viernes, 26 de septiembre de 2014

Historias del fútbol

La Araña Negra, una foto y JFK

Hace poco más de 60 años Lev Yashin debutaba defendiendo la valla de la Unión Soviética. El declarado “Mejor arquero del siglo XX” cosechó muchos admiradores en su carrera, pero tuvo uno muy particular con quien cosechó una amistad: Lee Harvey Oswald, el supuesto asesino de JFK.

Los soviéticos estaban casi completos con los deportes una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial. Corría la década del 50 y el mega estado euroasiático sumaba sus primeras victorias deportivas en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, quedando segunda en el medallero, detrás del que era su máximo nuevo enemigo: Estados Unidos.

La Guerra Fría no sólo se libraba en la psicosis colectiva de oriente y occidente, entre espías o en combates en territorios “neutrales” con contendientes locales armados por el enemigo. En los campos de juego  también estaba el condimento extra de tener que triunfar, para demostrar que “el este” o “el oeste” eran mejores que sus rivales.

El fútbol se había quedado un poco atrasado en la URSS y había que rearmar un seleccionado que tenía un par de partidos de experiencia, conseguidos en aquellos juegos del 52. Vasily Sokolov, entrenador del Spartak de Moscú, en 1954, se encargó de construir un equipo que tenía que estar a la altura de cualquier rival en el mundo.

Lev Yashin, el mejor arquero del siglo XX, estaba por cumplir 25 años de edad cuando fue convocado por primera vez a defender los colores del equipo nacional de fútbol. Nacido el 22 de octubre de 1929 en el seno de una familia de trabajadores industriales moscovitas, hizo contacto con el juego durante la Segunda Guerra Mundial, donde con apenas 12 años fue enviado a trabajar en una fábrica militar.

Allí solía atajar para el equipo de la fábrica y por sus buenas actuaciones, fue invitado a defender el arco del conjunto juvenil de Dynamo de Moscú. En 1950 llegó el momento del debut en primera, pero su actuación fue tan mala (recibió un gol del arquero rival) que el banco de suplentes se convirtió en su lugar en el club.

Mientras esperaba una nueva oportunidad, Yashin fue a defender el arco del equipo de Hockey sobre Hielo del Dynamo, donde consiguió una Copa en 1953. Ese mismo año tuvo la revancha en la primera división del fútbol y desde ese entonces comenzó a adquirir fama. Los rusos lo llamaban la Pantera Negra, por su forma de vestir (siempre de negro) y de tirarse a salvar el arco de los goles rivales. En 1954 se hizo dueño del arco soviético desde su debut, consiguiendo la medalla dorada en Melbourne 1956.

Después de la Copa de Suecia 1958 su fama se hizo mundial. Los canales de televisión mostraban al arquero soviético sacar una pelota tras otra y dejaba de ser “Pantera” para convertirse en “Araña Negra”, tenía 8 brazos, decían los expertos en la materia. Los admiradores crecían alrededor del planeta y se sumaban a los que venían de la primera hora. Entre esos viejos fanáticos había uno muy especial, que consiguió fotografiarse con él 1958.

“Thanks” le dijo el flaco, osco y desgarbado joven que había logrado meterse en el vestuario para retratar ese momento único. Su nombre era Lee Harvey Oswald, un muchacho con “muchos problemas” desde temprana edad que buscaron corregirse cuando se enroló a los Marines a los 17 años.

En la imagen aparecía un tercer personaje, el que le consiguió el pase a los vestuarios a Lee Harvey, Yuri Nosenko, un agente de la KGB al que Oswald se había acercado con la excusa de hablar de fútbol, de su profesión, del arquero y su admiración por el comunismo.

Oswald había adquirido su gusto por el “soccer” gracias a la cercanía que tenía con el equipo norteamericano que era leyenda por haberle ganado a Inglaterra en la Copa de Brasil 1950. Nueva Orleans, la casa de aquel “U.S. National Soccer Team”, fue la ciudad que lo acogió de nacimiento y volvió a recibirlo a finales de los 50.

A los 15 años Oswald se había autodeclarado marxista. Ya sirviendo a los Marines sabía exactamente lo que quería: ser ciudadano de la Unión Soviética. Por eso en 1959 le envió una carta a Yashin, su ídolo, recordándole aquel encuentro en Suecia y su deseo de obtener la nacionalidad rusa.

Al tiempo que Yashin, como buen miembro del partido comunista, le entregaba la carta a su compañero de selección, el Comisario del PC Valeryi Voronin, Oswald desertaba de los Marines. Había adquirido una gran experiencia por su entrenamiento en tiro, pero su indisciplina y un poco de “bullying” (le decían Oswaldskovich por su abierta admiración soviética), lo empujaron hacia su nuevo destino.

Logró ingresar a la URSS a través de Finlandia, obtuvo la visa número 403339 y renunció a la ciudadanía norteamericana. En Moscú buscó a su ídolo, que ya había recibido recomendaciones de “hacer la amistad” con el desertor. No le costó mucho a Yashin porque un poco le agradaba Oswald.

De la mano de su ídolo logró la afiliación al PC ruso (nunca fue a buscar la tarjeta que le daba ese status por sobre otros ciudadanos) y conoció a Marina Nololaevna Prukova, una hermosa farmacéutica de 19 años de edad con quien se casaría en 1961.

Oswald se sentía en su plenitud, en el país donde quería estar, con su mejor amigo, el arquero campeón de la flamante Eurocopa en 1960 y casado con la hija de un Comisario del PC ruso. Pero a fines de 1961 se fue repentinamente de la URSS con su flamante esposa a vivir a los Estados Unidos. No le dijo nada a su amigo, por miedo a que se ofenda.

En 1962 los medios europeos daban por terminada la carrera de Lev Yashin, debido a aquel empate en 4 goles contra Colombia, en el Mundial de Chile. Nada más lejos que eso, la Araña Negra siguió atajando con éxito en el Dynamo y en la URSS hasta 1970, año en que se retiró del fútbol con 41 años de edad.

Con su amigo ex marine siguió carteándose por un tiempo, hasta septiembre de 1963. Si bien Oswald estaba catalogado como “Marine desertor, agente de la KGB que pronto entrará en acción”, el único contacto comprobado que mantenía con la URSS era con el arquero.

El 22 de noviembre de 1963 fue asesinado John Fitzgerald Kennedy de un certero disparo, mientras desfilaba en un convertible junto a su esposa, el gobernador de Dallas y su mujer. Lee Harvey Oswald fue señalado como el culpable. Jack Ruby, un mafioso que se dedicaba a manejar clubes nocturnos, asesinó a Oswald frente a policías y periodistas dos días más tarde. Yashin no habló nunca más de su amigo.

Yuri Nosenko, aquel que había conseguido amablemente el momento “foto” para Oswald, se convirtió en desertor de la KGB (la película “Double Agent”, con Tommy Lee Jones en el rol principal, relata su historia). En los Estados Unidos Nosenko confirmó que la URSS no tenía nada que ver con el asesinato del Presidente, evitando lo que podría haber sido una catástrofe nuclear. Se lo relacionaba con Oswald por aquella foto.

El arquero se destacó en la Copa Mundial de Inglaterra 1966 y siguió en la selección hasta la Copa de México de 1970, donde fue la tercera opción para defender la valla del seleccionado. Perdiendo esa estampa de Araña inmortal, Yashin se enfermó a causa del excesivo consumo de tabaco y alcohol, sufriendo la amputación de una de sus piernas en 1986.

En 1990 el mundo del fútbol recibía la triste noticia que provenía desde Moscú: Yashin murió por las complicaciones en una operación por un cáncer en el estómago. Quedó ligado a la historia del deporte como el mejor en su puesto del siglo XX. También a un entramado de sospechas y conspiraciones, gracias a una foto con un fan.
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