GRAN BRETAÑA
La justicia declaró “involuntaria” la muerte de 96 hinchas del Liverpool en 1989
La muerte de 96 hinchas en la tragedia del estadio de Hillsborough, en 1989, fue consecuencia de un “homicidio involuntario”, según determinó este martes (26/04) la investigación judicial sobre este caso. La investigación concluyó que la muerte de los aficionados fue un delito y no un accidente, en el que los hinchas no tuvieron ninguna culpa. En el momento de los hechos, la policía y parte de la prensa culpó a los hinchas de estar borrachos y de haber tratado de acceder al estadio sin entradas. Este mismo martes, el jurado respondió que “ninguna conducta” de los aficionados contribuyó a su entrada desordenada que acabó con una muchedumbre aplastada contra las rejas que en aquella época separaban las canchas de las tribunas. Un total de 96 personas murieron aplastadas en una avalancha humana el 15 de abril de 1989, durante la semifinal de la Copa de Inglaterra (FA Cup) que enfrentaba al Liverpool y al Nottingham Forest en el estadio Hillsborough, de Sheffield (norte de Inglaterra).
A 27 de la tragedia de Hillsborough, la justicia británica confirmó que hubo un “error involuntario” en la muerte de 96 hinchas del Liverpool
Luego de finalizadas las pesquisas, el jurado, compuesto por nueve miembros, llegó a esa conclusión (por una mayoría de siete contra dos) de que el comportamiento de los hinchas no provocó la tragedia.
Un total de 96 personas murieron aplastadas en una avalancha humana el 15 de abril de 1989, durante la semifinal de la Copa de Inglaterra (FA Cup) que enfrentaba al Liverpool y al Nottingham Forest en el estadio Hillsborough, de Sheffield (norte de Inglaterra).
En este sentido, la pesquisa concluyó que el comisario de policía encargado de la seguridad aquel día, David Duckenfield, tenía la“obligación de velar” por el cuidado de los asistentes al partido y que“incumplió” ese mandato.
Asimismo, el jurado se declaró convencido de que el “incumplimiento del deber” cometido por Duckenfield provocó las citadas muertes y que su actuación se puede catalogar como una “negligencia grave”.
Durante esta investigación, quedó demostrado que el comisario dio la orden de abrir la Puerta C del estadio poco antes del comienzo del partido, lo que provocó la entrada de unos 2.000 aficionados a una tribuna situada detrás de una portería que ya estaba llena.
El jurado –integrado por seis mujeres y dos hombres- se encargó de revelar las principales fallas y establecer la responsabilidad policial en la tragedia.
“El comportamiento de la policía mostró una enorme negligencia para garantizar la seguridad de los hinchas y varios errores suyos añadieron peligro a la situación”, se leyó en el informe.
“Cabe aclarar que el comportamiento de los fanáticos del Liverpool no tuvo nada que ver con la tragedia”, agregó el dictamen.
El dictamen del jurado conocido este martes es similar a un informe de una Comisión Independiente que también investigó el caso en 2012.
En ese año, el propio primer ministro David Cameron le dio carácter oficial, en una declaración ante el Parlamento, a algo que ya era vox populi: que los hinchas del Liverpool no fueron los responsables de la muerte de las 96 personas por aplastamiento y asfixia durante aquel funesto partido.
El informe de aquella comisión, presidida por el obispo de Liverpool y que examinó más de 400.000 páginas de documentos, muchos de ellos secretos, no deja dudas sobre la responsabilidad de la policía de South Yorkshire, tanto en lo ocurrido como en el encubrimiento posterior y las falsas acusaciones a los hinchas del Liverpool.
Pero la culpa también se extiende a ciertos sectores del periodismo, en particular el diario sensacionalista The Sun, que dieron crédito a los infundios, y también a las autoridades municipales de Sheffield y los dirigentes del club Sheffield Wednesday, que descuidaron las medidas de seguridad.
Varios amigos y familiares de los fallecidos asistieron este martes (26/04) a la lectura del veredicto y muchos aplaudieron a los miembros del jurado cuando abandonaron la sala.
Los abogados de las víctimas destacaron que estas conclusiones suponen un reconocimiento hacia la “incansable” lucha que han desarrollado durante los últimos 27 años para que se haga justicia.
Esta nueva pesquisa judicial comenzó en marzo de 2014, después de que la comisión de investigación independiente de 2012 desacreditase un veredicto de 1991, que consideró que los fallecidos en Hillsborough sufrieron “muertes accidentales”.
Aquella tarde fatídica, los hinchas del Liverpool podían acceder al estadio solamente por una puerta y una serie de circunstancias desafortunadas -unas obras en la carretera que retrasaron la llegada de los espectadores, por ejemplo- hizo que se formara una marea de hinchas en aquel acceso.
La policía decidió abrir las puertas y la avalancha de gente llegó hasta la tribuna y acabó aplastando a cientos de personas contra las verjas que la separaban del terreno de juego. A las 15H06, seis minutos después del inicio del encuentro, el árbitro lo suspendió al darse cuenta de que algo no iba bien.
La víctima más joven tenía 10 años, Jon-Paul Gilhooley, primo del, hasta hace poco, legendario capitán del equipo, Steven Gerrard, y entre los muertos hubo mujeres y un buen número de menores. La policía sólo permitió el acceso de una ambulancia a la cancha y hubo que usar los paneles de publicidad como camillas.
En 2012 el veredicto anterior sobre la tragedia señaló que había sido accidental y fue rechazado después de una campaña de las familias de las víctimas reclamando una nueva investigación.
En la presente investigación, el jurado escuchó a más de 800 personas durante dos años, hasta retirarse a deliberar el 6 de abril.
Durante las audiencias, el policía al frente de la seguridad de Hillsborough admitió que su decisión de dejar abiertos los accesos a la tribuna fue “causa directa” de la tragedia de 1989
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