Zidane, el mayor implicado por la FIFA
El entrenador del Real Madrid tiene a sus cuatro hijos inmersos en un capítulo surrealista de «explotación de jugadores menores» que considera «un enorme error»
Zidane cataloga las acusaciones de la FIFA sobre los fichajes de sus hijos por el Real Madrid como un «enorme error». El nuevo entrenador y el club analizan que «nadie puede creerse que la FIFA haya señalado a Enzo, Luca, Theo y Eliaz, jugadores de los equipos filiales madridistas, como ejemplos de fichajes de menores irregulares».
En el club se reflexiona que muy mal se encuentra la FIFA, descabezada por corrupción, sin Blatter y sin un sucesor, para determinar que los hijos de Zinedine Zidane son un caso de fichajes irregulares de menores.
Florentino Pérez presentó a Zidane el 4 de enero como nuevo entrenador del Real Madrid. Toda la familia de «Zizou», como le denomina el presidente, compartió aquel momento para la historia. Ni el máximo responsable del club, ni el técnico del primer equipo ni por supuesto su esposa, Veronique Fernández, podían pensar que los cuatro jóvenes apellidados Zidane presentes en aquel acto serían considerados por la FIFA, diez días más tarde, «menores de edad inscritos irregularmente», hecho que le ha costado a la entidad una sanción de un año sin fichar.
Zidane y el Real Madrid opinan opinan que no se puede valorar a Enzo, Luca, Theo y Eliaz como «niños explotados por el fútbol», una valoración que la casa blanca hace extensiva al hermano de Garay, exjugador del primer equipo, que también ha sido señalado como «un fichaje irregular». El club piensa que estos jóvenes disfrutan de un privilegio que más quisieran tener millones de niños, por lo que define como un sinsentido su investigación.
Ahora, Zidane es el padre más implicado por la FIFA en el capítulo de menores fichados irregularmente. Y no es creíble. La FIFA no tiene rigor en este asunto, porque todo el mundo del fútbol sabe que los familiares e hijos de los futbolistas son «enchufados» en muchos casos en los equipos de alevines, benjamines, infantiles, cadetes y juveniles. Todo, menos explotados. Aquí falla algo. De momento, falla la FIFA.
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