50 partidos bajo sospecha de amaño en Segunda B y Tercera
“Esto va a explotar, habrá una oleada de operaciones y arrestos”, confirma la Liga
Los amaños de partidos relacionados con apuestas por Internet en la
Segunda B y Tercera del fútbol español ya no son una leyenda, sino un
secreto a voces. Federbet, organización de operadores de apuestas dedicada al control de las cotizaciones
en todo el mundo, colabora con la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y ya
le ha comunicado alertas por valores anómalos de 50 partidos en estas
categorías en las últimas dos temporadas, pero la gran mayoría, unos 46,
se acumulan en la actual, que en estos campeonatos acaba de terminar y
está en los play off. Es decir, más de un partido dudoso por
jornada. "No es que sean encuentros sospechosos de amaño, es que tenemos
la convicción absoluta. Son cotizaciones absurdas, no hay otra
explicación", asegura Francesco Baranca, secretario general de la
entidad, que presentará los datos el mes que viene en el Europarlamento,
con el listado de los partidos. "Esto va a explotar, atravesaremos un
ciclo como con la corrupción, y veremos las mismas escenas que con el
Eldense, una oleada de operaciones y arrestos de jugadores y
entrenadores", confirma Alfredo Lorenzo, director de Integridad y
Seguridad de la Liga. Primera y Segunda, asegura, se mantienen limpias.
Una de las últimas alarmas de Federbet por un volumen irregular de
apuestas, por ejemplo, saltó hace dos semanas en el Atlético
Espeleño-Betis B de Tercera División, que terminó 1-7 y dio la primera
plaza del Grupo X al conjunto sevillano. Con cada alerta, como en este
caso, la Liga abre una investigación y si ve indicios que corroboren los
temores, lo denuncia a la Policía. "Han salido ya muchos casos y
saldrán muchos más", advierte Lorenzo, que la semana pasada participó en
la Jornada sobre Amaños y Corrupción en el Deporte, organizada con el
Cuerpo Nacional de Policía. De momento no quiere entrar en cifras ni
aclarar cuántos de los partidos bajo sospecha han desembocado en una
denuncia. "En este momento hay varios, y digo varios con un plural muy
grande, que se están investigando y otros que están denunciados y en
manos de la Policía", detalla. Hay algunos equipos que se repiten en las
incidencias y están bajo la lupa.
La Liga gestiona las dos primeras divisiones, pero Lorenzo arremete contra la Federación Española de Fútbol, responsable de la competición de Segunda para abajo, por desinteresarse del problema: "Hasta hace un año les pasábamos el listado de los partidos bajo sospecha, pero nunca hemos tenido la menor respuesta, ni hemos visto la menor acción, así que ahora vamos directamente a la Policía". Contactada al respecto, la Federación no ha respondido.
El escándalo del Barcelona B-Eldense el mes pasado,
en el Grupo III de Segunda B, puso definitivamente la cuestión sobre la
mesa. Tras un marcador de 12-0 uno de los jugadores del club alicantino
presentó una denuncia que llevó al arresto del entrenador, su ayudante y
algunos jugadores, así como uno de los inversores italianos
propietarios del club. "Bastan dos, tres o cuatro jugadores para trucar
el resultado de un partido, y no se nota mucho", explica Daniel Mateos, fundador de Pyckio, una plataforma de asesoramiento de tipsters,
apostadores profesionales. La escasa atención mediática hacia las
categorías inferiores, y el hecho de que a menudo no tengan gran impacto
sobre la clasificación, por ser en partidos en los que nadie se juega
nada, propicia que los amaños pasen inadvertidos. Aunque hay casos
sospechosos que llaman la atención, y desatan la hilaridad, como el
famoso gol maradoniano del Marchamalo al Toledo B en abril de 2016 que
se puede ver en Internet.
En unas ocasiones los futbolistas se lo cocinan ellos mismos y apuestan a través de amigos, otras les sobornan sindicatos de apuestas internacionales de Europa del Este, de Rusia, de China. Van a clubes que no se juegan nada y ofrecen menos resistencia. Es un fenómeno que se ha disparado en los últimos años, con la irrupción de las apuestas por Internet. El inicio del crecimiento descontrolado de casos extraños en España se sitúa en diciembre de 2015, con el Paterna-Castellón, un 1-2 con victoria en el último minuto para el equipo visitante. Las apuestas en directo del partido fueron 2.000 veces superiores a la media de la categoría. "Desde entonces ha sido una escalada de casos, y lo más inquietante es que no ha parado a pesar de que ya aparecen noticias sobre el tema", apunta Baranca. En 2016 el CD Acero, de Sagunto, y el Benigànim, dos clubes de Tercera, presentaron denuncias por amaño respaldados por la Liga.
La creciente vigilancia de las casas de apuestas europeas, que están obligadas a comunicar los movimientos sospechosos, han hecho emigrar esta práctica a casas chinas y asiáticas, que escapan a cualquier control. "Si quieres ganar tienes que apostar en varias casas a la vez y en importes que no canten mucho, no puedes poner todo de golpe en una, no más de 500 o 1000 euros", cuenta Mateos. Baranca añade que a veces la situación es tan evidente "que ni las casas de Asia aceptan apuestas de algunos partidos, porque el riesgo es alto".
Se puede pensar que 50 partidos en un año son una minucia respecto a los 220 que se juegan cada fin de semana en Segunda B (80 equipos en cuatro grupos) y Tercera (360 en 18), pero el problema es la imagen del fútbol español, que ya se está cogiendo fama de corrupta. Federbet certifica que Tercera es “uno de los peores campeonatos de Europa” para las apuestas. “Este es el principal riesgo que tiene hoy nuestro fútbol, hay que atajarlo de raíz. No es solo fútbol, es marca España, la imagen de nuestro país", opina Lorenzo.
La Liga gestiona las dos primeras divisiones, pero Lorenzo arremete contra la Federación Española de Fútbol, responsable de la competición de Segunda para abajo, por desinteresarse del problema: "Hasta hace un año les pasábamos el listado de los partidos bajo sospecha, pero nunca hemos tenido la menor respuesta, ni hemos visto la menor acción, así que ahora vamos directamente a la Policía". Contactada al respecto, la Federación no ha respondido.
"Todos los jugadores apuestan"
"Todos los jugadores en Tercera y Segunda B apuestan, es muy
frecuente", afirma sin rodeos el presidente de un club de Tercera que
juega los play off de ascenso y prefiere no dar su nombre. Como casi
todos los consultados, que bajo anonimato admiten, como mínimo, que "hay
cosas raras". Todo en el terreno de la sospecha, difícil de demostrar.
Los jugadores se conocen entre ellos y manejan información privilegiada.
Eso lleva, en el mejor de los casos, a jugar como a la quiniela, luego a
trucos en el propio partido, como apostar por el número de saques de
esquina o tarjetas que se van a producir o, en el extremo, a alterar el
resultado. "La raíz del problema son los sueldos bajos, los jugadores
son vulnerables", razona Luis Gil, exdirigente de la Asociación de
Futbolistas Españoles (AFE). Con la crisis y la huida de patrocinadores,
constructores e inmobiliarias en muchos casos, los sueldos han caído.
Salvo los jugadores de más nivel, en Segunda B cobran entre 800 y 1.500
euros al mes, y en Tercera, de 100 a 500. Si cobran. Y la mayoría, sin
contratos ni seguridad social. La situación de los clubes suele ser
precaria y no es raro que a media temporada se acabe el dinero.
En unas ocasiones los futbolistas se lo cocinan ellos mismos y apuestan a través de amigos, otras les sobornan sindicatos de apuestas internacionales de Europa del Este, de Rusia, de China. Van a clubes que no se juegan nada y ofrecen menos resistencia. Es un fenómeno que se ha disparado en los últimos años, con la irrupción de las apuestas por Internet. El inicio del crecimiento descontrolado de casos extraños en España se sitúa en diciembre de 2015, con el Paterna-Castellón, un 1-2 con victoria en el último minuto para el equipo visitante. Las apuestas en directo del partido fueron 2.000 veces superiores a la media de la categoría. "Desde entonces ha sido una escalada de casos, y lo más inquietante es que no ha parado a pesar de que ya aparecen noticias sobre el tema", apunta Baranca. En 2016 el CD Acero, de Sagunto, y el Benigànim, dos clubes de Tercera, presentaron denuncias por amaño respaldados por la Liga.
La creciente vigilancia de las casas de apuestas europeas, que están obligadas a comunicar los movimientos sospechosos, han hecho emigrar esta práctica a casas chinas y asiáticas, que escapan a cualquier control. "Si quieres ganar tienes que apostar en varias casas a la vez y en importes que no canten mucho, no puedes poner todo de golpe en una, no más de 500 o 1000 euros", cuenta Mateos. Baranca añade que a veces la situación es tan evidente "que ni las casas de Asia aceptan apuestas de algunos partidos, porque el riesgo es alto".
Se puede pensar que 50 partidos en un año son una minucia respecto a los 220 que se juegan cada fin de semana en Segunda B (80 equipos en cuatro grupos) y Tercera (360 en 18), pero el problema es la imagen del fútbol español, que ya se está cogiendo fama de corrupta. Federbet certifica que Tercera es “uno de los peores campeonatos de Europa” para las apuestas. “Este es el principal riesgo que tiene hoy nuestro fútbol, hay que atajarlo de raíz. No es solo fútbol, es marca España, la imagen de nuestro país", opina Lorenzo.
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