jueves, 11 de enero de 2018

La ajedrecista argentina que también

 le dijo "no" a un mundial

Carolina Luján (32) es la mejor jugadora de nuestro país. Como campeona de América, se negó a ir al mundial de Irán en febrero pasado por las exigencias impuestas a las mujeres.
La ajedrecista argentina que también le dijo "no" a un mundial.
"Si bien hoy las mujeres seguimos siendo minoría, a los chicos ya no les importa tanto si sos nena o varón a la hora de jugar. En mi época no era así: cuando tenía 12 y 16 años gané dos campeonatos argentinos mixtos y al que perdía conmigo lo tiraban a la pileta en invierno, le pegaban y le decían 'sos un boludo, cómo nos va a ganar esta piba el torneo'. Ellos mismos se ponían la presión".
Esos chicos se convirtieron hoy en sus amigos y, también maestros de ajedrez, le dicen "vos sos una tramposa porque vas a torneos de mujeres, pero jugás como un varón". Y ella responde, indignada: "¿Qué quiere decir eso? Tengo un nivel de ajedrez, bueno o malo. Es como el 'llorás como una nena': seas nena o varón, llorás igual".
Las chicas aun son minoría: entre los cien mejores del mundo del ranking absoluto, hay una sola mujer, la china Hou Yifan(23 años), quien, a su vez, es la número uno del ranking femenino y se perfila como la gran candidata para convertirse en uno de los top ten de la clasificación general y, así, seguir los pasos de la gran referente de este deporte, Judit Polgár (41), la única mujer que -hasta el momento- logró ocupar uno de los diez primeros puestos de la clasificación mundial.

Una de las "atrevidas" que menciona es la alemana Sonja Graf, quien jugaba vestida "de hombre" y fue la segunda mejor jugadora de principios del siglo XX: en 1939 vino a Buenos Aires para las 8° Olimpíadas de Ajedrez, pero la dejaron afuera del equipo por su rechazo al régimen nacional socialista nazi. Tras estallar la guerra, se quedó en nuestro país, donde escribió dos libros, entre ellos, Así juega una mujer, que describe su experiencia como ajedrecista."El ajedrez es milenario, pero las mujeres compiten desde hace ochenta o cien años y eran unas atrevidas para la época; por eso, para mí todo pasa tanto por la cuestión cultural, como por la cantidad de jugadores hombres y mujeres. Es muy difícil que salga una jugadora buena entre cinco, así como es mucho más probable que salga uno bueno entre mil quinientos)", dice Luján.
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Con el ajedrez en las venas, Carolina trabaja en la coordinación del programa de ajedrez de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), por lo que solo entrena formalmente ("mucho estudio, computadora y tablero") cuando tiene un torneo por delante: "Cuando era chica vivía seis meses en Europa y el resto, acá; obviamente así mejorás mucho. Pero la mayoría de los jugadores profesionales o semiprofesionales argentinos tienen que trabajar de otra cosa, no podemos dedicarnos a entrenar 100% porque no nos alcanza la plata", se sincera.
Mientras se prepara para jugar con la selección argentina en las Olimpíadas de septiembre de 2018 en Batumi, Georgia, y en el plano individual, el mundial en Rusia, no se queda quieta: compite con los equipos de handball del CEDEM (Centro Municipal de Tres de Febrero) y de futsal de Independiente de Hurlingham. Con ambos planteles lograron el ascenso y subieron de categoría.

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