viernes, 7 de junio de 2013

este jugador se lo merece todo

Historias y anécdotas de cuando Falcao llegó a River con 15 años

El Tigre vuelve hoy tras cuatro años al Monumental, donde se formó como jugador; ¿cómo era cuando llegó solo a Buenos Aires a dar el gran salto de su carrera?
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"La vuelta a mi casa, la vuelta al Monumental", escribió el martes último Radamel Falcao en su cuenta de Twitter y colgó una foto en la web del momento en el que la selección de Colombia reconocía el estadio de River , donde, desde las 19.05, la Argentina se medirá ante los Cafeteros, por las eliminatorias. Será noche de selección, pero para el Tigre representará también la vuelta a Núñez, donde jugó por última vez en 2009 cuando dejó los millonarios para pasar a Porto.
Falcao llegó a River, en 2001, con 15 años, y debutó en Primera cuatro años después en un partido ante Instituto, en el Monumental, con Leonardo Astrada como técnico. Fue en Núñez donde se formó y se ganó el cariño de muchos. Por eso, Rodolfo Raffaelli y Jorge Theiler, dos de sus técnicos en inferiores, coinciden ante la consulta de canchallena.com: "Tenía unas condiciones bárbaras, pero principalmente se merece todo lo que consiguió por lo que es como persona".
Hoy, Radamel acaba de ser transferido a Mónaco, de Francia, por una cifra que se estima en 50 millones de euros, con un contrato que sería de 14 millones de euros por año. Ya brilló en Porto y en Atlético de Madrid, pero sus primeros pasos en River no los olvida. Aquí, una selección de historias y anécdotas de cuando el Tigre era Radamel Falcao García y arribaba solo a Buenos Aires para dar sus primeros pasos.

Entre 2005 y 2009, Falcao jugó 113 partidos en la Primera de River y marcó 45 goles. Los primeros los hizo el 2 de octubre de 2005 contra a Independiente, en el Monumental, cuando anotó un doblete en su primer partido como titular con Mostaza Merlo como DT
De Ezeiza al Monumental
Falcao llegó a la Argentina, en 2001, con 14 años para realizar una prueba en River. Venía del club Lanceros Boyacá, donde ya había debutado en la Primera con sólo 13 años y como el futbolista colombiano más joven en hacerlo. Radamel arribó solo a Buenos Aires y lo fue a recibir Néstor Sívori, su primer representante. Apenas aterrizó en Ezeiza, Falcao le pidió a Sívori que lo llevara directo al Monumental para entrenarse, sin pasar ni siquiera por el hotel, pese a que no había dormido nada. "Siempre había soñado con a River, no quería dejar pasar esa oportunidad y decidí con toda la convicción ganarme un lugar", le contó Radamel a la Revista El Gráfico , en 2011, al rememorar el día en que pisó suelo argentino por primera vez.
Hernán Díaz le dio la "bienvenida"
Esa primera mañana de Falcao en River fue muy especial. Falcao se entrenó con la reserva e hizo fútbol con la Primera. Lo marcó Hernán Díaz, quien contó esa experiencia en una entrevista con Canal +: "Acostumbrábamos a poner pierna fuerte en los entrenamientos con los pibes para que se vayan formando. A Radamel le metí muy fuerte, pero muy fuerte. No lo podía parar, parecía que ya estaba practicando hace cinco años con nosotros. Un dirigente después me vino a preguntar y le dije 'es una roca'. Me acerqué a Radamel y le di mi respaldo".
El "colombiano" que colmó las expectativas de todos
En sus primeros días en River, Falcao se entrenó con la reserva, hasta que comenzó las prácticas con la octava división. Su primer técnico en esa categoría fue Rodolfo Raffaelli, con quien hoy el Tigre se sigue hablando y lo llama al menos dos veces por año. "En el club, ya se hablaba de un colombiano que venía a probarse a River y nos decían que era muy bueno. Al principio, yo dudaba, porque venía de un equipo colombiano casi desconocido", le cuenta Raffaelli a canchallena.com y remata: "Pero, cuando lo vi, me encontré con un jugador con un físico privilegiado, con unas condiciones técnicas bárbaras. Casi que a los 15 años ya cabeceaba como lo hace ahora". Radamel llegó a prueba a Núñez con una opción de compra de 500.000 dólares. Al poco tiempo, esa división, dirigida por Raffaelli, fue a jugar un torneo juvenil organizado por Nike, en Berlín. River, con Falcao como el mejor del torneo, fue subcampeón. "Ahí, apareció en toda su dimensión y lo compraron", cuenta Raffaelli.
Las lesiones y un gesto que lo marca
Si bien siempre se destacó, no fue fácil para Falcao su etapa como juvenil. Su crecimiento estuvo acompañado de lesiones, que alguna vez lo hicieron pensar si no debía volverse a Colombia. Rotura de ligamentos, pubalgia, una operación en el tobillo, todo eso soportó el Tigre, antes de debutar en Primera. En 2003, Falcao estaba en la sexta de River, cuyo técnico era Jorge Theiler. Radamel iba a disputar con la selección de Colombia el Mundial Sub 17 de Finlandia. Estaba a punto de viajar, pero antes tenía que disputar un partido entre semana de inferiores. Fue cuando sufrió una lesión en su tobillo, que lo obligó a pasar por el quirófano. "Después de eso, quedó muy bajoneado, hubo que estar muy cerca de él. Pero se recuperó, le siguió dando para adelante y llegó", relata Theiler en una charla con canchallena.com y recuerda: "Tiempo después, en 2005, cuando Falcao ya jugaba en la Primera de River y yo era el técnico de Instituto, vino especialmente al vestuario a regalarme su camiseta y agradecerme por los años que habíamos pasado juntos". Ese día el River de Merlo ganó 4 a 1, en Córdoba.
El Pastor, que se aburría en la pensión
Falcao siempre fue muy creyente y era común verlo rezar en la pensión de River, en el Monumental. "Se aferró por completo a la religión, es evangelista. El puso la semilla y hasta el día de hoy muchos de los juveniles de River de la pensión profesan la misma religión que él. Radamel era un líder silencioso y llevaba a sus compañeros a la Iglesia. Era un pastor, pero adentro de la cancha se convertía en una fiera", rememora Raffaelli, quien muchas veces, cuando Falcao se quedaba solo en la pensión, porque sus compañeros visitaban a sus familias en sus respectivas provincias, lo invitaba a su casa para que no se sintiera mal. "Le preparábamos comida tipo colombiana para que estuviera bien. Era un chico muy querible, una persona que se merece todo lo que logró", dice su primer entrenador. "Viví con 80 jóvenes y no era fácil. No podía hacer lo que quería. Se iban todos para sus casas en las provincias y yo me quedaba solo en la pensión", contó alguna vez Radamel.

El día que fue alcanzapelotas en Argentina vs. Colombia
Hoy, Falcao jugará ante la Argentina como la gran figura de Colombia. Sin embargo, hace 12 años, en 2001, cuando la selección de Bielsa derrotó 3 a 0 a los Cafeteros y se acercaba a Corea-Japón 2002, Radamel fue alcanzapelotas. "Le pedí al encargado de la pensión que por favor me dejara estar. Cada vez que atacaba mi selección, yo me emocionaba y él me decía 'quedate quieto'. Yo quería acercarme a los jugadores, pero estaba todo con el equipo celeste y blanco, era muy raro", se acordó de aquel día el propio delantero en una charla con El Gráfico .
El consejo de Cavenaghi
En una de sus primeras prácticas con la reserva contra la Primera, Falcao le hizo un gol a Franco Costanzo y lo festejó, porque era algo que se acostumbraba a hacer en Colombia. "Cuando llegué a la mitad de la cancha, me agarraron Cristian Castillo y Cavenaghi y me dijeron que no lo volviera a hacer, porque me iban a matar. Fue con buena onda, ja", recordó Falcao.
 
¿Cómo nació el apodo de Tigre?
Radamel Falcao no era el Tigre cuando llegó a River con 15 años. El apodo con el que hoy lo conoce el mundo también nació en Núñez. Gonzalo Ludueña, quien actualmente juega en Manta, de Ecuador, conoció a Falcao en la séptima de River. En una victoria millonaria ante Huracán, el colombiano había hecho dos goles. "Como el programa Fútbol de Primera premiaba al mejor jugador de la fecha con el Tigre de Esso, lo empecé a joder y le dije que había sido el Tigre de la cancha. Entonces, en los entrenamientos empecé a llamarlo Tigre y quedó", rememoró Ludueña en una entrevista con el diario As, de España.
La evolución
Raffaelli y Theiler, técnicos en las inferiores de Falcao, cuentan que Radamel tenía muchas condiciones ya de chico. "Se veía que era un jugador completo, con futuro de Primera. Siempre quería más, se perfeccionaba y pulía todo. Se vislumbraba lo que iba a ser", cuenta Theiler, quien lo dirigió en quinta y sexta. "Desde que lo vi, no tuve dudas de que iba a llegar a ser lo que es actualmente. Incluso, a veces dudábamos de que tuviera sólo 15 años. Nos llamaba la atención porque venía de un club muy chico de Colombia", dice Raffaelli, quien lo dirigió en octava. ¿En qué evolucionó? "Siempre fue un jugador lento. Ahora, sabe aprovechar los momentos. Mejoró técnicamente, la gambeta. Se tira a jugar más atrás, entra más en juego", contesto Raffaelli. "Actualmente, lo veo un jugador más completo, más de equipo, de toda la cancha, siempre está", responde Theiler..
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