“Los rumores de traspaso no son del todo correctos. Mi
agente está actualmente en contacto con tres o cuatro clubes. Os
mantendré informados si se cierra algún acuerdo”.
Arda Turan
termina contrato con el Atlético de Madrid dentro de dos años, el 30 de
junio de 2017. Sin embargo, no ha dudado en manifestar recientemente, a
través de la red social Twitter, su intención de adelantar su marcha
del club rojiblanco. En el mundo del fútbol cada día se respeta menos lo
firmado, el compromiso un día adquirido, especialmente por parte de los
jugadores y sus representantes. El caso del turco ha pillado a
contrapié a la entidad del Manzanares. Pero no es el único. Otros tantos
están teniendo lugar también este verano. Los más destacados, los de
los defensas centrales
Nicolás Otamendi, del Valencia, y
Sergio Ramos, del Real Madrid.
Colocar
entre la espada y la pared al equipo al que se
pertenece se ha convertido en una práctica habitual llevada a cabo por
los futbolistas cuando pretenden cambiar de aires. Insinuaciones,
sorprendentes declaraciones públicas, ausencias injustificadas de
sesiones preparatorias, viajes personales fuera de tiempo: todo vale si
conduce al objetivo de alcanzar el destino deseado.
Tan sólo un año ha tardado en poner en jaque Nicolás Otamendi al Valencia,
club que abonó doce millones de euros al Oporto portugués por el
traspaso de sus derechos deportivos en julio de 2014. El curso de una
magnífica temporada en filas
ches le ha bastado al argentino
para considerar unilateralmente que su etapa en Mestalla ha terminado y
colocarse a sí mismo el cartel de transferible. Y le resta contrato
hasta 2019. Una
patata caliente para
Amadeo Salvo y
Peter Lim, el presidente y el dueño de la entidad de la capital del Turia, respectivamente.
El agente del zaguero natural de Buenos Aires,
Eugenio López,
advirtió a finales del mes de mayo que su representado iba a hacer
“todo lo posible para salir del Valencia”. Fue ante los micrófonos del
programa ‘SER Deportivos Valencia’, de la
Cadena SER, donde
añadió que Otamendi había comunicado tal decisión a Salvo dos meses
atrás, puesto que considera que “va a tener una opción profesional de
mejorar”.
El propio futbolista otorgó veracidad plena a estas palabras transcurridos
alrededor de 20 días, en la concentración de su selección con motivo de
la disputa de la Copa América. “El Valencia sabe muy bien qué es lo que
quiero. Después, mi representante habla y cada palabra que diga es con
mi autorización”, sentenció.
Nicolás Otamendi es uno de los pocos jugadores por los que el Oporto
no ha obtenido un beneficio económico llamativo en los últimos tiempos.
Lo fichó por ocho millones de euros y por doce lo vendió. De hecho, en
su última campaña en el conjunto luso se marchó cedido en invierno al
Atlético Mineiro brasileño. Quizá, con su actitud olvide que
gracias al Valencia ha conseguido dar un importante paso adelante en su carrera.
Sergio Ramos, ¿un capitán en rebeldía?
Multitud de medios de comunicación coinciden en afirmar que Sergio Ramos tiene
la firme intención de abandonar el Real Madrid este mismo verano.
Decir adiós al club que apostó por él cuando tan sólo tenía 19 años y
que no dudó en invertir entonces la nada desdeñable cantidad de 27
millones de euros por hacerse con sus servicios. Perseguía al principio
el camero una renovación de contrato al alza, pero ahora querría vestir
la camiseta del Manchester United, un equipo inmerso en una crisis
deportiva severa tanto en el ámbito nacional como en el continental.
Incluso un candidato a la presidencia del Barcelona,
Jordi Majó,
desveló que se le habría ofrecido contar con el defensa como baza
electoral: “Ramos se nos ha ofrecido desde hace tiempo. No sé si se ha
ofrecido a alguien más, pero nosotros no entraremos en ese juego”. El
central español, héroe de la
Décima blanca, podría estar cerca de cometer el error de su vida.
Ilkay Gündogan y sus ‘negociaciones’
“Estamos en conversaciones con el Barcelona y el Bayern de Múnich,
aunque todavía no hemos tomado ninguna decisión. Es lo único que puedo
decir sobre mi futuro”. Declaraciones de
Ilkay Gündogan recogidas por el diario británico
Daily Mail
hará apenas un mes. Un tanto desafortunadas para con el Borussia
Dortmund, su actual club, que tuvo un fantástico gesto con él a mediados
de abril de 2014: extender el compromiso que vinculaba a ambas partes
por un año más, hasta el 30 de junio de 2016, a pesar de que en la
temporada 2013-14 el alemán de origen turco, víctima de constantes
lesiones de espalda, únicamente pudo disputar 224 minutos de juego.
Javier Avendaño
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