domingo, 11 de junio de 2017

UN DELINCUENTE ANDA SUELTO POR EL FUTBOL

Más trampas que en una película de chinos

La torpeza del Atlético de Madrid en el caso de los menores ha sido infinita, y le hace un daño terrible al proyecto deportivo

<p>Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, en un acto de presentación de nuevos jugadores. Julio de 2016. </p>
Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, en un acto de presentación de nuevos jugadores. .
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No, no es que el Atlético vaya a descender. No, no es que la gente no tenga confianza en el potencial de la actual plantilla, ni en su compromiso, que es a prueba de bombas. Y no, no hay drama posible en ese equipo siempre que esté al mando Simeone. Hasta ahí, perfecto. Ahora bien, la torpeza del Atlético de Madrid en el caso de los menores ha sido infinita, y le hace un daño terrible al proyecto deportivo. Primero, cuando el Barça fue sancionado, el Atlético, lejos de reaccionar ante el problema, mirar hacia adentro y regularizar una situación que podía gravar sus intereses, se pasó el tiempo bailando la conga de Jalisco. Y como la sanción en estos casos va y viene, la directiva del Atlético, que se pasó los días negando la mayor primero y agachando la cabeza después, también equivocó la estrategia para defender sus intereses. No pidió la cautelar, y aunque su caso se parece al del Madrid lo que un huevo a una castaña, no tuvo a bien ir de la mano con el Madrid, que tendrá la culpa de muchas cosas, pero no de lo mal que lo ha hecho el Atleti en este tema. Total, que con la sanción de FIFA y el ridículo espantoso de la directiva después del fallo del TAS, ahora los atléticos se preguntan cómo demonios le van a poder exigir al equipo el salto de calidad que plantilla y técnico demandaban. Es lo que tiene no poder inscribir jugadores hasta el mes de enero: que no dependes de ti mismo, sino de la buena voluntad de los futbolistas en cuestión y de los clubes que tengan a bien formar parte de una estrategia para que el Atlético pueda crecer.
Al Atleti regresarán los cedidos. Y por exigencia de Simeone, que muy feliz no está con este despropósito del TAS, el club tendrá que trabajar, a destajo, para contratar nuevos refuerzos para inscribirlos en enero. La primera opción pasa porque esos fichajes accedan a pasarse varios meses en blanco, sin disputar competición, a la espera de que se abra el mercado de invierno. Una opción terrible para cualquier jugador de nivel, teniendo en cuenta que el Mundial de Rusia está a la vuelta de la esquina y que los mejores futbolistas saben que, en caso de estar parados, podrían perder su estatus y proyección. Mal asunto para el Atlético. En todo caso, dependerá de la fuerza de voluntad y del compromiso del jugador que quiera fichar por el Atlético en esas condiciones lesivas para sus intereses. Si alguno decide apostar por esa fórmula, sinceramente, sólo cabría agradecerle eternamente el gesto.
Hay más. En las últimas horas, diferentes medios han lanzado hipótesis de fichajes en la órbita del Atlético, dibujando un escenario donde la solución pasa por la cesión del club a los nuevos jugadores, para que puedan tener minutos en otros clubes. Error. Con esta sanción, es imposible que eso pueda pasar. Como explica de maravilla Iusport en sus páginas, el periodismo está confundiendo el contrato de trabajo entre club y jugador, con los derechos federativos. En cada traspaso no se transfiere el contrato de trabajo, sino la titularidad de los derechos federativos. Por tanto, el Atlético no podrá ceder a otro club a los nuevos jugadores que fiche durante la sanción, porque previamente, debería inscribirlos para ostentar la titularidad de los derechos federativos, algo que ahora mismo tiene prohibido. Básicamente, una dificultad terrible para el Atlético. ¿Cómo esquivar ese problema? Como la sanción no permite que el Atleti compre los derechos federativos por parte del club y después cederlo a otro club puente hasta enero, al Atlético sólo le sirve un escenario: que, al negociar por un jugador con el equipo A, le pida que lo ceda directamente a otro club B, para poder rescatarlo en enero. Es decir, dependería de la buena voluntad de terceros. 
FIFA vigilará todos los movimientos del Atlético durante esta ventana de mercado, para evitar un posible fraude de ley
Ahora bien, el problema es aún mayor porque, como apunta el jurista Alberto Palomar, el Atlético podría ser sancionado por la FIFA –otra vez–, si el máximo organismo cree que el equipo rojiblanco, con esta estrategia, podría quebrantar la sanción. En ese caso, FIFA vigilará todos los movimientos del Atlético durante esta ventana de mercado, para evitar un posible fraude de ley. ¿Qué otra fórmula podría barajar el Atlético para lograr refuerzos sin saltarse la sanción? En teoría, podría pedir a un club A que compre un jugador a otro club B, que se lo traspasaría directamente al Atlético a partir del día 2 de enero, cuando la sanción expira. Esa variante podría servirle al Atlético, que dependería exclusivamente de lo que pacten otros dos clubes en cuestión, y nunca de sí mismo. No será fácil llevarlo a cabo, porque hablamos de cantidades económicas elevadas en posibles casos como los de Vitolo, Costa o Lacazette, lo cual afectaría al gasto salarial de otros clubes y además, por el mismo precio, al aspecto fiscal de las entidades. Otro palo en la rueda. Es decir, que si esa circunstancia se diera, FIFA también podría exigir toda la documentación necesaria durante el traspaso, así como los diferentes justificantes a todos los clubes implicados en esa hipotética negociación a tres bandas. Imaginen qué poco podría gustarles a clubes que no han sido sancionados, verse perjudicados o hasta castigados por actuar como cooperadores de otro club que ya ha sido sancionado de manera expresa. Sí, el Atleti acabará fichando jugadores y los inscribirá en enero, seguro. Pero va a tener que sudar sangre para cerrar una serie de operaciones que van a tener más trampas que una película de chinos. Paradojas de la vida: al fin y al cabo, como sostiene un buen amigo, el Atleti está donde está porque los que mandan quisieron entramparse con los chinos. Es decir, entrampado por presunto tramposo. De aquellos polvos, estos lodos.
Dicen que un pesimista es un optimista bien informado. Les diré que el Atlético no corre peligro de descender, ni de desaparecer, y que los hinchas pueden confiar en una plantilla que no tiene nada que demostrar, porque siempre lo da todo, y también en un entrenador que es el mejor de la historia del Atleti. Lo que sucede es que la negligencia del Atlético de Madrid en este asunto, en la inacción, en la estrategia de los abogados, en su opacidad para contar qué ha pasado y en ser transparente para defender su inocencia, ha sido bestial. Hasta la fecha, nadie ha dimitido, nadie ha pedido disculpas y nadie, al menos públicamente, se ha responsabilizado de un castigo que, además de manchar el nombre y la reputación del Atlético de Madrid, que no es sólo de dos, sino de muchos, deja al club en una situación delicada. No hace mucho, los corifeos del régimen nos contaban, a bombo y platillo, que los que mandan harían realidad “ese gran salto” que pedía Simeone. Con la sanción se ha descubierto el pastel y la realidad es distinta: la verdad es que, una vez más, sin comerlo ni beberlo, Simeone verá mermado su plan. Es la triste realidad de un Club que se mueve en dos direcciones: mientras un señor que hace lo imposible para que la entidad crezca, otros, como premio, se empeñan en estorbarle. Que tengan suerte en estas operaciones tan complejas. La van a necesitar.

Autor

  • Rubén Uría

    Periodista. Articulista de Eurosport, colaborador en Carrusel Deportivo de la Cadena SER y contertulio en TVE, Teledeporte y Canal 24 Horas de TVE. Autor de los libros 'Hombres que pudieron reinar' y 'Atlético: de muerto a campeón'. Su perfil en Twitter alcanza los 55.000 seguidores.
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