sábado, 29 de septiembre de 2018

EL MANDRIL YA COME ANANAS

El crédito faraónico de Florentino Pérez

La Asamblea Extraordinaria de Compromisarios del Real Madrid aprueba endeudar al club durante 25 años para reformar el Bernabéu

<p>Florentino Pérez</p>
Florentino Pérez
LUIS GRAÑENA

Dentro de aproximadamente 25 años, el presidente del Real Madrid que ostente el cargo en ese momento, que por edad no parece que vaya a ser ya Florentino Pérez, tendrá que seguir pagando el crédito de 575 millones de euros que va a pedir el equipo blanco a la banca para remodelar el Santiago Bernabéu. El actual máximo dirigente merengue pretende dejar en herencia un estadio más moderno, acorde a los tiempos actuales, pero también va a obligar a sus sucesores a afrontar anualmente un pago de unos 25 millones durante una larga época.  Una operación importante en la que apenas ha participado el 1,17% del total de los socios porque la junta directiva se negó a convocar un referéndum en el que pudiese votar toda la masa social. ¿Ha sido una decisión legal? Sí. ¿Debería de haberse tomado de otra forma? Muchos piensan que también.
Además de por el palmarés deportivo, Florentino quiere ser recordado en la historia del club como el hombre que creó el Bernabéu del siglo XXI. Desde 2004 lleva intentando sacar adelante su sueño, un recinto con una estética renovada y más equipamiento que incluya una cubierta retráctil, un proyecto que algunos aficionados discuten teniendo en cuenta el coste que supone y que no conlleva un aumento del aforo. La idea original del mandatario era que el dinero necesario lo pusiera un inversor a cambio de permitir que el estadio tuviera un nombre comercial. De hecho llegó a un acuerdo en 2014 con el fondo de inversión IPIC, de Abu Dabi, que se comprometió a aportar 400 millones. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid atendió dos recursos contra el Plan General de Urbanismo aprobado por el Ayuntamiento y lo anuló. El proyecto aprobado finalmente no incluía, por ejemplo, el hotel previsto en un principio e IPIC, que sufría al mismo tiempo problemas empresariales particulares, aprovechó una cláusula del contrato y se echó para atrás. Una decisión que el Real Madrid ha denunciado ante la Corte Internacional de Arbitraje de París, que debe emitir un fallo próximamente.
Al no encontrar, por el momento, otro inversor, Pérez ha decidido endeudar al club para afrontar una obra que comenzará en 2019 y que durará tres años y medio. Y para ello ha tenido que pedir la preceptiva autorización a la asamblea de compromisarios, tal y como recogen los estatutos, al exceder la cuantía del préstamo el 20% del presupuesto del club. “Hoy la financiación es más barata, se dan las condiciones para financiar el proyecto”, ha defendido el presidente blanco. En él se invertirán 300 millones en la obra civil, 100 en el equipamiento tecnológico y 125 en mejoras de instalación interior y del entorno. El coste total previsto es de 525 millones, pero la Junta ha solicitado permiso para pedir hasta 575 con el fin de guardarse las espaldas ante los posibles sobrecostes. El plazo de amortización del crédito puede llegar hasta los 35 años, con un interés fijo de entre el 2,5 y el 3%. “Eso nos supondrá pagar 25 millones al año, que es menos del 4% de los ingresos que tuvimos la pasada temporada”, aseguró Florentino, quién aclaró que ninguna empresa del grupo ACS, de la que también es presidente, podrá participar en la remodelación. Sin embargo no dio detalles sobre qué avales se usarán en la operación ni si el dinero se obtendrá de una sola operación o de varias.
Una decisión trascendente en la historia de la entidad que fue aprobada en una Asamblea Extraordinaria de Compromisarios a la que tenían derecho a ir 1.993 socios, pero a la que sólo acudieron 1.200. Y de ellos, en el momento de la votación, hubo más de 100 que se fueron. De una masa total de 93.606 socios, apenas dieron el visto bueno a la propuesta 1.017 personas. En contra votaron 57 socios y hubo 23 abstenciones.
Ese problema de la escasa representatividad en la decisión lo han querido evitar, sin suerte, distintas agrupaciones de socios madridistas. Una de las que más se ha significado a favor de que todos los socios pudieran expresar su opinión es la Asociación Socios del Real Madrid (ASRM), que representa a unos 1.000 afiliados a la entidad, y que mandó días antes de la Asamblea un escrito al club en el que se instaba a la directiva a que permitiera esta posibilidad. Basaba su petición en que el punto 6, letra b, del artículo 31 de los estatutos de la entidad, que reserva a la Asamblea “la facultad de convocar un referéndum entre los socios con derecho a voto a fin de decidir sobre los asuntos en que legal o estatutariamente sea necesario, o sobre aquellos otros que, por su especial trascendencia, así lo proponga la Junta Directiva”. Florentino afirmó en el acto (sin que venga especificado en los estatutos) que “ese punto se reserva únicamente para la opción de convertir el club en sociedad anónima”.
La petición fue rechazada por el club, algo que lamentan en la ASRM. Un portavoz, que prefiere mantener el anonimato “para evitar problemas”, señala que “desde el club siempre dicen que el Madrid es de sus socios. Pero pensamos que es más justo decir que es de sus socios compromisarios. El resto pinta poco. Era una ocasión bonita de involucrar a todo el mundo en una decisión de gran responsabilidad, pero no quisieron que fuera así”. La decisión del Real Madrid contrasta con la que tomó en 2014 el FC Barcelona, que sí permitió votar a la totalidad de sus socios en un referéndum en el que se les pidió su aprobación para la remodelación del Camp Nou y la construcción de un nuevo Palau Blaugrana.
En la contestación del club al escrito presentado por la ASRM, el secretario de la Junta, Enrique Sánchez, especificó que la propuesta de la Junta Directiva “en absoluto supone ni pone en riesgo de conversión o transformación en sociedad anónima deportiva a nuestro club”, una aseveración que sorprendió a los miembros del colectivo de aficionados ya que ellos no hicieron ninguna mención a esa posibilidad en el documento enviado a la entidad. Esta situación, la de la posible conversión a S.A., preocupa a algunos socios madridistas, que creen que el alto endeudamiento que va a afrontar el club puede desembocar en ello, a pesar de que Florentino lo ha descartado en numerosas ocasiones. Sin ir más lejos, en la Asamblea Extraordinaria afirmó que “ya en el año 2000 me decían que me quería quedar con el club y lo que hice fue avalar 147 millones de euros porque la deuda era enorme”. Hay que recordar que el Real Madrid, junto al Barcelona, Athletic y Osasuna son los únicos clubes en España que no son sociedades anónimas.
Otro colectivo de aficionados del Real Madrid, Valores del Madridismo, responde a CTXT de forma muy contundente a este respecto. “Pensamos que vamos de cabeza a una SAD. Llegado el momento de la conversión, Florentino meterá las acciones en una Fundación diciendo que es para preservar el capital de posibles inversores extranjeros y lo que hará es ir comprando a los socios sus acciones. Se quedará como accionista mayoritario y les dirá a los socios que pueden seguir yendo al fútbol con un abono que posteriormente les irá quitando conforme vaya haciendo el estadio más a la medida de turistas y vips. Porque el abono no pertenece al socio sino a la SAD”.
En Valores del Madridismo opinan que “los compromisarios que tomaron la decisión de endeudar al club posiblemente no fueron conscientes de que un club y sus socios, o una empresa y sus socios, no son realidades distintas. Si una empresa de la que cualquiera de nosotros es socio se endeuda, nosotros nos estamos endeudando en la misma medida, por la sencilla razón de que somos socios de la empresa. En este caso somos socios del Real Madrid. La gente debería saber que cuando salieron de la Asamblea y se fueron a su casa a ver a su mujer y a sus hijos, lo primero que debían haber hecho al llegar es decirles ‘ahora tengo una deuda de X euros’. Y cuando le preguntaron por qué, tendría que haber contestado, ‘porque soy socio del Real Madrid, que tiene una deuda cada vez mayor”.
Desde la Asociación de Socios del Real Madrid prefieren ser más cautelosos. “Es la eterna cuestión. Evidentemente, el estadio nos va a endeudar. Pérez dice que la cantidad que hay que devolver anualmente no va a suponer ninguna carga para el club, pero a lo mejor el día de mañana las cosas se disparan, la situación financiera mundial se puede ver alterada con otro caso parecido al de Lehman Brothers y a lo mejor nos podemos encontrar con problemas económicos. Y a partir de ahí, que esta ‘tormenta perfecta’ desemboque en la conversión del club en sociedad anónima deportiva. La directiva insiste que no se dará pero es una posibilidad que está ahí”.
De hecho, con decisiones como el endurecimiento de los requisitos para presentar una candidatura a presidente del Real Madrid, que ha provocado que no se celebren elecciones desde 2006, o esta última de negarse a convocar un referéndum para que fueran todos los socios los que decidieran sobre la reforma del estadio, hay quien piensa que, sin serlo, el club tiene en su funcionamiento algunos ademanes de sociedad anónima. Así lo creen en la ASRM.
"Hay ciertos ‘tics’ que desde luego se deberían maquillar un poco, porque huelen a cacicada. Esa es la percepción que tenemos algunos socios. A los que no están de acuerdo con la línea oficial del club se les criminaliza, se le pone a los pies de los caballos y se les dice, como a los que presentaron la carta pidiendo el referéndum, que estaban al servicio de intereses que están en contra del Real Madrid. Da la sensación que se quiere un pensamiento único y que el que no lo sigue es un enemigo del club. Eso es lo que suele pasar en muchas sociedades anónimas deportivas, que tienen a un dueño que no quiere que haya voces disidentes ni que le creen problemas”.
En la ASRM no creen que el momento elegido para plantear esta petición a la asamblea de socios compromisorios haya sido casual. “Si la propuesta de endeudarse para reformar el estadio la hacen en una época en la que acabas de echar al entrenador, el equipo va séptimo en la Liga y eliminado de la Champions, pues posiblemente se la echaran para atrás. Pero si han decidido hacerlo ahora es porque estamos en un momento muy bueno en el plano deportivo, hay paz en el club, y seguramente cualquier referéndum que plantee la directiva lo gana por amplia mayoría. Por eso nos ha dolido la negativa a nuestra petición, porque entendemos que no hubiera pasado nada si se hubiera implicado a toda la masa social”.
Una de las cosas que llama la atención es el coste económico tan alto que va a suponer realizar la remodelación, superior al que han tenido estadios nuevos. El Allianz Arena de Munich costó 340 millones; en el Wanda Metropolitano se invirtieron 240; y en el nuevo San Mamés el gasto fue de 186. Es cierto que también los ha habido más caros, pero fueron construidos desde cero. “Nos parece una inversión elevada para una reforma, pero también está en un sitio estratégico, en el centro de Madrid, y Pérez no quiere pasar a la historia como el presidente que sacó el Bernabéu del Paseo de la Castellana. Ya sabemos cómo funciona el tema de la construcción, las UTEs, las empresas que se asocian… Esperemos que no haya muchos sobrecostes y que no nos pase como al Tottenham, que inició su nuevo estadio con un presupuesto de 400 millones de libras esterlinas y va ya por 900”, explica el portavoz de la agrupación de socios merengues.
Puestos a vender las bondades del nuevo Bernabéu, Pérez asegura que con la ampliación del actual museo, la construcción de una nueva tienda oficial de productos oficiales y el alquiler de diversos espacios comerciales, se conseguirán unos ingresos extras que alcanzarán los 150 millones anuales, una cantidad que en la ASRM no terminan de ver clara. “Varios socios compromisarios le hicieron esa pregunta en la asamblea y las respuestas fueron muy vagas. No dio ninguna explicación que fuera muy convincente y estamos hablando de una cifra muy alta. Tendría que haber dado argumentos más sólidos y no lo hizo”.
Después de un largo camino, a Florentino sólo le queda adjudicar la obra a comienzos del próximo año y encontrar la financiación, algo que no parece que le vaya a costar mucho teniendo en cuenta el crédito que tiene el presidente del Real Madrid en los bancos. Tras varios intentos fallidos, da la impresión de que esta vez tiene bien atado su objetivo.

AUTOR

  • Ricardo Uribarri

    Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital y Marca. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.

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