Veto a las mujeres en los estadios de fútbol
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La prohibición de acceso a las mujeres en Arabia Saudí hace peligrar que el país albergue la Copa Asiática de Fútbol de 2019
El férreo control que el Gobierno de Arabia Saudí establece
sobre las mujeres amenaza con impedir que su capital, Riad, acoja en
2019 la fase final de la Copa Asiática de Fútbol, objetivo que se había
marcado el reino árabe como uno de sus grandes retos deportivos de cara a
los próximos años en un momento en el que la afición al balompié crece a ritmo espectacular.
A pesar de ello, no todos los ciudadanos saudíes cuentan
con la libertad necesaria que les permita acudir a los estadios para
presenciar los partidos que disputan sus equipos: las mujeres,
como en tantos otros aspectos de la vida en Arabia –tienen prohibido
conducir vehículos, por ejemplo-, encuentran numerosos obstáculos para
sentarse en las gradas, a las que en ningún caso pueden acceder si son solteras.
A esto hay que sumar que las mujeres no casadas de otros
países tampoco podrán entrar en el país para asistir a la Copa Asiática
si no van acompañadas de parientes masculinos, lo que supone un gran
inconveniente a la hora de celebrar con normalidad la fase final de este
torneo continental.
Además de Arabia Saudí, actualmente optan a ser sede de la copa Bahréin, China, Irán, Kuwait, Omán, Tailandia y Emiratos Árabes Unidos.
Todos estos países conocerán de forma directa el 10 y 11 de septiembre
en Kuala Lumpur, capital de Malasia, los requisitos que deben reunir y
las responsabilidades a asumir para albergar el torneo, una de ellas
contar con tribunas y espacios para las espectadoras, tal como recoge el
Reglamento de la Federación asiática.
Arabia ha estado siempre muy bien situada en esta carrera,
entre otras razones por su alto nivel de infraestructuras, por su
potencia económica y por su amplia experiencia en la organización de
acontecimientos multitudinarios, como es el caso de la peregrinación
anual de los musulmanes a La Meca. Pero sus posiciones sobre la mujer y los escasos derechos que le otorga están a punto de dar al traste con un sueño colectivo.
De hecho, la Ley islámica vigente en Arabia contempla un
sinfín de prohibiciones para las actividades mixtas y el acceso de las
mujeres a los espacios públicos. El deporte femenino prácticamente no existe, tan sólo en determinadas escuelas privadas.
Ello no impide que cada vez sean más las mujeres
aficionadas al fútbol. Muchas no dudaron en acudir recientemente a
Kuwait en apoyo del Al-Fath, equipo saudí que se enfrentaba con un club
del emirato en una reñida competición, y también a Bahréin para asistir a
los encuentros de la Copa del Golfo.
El cualquier caso, la decisión de permitir a las mujeres
solteras tanto la entrada en el país como a los estadios no es
competencia de ninguna organización deportiva sino de las autoridades de
Arabia, que deberán ser las que se pronuncien sobre el tema.
Esta cuestión provocó el pasado mes de mayo una ardiente
polémica en Arabia a raíz de las declaraciones de un alto directivo de
la Asociación de Fútbol del país, Ahmad Eid, que dijo que «las mujeres
estarán autorizadas a entrar en los estadios próximamente». Sólo unas
horas después, tras lloverle las críticas de numerosos medios de
comunicación contrarios a esa posibilidad, tuvo que puntualizar que sólo
se trataba de «una opinión personal».
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