jueves, 27 de diciembre de 2018

NO SOLO LOS ARGENTINOS SON MALAS BESTIAS

Un muerto, cuatro apuñalados e insultos racistas en el Boxing Day italiano

El Inter ha sido sancionado con dos partidos a puerta cerrada y un tercero con la grada de los aficionados más radicales sin público tras los incidentes contra el Nápoles

Koulibaly abandona el campo tras ser expulsado ante la mirada de Ancelotti.
Koulibaly abandona el campo tras ser expulsado ante la mirada de Ancelotti.  AFP
Los alrededores del estadio milanés de Giuseppe Meazza se convirtieron en una batalla campal entre ultras antes del partido Inter-Nápoles, que dejó un balance de un aficionado de 35 años fallecido después de un atropello y cuatro hinchas napolitanos apuñalados. Dentro del campo, con el balón ya rodando, la situación no mejoró y la encarnizada rivalidad entre el norte y el sur se transformó en una retahíla de insultos racistas al defensa del Nápoles, Kalidou Koulibaly, de origen senegalés y nacido en Francia, procedentes de las gradas del equipo rival.
El Nápoles pidió, sin éxito, a la fiscalía federal que suspendiera el encuentro por los cánticos racistas. Y el episodio terminó también en desencuentro entre la federación y los árbitros. El procurador de la Federación Italiana de Fútbol, Giuseppe Pecoraro, declaró el jueves que debería haberse suspendido el partido por los gritos racistas y explicó en declaraciones a la agencia italiana Ansa que sus hombres “señalaron a los funcionarios del orden público que los napolitanos pedían la suspensión”. El representante de los árbitros italianos, Marcello Nicchi respondió tajante: “No tenemos nada que decir, ya hay demasiada gente diciendo disparates” y zanjó aludiendo a Pecoraro: “Que él haga su trabajo, el árbitro y los oficiales de orden público hacen lo que tienen que hacer”.La provocación consiguió sacar de quicio al futbolista, que terminó expulsado por doble amarilla en el minuto 81. El jugador contestó con contundencia los ataques después del encuentro, que terminó 1-0, y afirmó que se siente “orgulloso del color de su piel”. Y continuó en su perfil de Twitter: “Estoy orgulloso de ser francés, senegalés y napolitano: hombre”. También lamentó la derrota “y sobre todo el haber dejado a mis hermanos”. El Inter ha sido sancionado con dos partidos a puerta cerrada y un tercero con la grada de los aficionados más radicales sin público. 
El presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Gabriele Gravina también ha intervenido al respecto, a través de un comunicado en el que señaló que en el próximo consejo federal propondrá que se modifiquen las normas que regulan la suspensión de los partidos para que puedan aplicarse más fácilmente. Gravina también condenó lo ocurrido y dijo que ni la violencia ni los insultos son “tolerables”. Y especificó: “El fútbol es patrimonio de los verdaderos aficionados y como tal debe ser defendido de todos aquellos que lo utilizan para crear tensiones”.
El entrenador del Nápoles, Carlo Ancelotti no permaneció ajeno a lo ocurrido y se mostró muy crítico con la decisión de no detener el partido. "Lamento lo que ha pasado porque hasta en tres ocasiones pedimos a la Fiscalía Federal que se suspendiese el partido por los gritos racistas a Koulibaly. El chico estaba nervioso, es un jugador educado que ha sido 'bombardeado' por el estadio", recalcó en rueda de prensa tras el encuentro. Además advirtió de que, si vuelve a suceder algo semejante, será el propio equipo napolitano quien deje de jugar.
El jefe de la policía de Milán, Marcello Cardona, que compareció ante los medios para informar sobre la investigación de los incidentes, anunció que pedirá que se prohíba a los aficionados del Inter asistir a los partidos fuera de casa hasta el final de la temporada y el cierre del fondo del estadio en el que se colocan los ultras, hasta el 31 de marzo, durante 5 jornadas de la liga y una de la Copa Italia.
Cardona aclaró cómo se desarrollaron los incidentes previos al encuentro y señaló que antes del inicio del partido, una furgoneta en la que viajaban seguidores del Nápoles fue agredida por cerca de un centenar de ultras del Inter con bastones. Los ocupantes bajaron del vehículo y ahí comenzó una pelea en la que resultaron heridos leves por arma blanca cuatro napolitanos.
Además, aficionados del Varese y del Niza habían viajado hasta allí para participar en los enfrentamientos. De hecho, la víctima, Daniele Belardinelli, procedía de Varese, al norte de Italia y tenía antecedentes por incidentes en estadios de fútbol. Se desconoce si era aficionado del Inter. Cardona explicó que aún no se puede responsabilizar de la muerte del hincha a los aficionados del Inter o del Nápoles, ya que se desconoce quién conducía el todoterreno que lo atropelló. Por el momento, han sido arrestados dos ultras del Inter, y la policía busca a una tercera persona por haber participado en los choques.

Un escándalo que ha sacudido Italia

El episodio ha copado las portadas de los medios digitales y el arranque de los informativos en Italia este jueves y el eco del suceso ha llegado hasta la política. El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, afirmó también que sentía "vergüenza" por los cánticos racistas lanzados al futbolista durante el partido del miércoles, y pidió "perdón" en nombre de la ciudad al defensor del club napolitano.
El ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, ha anunciado que convocará a los dirigentes de los clubes de fútbol de la serie A y B y a los responsables de los grupos de ultras a comienzos del próximo año para tomar medidas: "En 2018 no se puede morir por ir a un partido de fútbol. Los estadios tienen que ser un lugar de diversión y no de violencia".
Cristiano Ronaldo, jugador del Juventus, también se sumó a las condenas: “En el mundo y en el fútbol necesitamos educación y respeto. No al racismo y a cualquier ofensa y discriminación” , escribió en italiano en sus redes sociales

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