jueves, 19 de mayo de 2016

EL NAZI ESPAÑOL TEBAS DIRIGE LOS CAMBIOS EN EL FÚTBOL ARGENTINO

 LO UNICO EN LO QUE CONCUERDAN LOS DIRIGENTES DEL FUTBOL ARGENTINO

La enorme tentación del dinero

En medio de la “desconfianza política” que divide al fútbol nacional, surgen voces a favor de la Súper Liga. Tebas, vendedor de la salvación española para los problemas económicos de los clubes.
. Por Facundo Martínez

Los millones que auguró Javier Tebas, el presidente de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) de España, a la dirigencia del fútbol local, cuyos clubes están endeudados y con cuentas en rojo –como la propia AFA que le debe seis meses de sueldo a Gerardo Martino, el entrenador de la Selección que el mes que viene disputará la Copa América Centenario, en Estados Unidos–, son el principal argumento de los propulsores de la Súper Liga para alimentar la tentación al cambio.
Tebas invitó a los dirigentes a “subirse a este tren, porque quizás no haya otro”. Lo hizo con la fuerza de un vendedor de ilusiones, acaso para eso lo trajo al país el presidente de Boca, Daniel Angelici. Compraron la idea el presidente de Racing, Víctor Blanco, situado en el bando de Angelici; Rodolfo D’Onofrio, Matías Lammens y Marcelo Tinelli, los presidentes de los clubes grandes que están convencidos de que el nuevo torneo mejorará los ingresos del fútbol nacional.
“Es para poder vender mejor los campeonatos. Es mucho mejor comercializar en grupo, en un pool en el cuales están los clubes más importantes como Boca, River, Racing, Independiente, San Lorenzo, así se benefician todos los equipos de menores recursos”, comentó ayer Blanco. “Es muy positivo para ellos, por eso lo entendieron. La Liga pasaría a ser como un club más, dentro de AFA, no por fuera. A la AFA le quedan la Selección, la Copa Argentina, las Juveniles, la parte arbitral y el tribunal de disciplina. No es cuestión de separarse de la AFA. Le queda mucha plata, sponsoreo y las marcas”, agregó.
Lejos de las bravuconadas de Angelici, que ante la ausencia de consenso no dudó en apretar a dirigentes como Miguel Silva, Eduardo Spinoza y Luis Segura –comprometidos en la causa que investiga el desvío de dinero del FPT–, a quienes les “insinuó” la llegada de tiempos difíciles en materia judicial y hasta se animó a decir que era “tiempo de dividir y que la Súper Liga la jueguen 14 equipos”, el presidente de Racing se mostró conciliador y se animó a aventurar que “ningún club ganaría menos de lo que gana hoy” y que este mecanismo no daña a la AFA, sino que la fortalece: “La unión hace la fuerza, si 20 equipos pelean por un sponsoreo, va a ser más fácil”, dijo.
Luego, citando al propio Tebas, Blanco soltó una frase que también suele utilizar el presidente de Independiente, Hugo Moyano –el único grande que se muestra reticente a este cambio–: “Tenemos que buscar la manera de quedar todos incómodamente satisfechos. Ojalá que de acá al martes podamos tener un acercamiento”. Luego, insistió con que la Súper Liga es “la única salida”. Para ello sería necesario invitar a los 30 equipos de Primera y a los de la B Nacional. “Seguir de esta manera no conduce a nada. Ojalá que prime el sentido común”, comentó el dirigente de la Academia, en declaraciones a Radio Uno. Por último, describió el momento que atraviesa la AFA como “muy difícil, de mucha desconfianza”.
De desconfianza habló también el presidente de Lanús, Nicolás Russo, uno de los candidatos anotados para la presidencia de la AFA, quien consideró que en la división entre los dirigentes que acompañan a Moyano y aquellos que están cerca de Angelici “está en juego el tema político” en la AFA, que “trasciende a lo nacional”.
El moyanismo y los clubes de Ascenso pretenden que la Súper Liga se apruebe después de la elección del nuevo presidente, que sería el 30 de junio próximo; los que se encolumnan detrás de Angelici apuestan a que la asamblea que tome la decisión tenga lugar el 9 de junio. No se trata de un tema menor. Porque hay quienes piensan que, si se presenta Moyano y gana las elecciones, la salvadora idea de la Súper Liga podría debilitarse ante el nuevo ordenamiento.
El presidente de Vélez, Raúl Gámez, encolumnado detrás de Angelici, pero conciliador por estas horas, afirmó que “la Liga hay que hacerla de cualquier forma” e insistió con que “no se puede ir para atrás con ese pensamiento”. En declaraciones a Radio Continental, el dirigente sentenció que “la Súper Liga ayuda a todos”, aunque admitió que “los más grandes siempre ganan más plata porque son los que más producen”. Sin embargo, se diferenció del presidente de Boca al manifestarse en contra de una posible intervención del Gobierno en la AFA, algo que desde hace unos meses promueve por lo bajo el dirigente boquense: “No creo que sea lo conveniente. El gobierno se tiene que preocupar por ayudarnos. Yo no soy partidario de una intervención”.
Mientras que Armando Pérez, de Belgrano, también candidato a la presidencia, consideró la situación que atraviesa la AFA como “una trampa legal, difícil de corregir”. “Eso hace que se junten distintos valores. Así vamos dilatando y no resolvemos nada. Los dirigentes estamos separados permanentemente y no agarramos un objetivo en común para nada”, manifestó en declaraciones a ESPN radio. Y sobre la Súper Liga, acotó: “La propuesta está buena. Pero hay posiciones que juegan en lo político y entonces me parece que no corresponde. Aunque se apruebe en una futura Asamblea la Liga, van a buscar elementos encontrados para no discutir esto”.
Volviendo a la cuestión de la tentación de los números, hay una pregunta que no puede soslayarse. Si los dirigentes de fútbol no han sabido administrar los millones de pesos extras que recibieron cuando la AFA decidió romper el contrato con Torneos y Competencias y aceptar la sociedad con el Gobierno y sus 600 millones de pesos iniciales –que superaban ampliamente los 50 millones que recibían de TyC, y que hoy llega a los 1400 millones–, ¿podrán hacerlo ahora?
Según Tebas, con la Súper Liga la Argentina podrá meterse en el “fútbol de élite”. También explicó que en España pasaron de ganar 800 millones a 1600 millones. Y dijo que gracias a esa “bipolaridad de modelo”, en su país se pasó “de clubes endeudados a clubes saneados”, a los que –como buen vendedor– relacionó con el éxito deportivo internacional, como Real Madrid y Barcelona, ganadores de la Champions League.
En el fútbol español –informó la agencia Télam–, Barcelona se lleva 140 millones de euros anuales, lo mismo que Real Madrid; casi 55 millones más que Atlético de Madrid, el tercero en el ranking de ingresos, y 70 más que Valencia, el cuarto, al que Sevilla sigue con 64 millones. El resto cobra entre 40 y 30 millones. En Italia e Inglaterra pasa algo similar. Aunque el reparto es algo más igualitario. Juventus se lleva 94 millones de euros, delante de Milan e Inter (76) y Nápoli y Roma (61); Lazio (50), Fiorentina (44), Sassuolo (20) y Empoli (17); Manchester City, Manchester United y Chelsea se alzan con 138 millones de libras, apenas unos millones más que Arsenal. Ya por debajo asoman el campeón Leicester (100) millones y el Aston Villa (96). En el fútbol alemán, las diferencias son todavía menores. Eso sí, en todos los casos, bien pueden explicar los éxitos deportivos de unos y los fracasos de otros.

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