de euros que le ha impuesto el juez. Por su parte, el expresidente del Athletic de Bilbao Fernando García Macua también fue imputado por un delito fiscal. El presidente Alfonso García se enfrentó a una petición de un año de cárcel por la construcción de viviendas sin licencia de obras, como promotor de Almanzora Country Club. Y el del Espanyol, Daniel Sánchez Llibre fue imputado por un presunto delito de fraude fiscal y blanqueo de capitales relacionados con el traspaso de Sergio González al Deportivo. Y la lista de agravios a la legalidad se extiende también a clubes como el Mallorca, el Hércules, el Murcia, el Granada...
Por último, merece mención especial el presidente de la Federación Española, Ángel María Villar. Otro de los aferrados al poder desde hace ni más ni menos que 26 años y cuya labor ha sido seguida de cerca por los tribunales. En 2010, el máximo mandatario del fútbol español era absuelto de delitos de apropiación indebida, administración desleal y falsedad documental. También ha sido objeto de investigación el posible uso de fondos de la Federación para costear viajes privados de sus directivos. Y la Justicia sigue con el ojo puesto en los terrenos que cedió de una manera muy poco transparente el ayuntamiento de Las Rozas a la Federación para construir la Ciudad del Fútbol.
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